El Magazín Cultural

Estructuras de la naturaleza

La artista colombiana Johanna Arenas, reconoce y experimenta los procesos naturales como esplendor estético, preocupándose por las especies en peligro de extinción que predominan en la era del olvido.

Sandra Fernández
13 de diciembre de 2018 - 08:36 p. m.
En la exposición "Memorias del futuro", los nombres de las especies en vía de extinción aparecen en la entretela de 150 metros en una caligrafía inspirada en la escritura cuneiforme. / Cortesía
En la exposición "Memorias del futuro", los nombres de las especies en vía de extinción aparecen en la entretela de 150 metros en una caligrafía inspirada en la escritura cuneiforme. / Cortesía

Se despliega en el espacio una serpenteante forma, revuelta y continua que en su interior contiene triángulos horadados que conforman una palabra, una frase; tal vez con esfuerzo, se lee un nombre poco conocido o más bien olvidado. En el proyecto "Memorias del futuro", especies extintas y lenguas muertas de Latinoamérica reviven en esta enorme instalación que los enrolla. Sus nombres aparecen en la entretela de 150 metros en una caligrafía inspirada en la escritura cuneiforme, la primera que se conoce en la historia de la humanidad. En una segunda fase de este mismo proyecto, estas especies extintas o en peligro de extinción se reflejan en Colombia; de la flora nativa se resaltan las especies árboreas o sus maderas, plasmados nuevamente en aquella escritura poco descifrable como queriendo atrapar para mantener la atención y no olvidar. Una vez más estos nombres se acaparan en cada región del país. En el Amazonas por ejemplo, el Palo de rosa y la lengua indígena awa; mientras que en Boyacá el Roble como especie en peligro de extinción.

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“Me interesa explorar la naturaleza por los patrones de comportamiento que hay en la naturaleza. Todo lo que conforma la naturaleza tiene un desarrollo y un proceso muy particular. Cada uno tiene una singularidad y una manera de comportarse”, dice Arenas, y es que esta exploración se inicia con la curiosidad por la transformación de sus propios elementos, la degradación que visibiliza un hongo que con el tiempo transforma su forma y color, que aparentemente aparece dibujada en la cotidianidad y desde allí se convierte en el elemento primordial para visibilizar a través del arte.

Con más de treinta cultivos nace la serie "Rizophus" que se materializa en una serie de imágenes que se reproducen en cajas de luz presentadas en la galería Otros 360 grados en el 2014. La artista interesada en la arquitectura de este microorganismo, logra traducirlo para introducir al público visitante de su obra a un micro mundo que se confunde con el universo, estas imágenes aparecen como nebulosas que cambian de color y de textura, con lo que explica la artista: “Estos microorganismos hacen su labor, se degradan, cambian y luego esa materia vuelve al ambiente, desaparece y el hongo desaparece para nuestros ojos, entonces realmente es un proceso de transformación”.

De los seres vivos esta artista rescata sus procesos, mientras que los reconoce, recobran mayor fuerza en los proyectos que desarrolla. Es el caso de la serie "Tracing paper" (2012), una instalación hecha con papel mantequilla que es inspirada en los corales del mar, concentrándose en una belleza que se transforma con la luz. El sonido que emana esta instalación parece ser el del mar que escenifica la obra pero que realmente se trata del sonido del papel que se extrae durante la construcción de la obra, “empecé a desarrollar la obra con el papel mantequilla, quería algo que traspasara la luz, que tuviera algo de traslúcido por aquello del agua y cuando empecé a doblar el papel, con el tiempo el sonido coincidía con el agua”, dice la artista.

Aquel proceso de la naturaleza del interés de la artista, se reconfigura cuando se ve alterado por los cambios ambientales en el mundo, es así que muchas especies desaparecen porque su ecosistema cambia y no les da la oportunidad de regenerarse y en ocasiones de rescatarse. A partir de este hecho, Arenas se fija en una investigación netamente científica, guiada por los libros rojos de la comunidad científica que contienen las especies extintas y en peligro de extinción en el mundo: “A medida que se ha perdido el conocimiento por nuestra biodiversidad, se ha perdido la manera de poder rescatar especies que todavía no se conocen”.

De esta manera nace la primera fase del proyecto "Memorias del futuro" (2016), instalación en forma de rollo con los nombres de las especies y lenguas nativas que pretende resaltar aquellos que no deben ser olvidados y que para hacerlo posible, contó con un componente pedagógico con un enfoque científico en la Biblioteca EPM de la ciudad de Medellín.
En la segunda fase quise hablar sobre la deforestación en Colombia porque son 17 hectáreas cada hora devastadas desde el cinturón amazónico colombiano, la cifra más grande de la historia de la humanidad nunca antes reportada”, manifiesta Arenas, consiguiendo así en el 2018 desarrollar la segunda fase con el fin de salvaguardar las especies que muchos desconocen y que se encuentran en peligro de extinción. Con estos fragmentos de las regiones colombianas, logra enaltecer aquellos nombres de las especies endémicas de nuestro país sobrepuestos en múltiples capas de entretela, material hecho a partir de las fibras maderosas que son reutilizadas en empresas textiles. “Son armados con miles de capas que era una manera de hablar de lo que sacas de la tierra; al sacar el nombre de la especie hace referencia a eso, a lo que le quitamos, a lo que le sacamos a la tierra", dice la artista.

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La comprensión y el conocimiento que sugiere Arenas a partir de sus proyectos artísticos, nacen en una experimentación y absorbiendo las distintas transformaciones que la misma naturaleza le va dando para exaltarlos y ponerlos en los ojos del espectador. Es así que la importancia de su obra no sugiere únicamente un interés con los materiales en que las desarrolla, sino que se sujeta de las transformaciones ambientales a partir de los mismos estudios científicos que corroboran un deterioro progresivo de la biodiversidad, un apoyo en conjunto que busca visibilizarse para no quedarse plasmados en aquellos libros rojos que marcan el peligro de extinción de nuestro mundo que citando a Johanna Arenas: “Una especie depende también de su ecosistema, eso hace que la especie se mantenga y siga viviendo(…) la naturaleza tiene sus propias estructuras y van más allá de la mano del hombre”.

 

Por Sandra Fernández

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