Efraín García o más como "El Negro García", es de los pocos arrieros que quedan en Cajamarca. Los jóvenes que nacen en estas zonas no ven el campo como una opción para salir adelante. / Laura Valeria López Guzmán
Hacia las ocho y media de la mañana iba hacia el corregimiento de Anaime, a unos cuarenta minutos de Cajamarca, Tolima. La carretera pavimentada, con uno que otro bache, como es común en las vías terciarias, estaba rodeado de paisajes de diferentes tonos verdes. Al pasar la cabecera del corregimiento, el pavimento poco a poco se fue desvaneciendo. La tierra empezó a adueñarse del camino en medio de la lucha de la naturaleza por recuperar su territorio.
Por Laura Valeria López Guzmán / @Lauravalerialo
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