Hablemos de improvisación: Rasgos Idiomáticos de la Improvisación

Jaime Andrés Castillo se formó como guitarrista de jazz en el Chicago College of Performing Arts, en Roosevelt University. Entre sus producciones discográficas se cuentan los dicos Tierra Acústica (2012) y El Almíbar de la Celesta (primera edición 2013, segunda edición 2018). / Archivo particular

La improvisación es una creación espontánea de música, acompañada mientras es desarrollada. También puede darse sin acompañamiento. Elementos como la originalidad, la complejidad, la dinámica y la expresión, entre otros, determinan el grado de elocuencia del discurso de la improvisación. A diferencia de la composición, la improvisación no es preparada con antelación: es inmediata, se da al tiempo de ser ejecutada. Se entrena para hacer improvisación.

Es un diálogo donde el instrumentista conversa con elementos como la melodía y la armonía. Se desarrolla este diálogo entre los otros músicos que están acompañando, y el resultado varía dependiendo del carácter de cada músico. Es un momento para encontrar la expresión y depurarla tanto como sea posible haciendo alusión a la técnica.

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Una característica de la improvisación en jazz es que está preestablecido el tema sobre el que se va a improvisar, y existe una parte específica para, exclusivamente, escuchar la improvisación. Los improvisadores pueden ser escogidos acordándolo desde un principio, o pueden darse de forma espontánea durante el momento de tocar el tema.

La improvisación es un elemento relevante en el jazz. Hace las veces de aumentar la expectativa para el interés del oyente y es donde los demás músicos son los escuchas y altos jueces.

Yo encuentro la improvisación como algo que me entretiene y despierta mi interés cuando oigo a los otros músicos improvisar. En un taller que realicé alguna vez, encontré interesante para realizar la improvisación el hecho de contar con rasgos idiomáticos del instrumento como rasgar las cuerdas con la uña (pick), jalar las cuerdas como efecto, frotar las cuerdas contra el mástil, etc. Un encuentro con el instrumento muy cercano al conocimiento del mismo siempre va a ayudar a tener un mejor acto musical.

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La improvisación usualmente tiene un clímax, el cual es la meta para todo improvisador. Hay la posibilidad de no llegar al clímax. De llevar otro tipo de improvisación sin clímax; de dar lugar a atmósferas o colores que no incluyen necesariamente clímax.