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'Inxilio', la danza que conmemora a las víctimas del conflicto armado

Estará en Bogotá el próximo 10 de junio y en Cartagena, el 10 de diciembre de este año, para conmemorar el día Internacional de los Derechos Humanos.

Lorena Arboleda Zárate
18 de abril de 2013 - 07:33 a. m.
Cortesía
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Ellas se sienten unas celebridades. Y, sin duda, lo son. Por eso Álvaro Restrepo, director de El Colegio del Cuerpo, en Cartagena y líder de la obra Inxilio, no dudó en ponerles una alfombra roja a estas 150 Víctimas que le Importan al País, o V.I.P., que en realidad son víctimas del conflicto armado en Colombia y hacen parte de la ceremonia que compone el Sendero de Lágrimas.

Se trata del primero de cuatro momentos de una puesta en escena que incluye a otros 50 artistas adicionales. Pero para Restrepo, las mismas víctimas son la esencia de la obra. "Inxilio es con ellos, para ellos y por ellos. Los demás oficiantes estamos a su servicio para visibilizar y dignificar su drama", comenta.

Jorge Mario Múnera, fotógrafo y amigo de Restrepo, fue el que le dio el nombre a la obra. A él fue a quien le escuchó este vocablo (Inxilio) "por primera vez", pese a ser un término ya usado por el poeta antioqueño, Juan Manuel Roca (Premio Nacional de Poesía U. Antioquia, en 1976, por Luna de Ciegos, exdirector de El Magazín de El Espectador). "Quiere decir 'exilio interior'. Creo que da la dimensión del drama de los cerca de 6 millones de colombianos que viven en esta patria paralela de exiliados internos", explica Restrepo.

El pasado 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, el presidente Juan Manuel Santos fue testigo del segundo momento de Inxilio: El Círculo de la Palabra. Así lo bautizó el director. Tuvo lugar en la capital de Antioquia y Santos, ese día, escuchó a 11 víctimas en representación de los relatos de miles de dolientes colombianos. Ellas hablaron del perdón, de la no repetición, de la paz y del arte como método de sanación.

El Colegio del Cuerpo ya ha trabajado antes con jóvenes provenientes de sectores vulnerables, específicamente de Bolívar. Víctimas de la exclusión, pandilleros, población desplazada, víctimas de la guerra y de la violencia económica han estado de la mano de Restrepo, quien estima que, en Cartagena, el 70 por ciento de los habitantes vive bajo la línea de pobreza.

"El tercer momento es para la Música y la Danza: la Sinfonía de las Lamentaciones, del compositor polaco Henryk Górecki, abre el momento de las marchas, de los éxodos, de los desplazamientos", continúa explicando Restrepo, quien destaca el tiempo récord con el que se logró hacer el montaje completo: 10 días. "Ya la obra estaba totalmente diseñada y estructurada gracias a la experiencia que tuvimos en Bogotá, en el 2010. Fue poco tiempo, pero intensivo. Movilizar a 200 personas es difícil y costoso", cuenta el coreógrafo.

Y es que hace tres años, Inxilio tuvo lugar en el Coliseo Cubierto El Campín, como parte de uno los eventos de conmemoración del Bicentenario. Fue una invitación especial que le hizo el escritor William Ospina. En ese momento, la obra se hizo como homenaje a la población en situación de desplazamiento forzado en Colombia.
Bruce Mac Master, economista cartagenero y actual Director del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social -en 2010, viceministro de Hacienda- consideró, según relata Álvaro Restrepo, que la obra sería "el evento perfecto para la ceremonia de la promulgación de la Ley de Víctimas. Pero no la alcanzamos a remontar para esa fecha y, dos años más tarde, Paula Gaviria Betancur, nieta del expresidente Belisario Bentacur y Directora de la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), luego de ver un video de la ceremonia, propuso presentarla en fechas conmemorativas este año como parte de las estrategias de reparación simbólica que ha diseñado la entidad a su cargo".

Restrepo reniega de quienes critican la participación de Inxilio dentro de las actividades del gobierno. "Se dice que el arte y los artistas deberíamos estar siempre en la oposición y no acompañando estas acciones. Pero ECDP está también en la oposición: nos oponemos a la guerra, a perpetuar este estado de dolor e injusticia que ha generado tanta violencia y demencia social".

La Carta al Mundo es el último momento. Tiene un mensaje de reconciliación que entregan las víctimas al público, por supuesto, con un trasfondo de esperanza al derecho que tienen de ser reparadas. Restrepo no se atreve a mencionar una historia en especial que merezca ser recordada sobre otras igualmente importantes. Pero recuerda con especial cariño a aquellas víctimas de minas antipersona que, a pesar de su limitada condición física, fueron constantes en los ensayos de la obra, que les exigía más de cinco horas diarias. "Y todas estaban dispuestas a perdonar. A pasar la página", confiesa Restrepo.

Además de la presentación que se llevará a cabo en Bogotá el próximo 10 de junio, los artistas de Inixilio se presentarán en Cartagena, el 10 de diciembre de este año, para conmemorar el día Internacional de los Derechos Humanos.

Por Lorena Arboleda Zárate

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