Exposición las alhajas para la guerra contra el Perú, 1932 – 1933

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Al inicio de la guerra, el Gobierno acudió a la solidaridad del pueblo colombiano para defender su soberanía en la región de la Amazonía. Imbuidos de un espíritu patriótico, los ciudadanos contribuyeron de diversas formas: algunos donaron dinero y alhajas en metales preciosos para su fundición y así contribuir a la financiación de la guerra, otros prestaron su servicio en el frente de batalla defendiendo con las armas el país. Por decreto del presidente de la república, Enrique Olaya Herrera (1880-1937), se consideró que algunas de las piezas donadas merecían ser conservadas por su valor artístico e histórico. El Banco de la República, encargado de custodiar las joyas en 1932, las guardó en sus bóvedas preservándolas para futuras generaciones. Las alhajas son rescatadas 85 años más tarde y destinadas al Museo Nacional de Colombia, donde fueron investigadas por la Curaduría de Historia, y catalogadas con el apoyo de la Curaduría de Arqueología, el Área de Gestión de Colecciones y el Museo del Oro.

En la exposición se aprecian objetos relacionados con el contexto de la guerra, donados por uno de los soldados que hicieron presencia en el campo de batalla. Asimismo, por medio de un conjunto de fotografías y extractos de prensa de la época, se reflejan los valores cívicos despertados por la guerra en la ciudadanía colombiana y cómo estos, por iniciativa propia, decidieron contribuir de diversas maneras para la resolución victoriosa del conflicto. Finalmente, se presentan las alhajas de la defensa nacional. Un conjunto de piezas que por su excepcional calidad, suntuosidad en los materiales de elaboración y significado intrínseco para la historia nacional, fue conservado para las siguientes generaciones expresando tanto el fervor patriótico de una época, como un capítulo de la historia que cada una de ellas encierra en sí misma.

Patriotismo y patrimonio en tiempos de guerra: las alhajas para la guerra contra el Perú, 1932 – 1933, exposición realizada gracias a la iniciativa presidencial de destinar las alhajas al Museo Nacional de Colombia como objetos del patrimonio nacional, ofreciéndo a los visitantes una historia de los sentimientos patrióticos que movieron a la población colombiana en medio de un conflicto bélico internacional.