El Magazín Cultural
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Felipe Buitrago: ‘Seguiré poniendo a la cultura en el centro’

El nuevo ministro de Cultura, Felipe Buitrago, habla sobre su experiencia en el sector cultural, sus planes como jefe de esta cartera, su relación con el sector y la nueva Ley Reactivarte, aprobada el pasado 15 de diciembre.

Laura Camila Arévalo Domínguez
24 de diciembre de 2020 - 08:20 p. m.
Felipe Buitrago es egresado de la Universidad de los Andes en Economía, cuenta con una maestría en Política Pública Internacional de Johns Hopkins-SAIS. También es coautor de los libros ‘La Economía Naranja’ y ‘The No Collar Economy’.
Felipe Buitrago es egresado de la Universidad de los Andes en Economía, cuenta con una maestría en Política Pública Internacional de Johns Hopkins-SAIS. También es coautor de los libros ‘La Economía Naranja’ y ‘The No Collar Economy’.

Uno podría interpretar este nombramiento como un reconocimiento a su gestión en el Viceministerio de la Creatividad y la Economía Naranja, pero ¿cuáles son los logros que usted destacaría sobre su gestión?

El trabajo en la implementación de medidas para fortalecer al sector cultural han sido las herramientas que más satisfacción me han dado. Poder poner en marcha los incentivos a la inversión, poder activar los programas y procesos de formación de la mano del SENA, poder activar el trabajo más profundo con el Ministerio de las TIC, el trabajo con el Ministerio de Trabajo para poder sacar adelante los Beps naranja, entre muchas otras cosas. En realidad el trabajo que se ha hecho es muy amplio y es difícil escoger alguna actividad particular. Me emociona que hemos logrado satisfacer el ecosistema creativo del país y que eso nos ha ayudado a mitigar el impacto de la pandemia y nos va a ayudar muchísimo con la reactivación.

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¿Cuáles son sus planes ahora que deja el viceministerio enfocado en la economía naranja y se posesiona en el que abarca toda la cultura nacional? Se lo pregunto porque usted, fundamentalmente, es economista, y eso en el anterior viceministerio se justificaba un poco mejor, pero ahora también tendrá en sus manos los recursos para la cultura…

Yo no creo que uno pueda ser ministro de algo porque sea economista o no: hay abogados, politólogos y diferentes personas que han estudiado carreras que pueden no tener que ver con la cartera que lideran. Mi experiencia y formación es toda en política pública alrededor de la cultura. He trabajado en el sector durante 18 años y he conocido varios exministros con los que tengo una buena relación, además de los exviceministros. Tengo cercanía con gente del sector cultural, de hecho son más personas de las que conozco alrededor de la economía naranja, pero sin duda el rol que juega el ministerio, hoy por hoy, es mucho más protagónico que el que tenía antes, y mi misión será continuar poniendo a la cultura en el centro de la agenda de crecimiento, desarrollo y reactivación del país.

Esta pregunta se la hacen algunos integrantes del sector: ¿para usted hay alguna diferencia entre economía naranja y cultura? Ellos, por su parte, creen que toda actividad económica es susceptible a la creatividad, pero eso no las convierte en arte y cultura...

La gente tiene derecho a pensar lo que quiera. La cultura es un concepto muy amplio e inclusive el ministerio en su misionalidad no trata toda la cultura, sino que se enfoca en la diversidad cultural y, particularmente, en las expresiones artísticas y las del patrimonio inmaterial y material, en la promoción del acceso para disfrutar de la cultura en diferentes partes del país.

Algunos no quieren ver la importancia que tiene la cultura en el desarrollo económico, pero lo cierto es que en todas las actividades de la cultura siempre hay uso de recursos, creación de oportunidades y empleos. Esto es muy importante para los que se quieran formalizar y vivir de la cultura. Para quienes hacen arte con las uñas no debería ser así: deberíamos tener un fortalecimiento que permita que tengan seguridad social, acceso a la vivienda digna, salud y alguna predictibilidad en sus ingresos. Ahí hemos fortalecido mucho el programa de estímulos, pero es además todo el ecosistema: la infraestructura, conectividad, la formación profesional y de las audiencias.

Todo esto es lo que uno trabaja en el desarrollo de la cultura y una parte importante de ese ecosistema es la articulación que hay en ciertas actividades productivas dentro del sector, que es lo que llamamos economía naranja. El propósito aquí es fortalecer todo el ecosistema incluyendo las partes patrimoniales, las que se transan por fuera del mercado y las que se transan al interior. Todas son importantes.

Sobre la nueva Ley Reactivarte: ¿se tomó en cuenta el Plan de salvamento propuesto por algunos actores del sector cultural? Se enfatizó mucho en el carácter incluyente del proyecto de ley, que se construyó a partir de la concertación entre partidos políticos, así como de unas mesas de trabajo con la ahora exministra de Cultura y su equipo, pero ¿y los artistas?

Nosotros recibimos más de 2.000 derechos de petición en el marco de la pandemia y la totalidad fueron respondidos. Alrededor del 70% de las solicitudes fueron contestadas con soluciones concretas y, en muchísimos casos, identificando necesidades y articulándolas con las medidas de mitigación.

Hay un Plan de salvamento que presentó un pequeño grupo dentro del sector en el que pedían 9 billones de pesos en transferencias monetarias no condicionadas y a costa del desfinanciamiento de la salud y el Banco de la República. Esa es, claramente, una propuesta inviable, pero sí tomamos en cuenta que dentro del texto se hablaba de la importancia de fortalecer los recursos para el sector y procesos de formalización. También se habló de darle liquidez a la creación cultural y la ley, precisamente, se enfoca en la creación de un fondo que nos da una versatilidad y una posibilidad de buscar más recursos.

Logramos devolverle el 20% de los recursos de la estampilla que iban para el Fonpet a los departamentos y municipios, lo que representa un fortalecimiento de casi 100.000 millones de pesos anuales para la cultura en los territorios. Es plata que se ejecutará de manera descentralizada por parte de los entes territoriales. También nos permitió mantener la reducción de la retención en la fuente que afecta a los artistas, gestores y empresas porque este es un sector en el que se hace mucha intermediación.

Cuando contratan a un artista o a un gestor le dan los recursos para hacer el proyecto y, muchas veces, se los entregan completos, pero la retención que hacen sobre eso los obliga a hacer un anticipo de pago de impuestos y después pedir la devolución. Entonces quienes en el sector no tengan que declarar renta se benefician porque la retención es más baja, pero quienes declaran, aunque no paguen menos impuestos, cuentan con mayor liquidez. Asimismo, los esfuerzos que se habían hecho en el pasado por crear un registro y no habían sido exitosos, ya surtieron efecto. El registro ya fue creado e implementado y a través de la ley ha quedado de manera perenne para poder captar mejor la información y llegar a todos los artistas y creadores.

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Sobre el registro que menciona, ¿para cuándo calculan que tendrán un panorama más claro sobre cuántos artistas hay en el país y dónde están ubicados?

El registro es voluntario, es decir, no podemos obligar a nadie a que se inscriba, pero en la medida en que necesiten o quieran acceder a programas de estímulos tendrán que registrarse. Eso nos dará una aproximación cercana sobre todos los que hacen parte del ecosistema a nivel nacional. Por otro lado, nosotros ya tenemos la medición del DANE y las personas que están ocupadas en materia de economía naranja en el país se acercan a las 600.000. En este momento, claramente, hay una disminución en ese número por cuenta de la pandemia y, más o menos, alrededor de la cuarta parte son artistas, creadores y gestores. Es decir, nosotros calculamos que entre 130 y 150.000 personas en el país ejercen la labor de las artes, la cultural, el patrimonio y la gestión cultural. Esa cifra la tendremos mucho más clara en la medida en que los registros administrativos que seguimos trabajando nos vayan validando los nombres.

¿Con la ley Reactivarte y la creación de Foncultura habrá un presupuesto para Mincultura y otro para el fondo?

El presupuesto del Ministerio sigue siendo para ministerio. El fondo le da la facultad al ministerio de poder, por ejemplo, darle viabilidad a proyectos que puedan recibir financiación privada o pública. Por otro lado, nos permitirá impulsar procesos que hoy no podemos promover porque tenemos la limitación de la anualidad presupuestal. Por ser una cuenta especial, el fondo permite que yo, por ejemplo, a través del programa de estímulos, deje de impulsar procesos que solo sean de un año a otros que sean de dos o hasta tres años. Lo mismo con los estímulos: podemos entregar becas de creación que superen la anualidad presupuestal y eso le da la versatilidad al ministerio de poder tener más dinamismo y pertinencia en su oferta institucional.

Queda una tarea pendiente porque este no era el año para crear impuestos, y es la creación de una fuente de recursos propia del fondo. Eso es una tarea que estamos adelantando con Hacienda y es algo muy técnico que tiene que quedar muy bien hecho para que esa fuente de recursos sea apropiada y sostenible. Esto nos ayuda a articular mucho mejor, tanto con los departamentos y municipios, acciones que se ven limitadas, precisamente, por la ausencia de una herramienta como el fondo.

El fondo tendrá una fuente de ingresos autónoma según lo que usted dice, pero ¿en qué consisten las apropiaciones de MinCultura como una de las fuentes de ingresos para este fondo?

Sí, es lo que te acabo de decir: como este no es un año en el que uno pueda hacer una reforma tributaria, tenemos la tarea de crearle una fuente de financiación permanente al fondo para enriquecerlo y fortalecerlo. Sin embargo, e incluso sin la fuente, ya el fondo es muy importante para dinamizar el trabajo de la cultura en los territorios.

Para precisar: es decir que mientras eso pasa, mientras se crea la fuente de financiación autónoma para el fondo, ¿el presupuesto que tiene MinCultura será usado por Foncultura?

No, los ministerios tienen un presupuesto que se utiliza en la misionalidad y en las metas que tienen el plan de desarrollo de manera articulada con los entes que sean necesarios. El fondo tiene múltiples fuentes de financiación y tiene muchos posibles usos, uno de ellos es el que se usará mientras tenemos una fuente autónoma, otro uso puede ser, por ejemplo, la ejecución de programas de cumplimiento del ministerio. Otros casos pueden ser la ejecución de programas comunes entre el ministerio y entes territoriales, además de otras actividades del Gobierno Nacional.

La existencia de un fondo no implica la transferencia de recursos del ministerio a ese fondo, solo quiere decir que habrá flexibilidad en la ejecución y el cumplimiento de metas como el Programa de concertación, que es un programa de transferencias en el que el ministerio recibe unos recursos de Hacienda, hace una convocatoria y los que aplican reciben el recurso. Hoy por hoy, por la naturaleza del ministerio que está sujeta a la anualidad presupuestal, este no puede sino otorgar recursos para proyectos y procesos que duran hasta un año, pero en el marco del fondo uno podría romper eso, algo que nos han pedido mucho en el sector desde hace muchísimos años.

Vamos a poder impulsar procesos que sean multianuales, es decir, de mayor impacto y transformación del territorio, porque al hacer la convocatoria multianual sería posible poner los recursos en el fondo mientras se ejecuta ese proceso. Adicional a eso, muchas veces tenemos problemas para recibir recursos de cooperación internacional: si la cooperación quisiera darle plata al ministerio, tendría que primero entregársela al ministerio de Hacienda y esperar a que ellos le den la plata a MinCultura. Ahora podríamos recibir la plata en el fondo y ejecutarla con los criterios acordados con los donantes. Es una herramienta que le da mucha versatilidad a la ejecución de los procesos culturales en el país.

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Entre esos recursos hay algunos que antes tenían destinaciones específicas para la seguridad social de los artistas, como la Estampilla Procultura, pero ¿es constitucional cambiar la destinación de estos recursos?

La estampilla procultura no tiene nada que ver con el Fondo.

¿Ahí no entran esos recursos?

Por una ley de la década anterior, todas las estampillas tenían que destinar el 20% del recaudo a llenar los vacíos del FONPET. Muchos departamentos y municipios ya cumplieron con ese objetivo y la primera a la que le liberamos el uso de ese 20% es a la Estampilla procultura. Esto implica un aumento de recursos en los territorios de casi 100.000 millones de pesos anuales para invertir en cultura de manera autónoma desde los municipios y departamentos. Ahora, si un municipio o departamento usa recursos de la Estampilla procultura en un proyecto y quiere poner ese recurso junto con el ministerio en el Foncultura para su ejecución, se puede.

Al preguntarle por los reclamos de algunos integrantes del sector, siento que no entiende de dónde se originan porque, según su percepción, las cosas se están haciendo al derecho, pero ellos se siguen quejando de una falta de interacción con el ministerio, de una falta de participación en la política pública, en las iniciativas, incentivos y todo lo que sea crea desde el ministerio para el sector, ¿qué les diría ahora que será usted quien lo lidere?

Nosotros hemos estado abriendo canales de participación como nunca antes en la historia del ministerio. Hemos tenido cualquier cantidad de talleres, espacios de consulta y hemos sido de los más fervientes convocadores del Consejo Nacional de Cultura. Hemos organizado encuentros especiales para el sector y, de hecho, recientemente publicamos las memorias de los espacios Cultura Crea en los que participaron alrededor de 200 expertos.

Ahora tenemos abierto un proceso de participación supremamente amplio para la actualización del Plan Nacional de Cultura. Nosotros estamos completamente abiertos, lo que pasa es que hay gente que no atiende a estos espacios y se queja de falta de canales de comunicación. Ahí estamos y hay gente a la que le gusta y a la que no le gusta lo que hacemos, es normal. Nuestra conversación es amplia y los que quieran participar son bienvenidos.

Creo que todos tenemos derecho a opinar lo que queramos, pero cuando lo hacemos no podemos arrojarnos a hablar por todo el sector o pensar que tenemos una verdad revelada. Nosotros hacemos lo que está dentro del marco de la ley y lo que se estipuló en el Plan de desarrollo, que además fue elegido por los colombianos.

Qué opina de la gestión de la exministra Carmen Inés Vásquez, ¿le dará continuidad a sus iniciativas?

Con la ministra he aprendido mucho. Ha sido una jefe generosa en sus consejos, acompañamientos y espacios para trabajar. Ella ha hecho una labor encomiable en democratizar y descentralizar la oferta institucional del ministerio. Hemos logrado llegar a casi 1.000 municipios, algo que antes había sido imposible. Tenemos unas bases muy fuertes para seguir trabajando en esa cercanía con los entes territoriales en la Colombia profunda. También me dio un respaldo muy importante en el trabajo con economía naranja e impulsó procesos importantes de fortalecimiento de patrimonio como la ampliación de la Red de escuelas taller, entre muchas otras cosas.

A mí me corresponde darle continuidad a los legados que deja la ministra porque son parte de la misionalidad del lugar que ahora lidero. Tal vez habrá temas que manejaré distinto, pero serán asuntos de forma. En el fondo la guía está en el plan de desarrollo, que es la visión del presidente.

¿Quién lo reemplazará en el viceministerio?

El presidente está evaluando nombres.

Laura Camila Arévalo Domínguez

Por Laura Camila Arévalo Domínguez

Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com

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H. Callejas(4167)27 de diciembre de 2020 - 02:04 p. m.
El señor eventualmente puede ser asesor economico del Ministerio, pero de cultura no tiene ni la menor idea
Franz(62252)25 de diciembre de 2020 - 11:55 a. m.
Una colección de lugares comunes ("cultura es un concepto muy amplio", "los que quieran participar serán bienvenidos") de "lo cultural" entendido como un subsector del libre mercado. Reduce la diversidad a un tema de actos o bienes a los que "se tiene acceso" como con cualquier servicio de agua, luz o internet. Ni "cultura ciudadana" ni "cultura de la viveza", no maneja conceptos el ministro.
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