El Magazín Cultural

El paso del flamenco

La bailaora Marcela Hormaza junto al guitarristas Diego Bejarano y el percusionista Daniel Córdoba presentan un espectáculo inspirado en los elementos básicos del reconocido arte Andaluz. 

Argenis Leal 
09 de marzo de 2019 - 06:13 p. m.
Marcela Hormaza, protagonista de El paso del flamenco.  / Cortesía
Marcela Hormaza, protagonista de El paso del flamenco. / Cortesía

Ella lentamente camina hacia el centro del escenario, no mira a nadie, en ese momento está sola y es dueña del universo, es grande, fuerte y poderosa.  Una luz blanca baña su figura y resalta cada movimiento de su espalda desnuda. Sus manos como mariposas se elevan, vuelan, viajan al compás de la música que irrumpe con furor. Pronto, la inmensa falda flamenca de encaje y volantes a través de movimientos ágiles y gráciles dejará ver sus pequeños pies que en un sonique preciso y fluido se une a la melodía de la guitarra, el cante y la percusión.  

Si está interesado en conocer la agenda de teatro de Bogotá para estos días, ingrese acá: Agenda de teatro en Bogotá

Ella es Marcela Hormaza, bailaora de flamenco desde que se enamoró. Y fue en una tarde de un mes que ya no recuerda, ni siquiera recuerda por qué terminó en esa clase de flamenco, solo lo recuerda a él, la precisión de sus movimientos, la elegancia de cada paso, la fuerza de su interpretación. “Todas estábamos enamoradas, pero se fijó en mí, me dijo que tenía talento, yo solo miraba sus ojos azules, tenía 18 años, pero marcó mi vida. Con el tiempo me di cuenta de que no me enamoré de él, me enamoré del flamenco”. Ahí se inició un viaje que con el paso de los años la llevaría a la Habana, con una maleta llena de ilusiones y latas de atún, para tomar clases en el Ballet Español de Cuba y el Ballet de Lizt Alfonso; posteriormente y como todo aquel que ama este viejo arte, terminaría en la madre patria.  En Sevilla, España, ampliaría su formación en la Fundación Cristina Heeren, de la mano de grandes artistas como Rafael Campallo, Milagros Menjibar, José Galván, Úrsula López, y la bailaora Alicia Márquez. Tras su regreso al país fundó la Casa Flamenco de Bogotá y hoy se estrena como directora de El Paso del Flamenco.

El flamenco es una expresión artística que nace de la mezcla de muchas culturas: la árabe, la judía, la gitana y la andaluza, principalmente. Fue creándose poco a poco y tomando elementos de cada una de ellas, pero es desde hace aproximadamente dos siglos cuando se empieza a expresar como lo conocemos hoy.  Conquistando miles de seguidores en todo el mundo. Es la combinación perfecta gracias al diálogo de la guitarra, la voz y el baile.  Es un arte que necesita una fuerte dosis de calle, de compartir, es en la improvisación donde más se crea y se aprende. Cada artista debe comprender los códigos, el lenguaje, los diferentes palos (ritmos) y las estructuras, es fundamental la comunicación entre los intérpretes. “En un tablao uno siente la presión de los otros, uno no se puede equivocar”, afirma Daniel Córdoba, más conocido como Duhnnae, quien nació en Barcelona y se doblego al duende del flamenco gracias a la influencia de su hermano.  Ahora en Colombia hace parte de este montaje donde demuestra todo su talento en la percusión y cante jondo.  

El paso del flamenco, presenta los elementos básicos de un tablao, pero va más allá, es una creación colectiva donde cada artista tiene un momento para brillar. Seguiriyas, alegrías, bulerías y tarantas se desprenden, con una magistral interpretación, de la guitarra de Diego Bejarano, quien inicio su formación flamenca en México y ha tenido la oportunidad de ser telonero de Diego “El Cigala” y Alejandro Sanz. Su guitarra está firmada por Vicente Amigo y en esta oportunidad además incursiona en la composición. Pronto iniciará su viaje hacia España. 

-Ya llega la bailarina: Soberbia y pálida llega; ¿Cómo dicen que es gallega? Pues dicen mal: es divina- escribió Jose Martí en su poema El alma trémula y sola, otro punto de inspiración de este montaje, donde la guitarra es el llamado del corazón, el baile y el movimiento el fluir de la vida y el cante jondo, la voz de la conciencia.  Un viaje entre estilos y temperamentos, sensaciones y sentimientos, que permiten que el espectador sienta el vibrar de esta manifestación artística.

Teatroenbogota@gmail.Com

 

Por Argenis Leal 

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar