Joyería como arte en el Museo de Trajes

Paola Pérez, joyera, directora de la Galería de Arte Portable y curadora de la muestra, acompañada de las cinco mesas de joyería, con la historia de cada artista. / Lucas González Betancur

Durante varios días Paola Pérez, artista, joyera y directora de la Galería de Arte Portable, caminó por las calles del barrio La Catedral, a espaldas de la Plaza de Bolívar, tratando de conseguir cinco mesas tradicionales como en las que ella y muchos de los joyeros de la Carrera Sexta, aprendieron y aprenden aún hoy, el oficio. 

Sin prisa, recorrió las calles 11, 12 y 12b, y las carreras 5ª, 6ª y 7ª, donde existen cerca de 250 locales dedicados a este arte y que por más de un siglo han reunido a varias generaciones de joyeros. Un sector vibrante, que ha visto transitar a buscadores de tesoros, enamorados y amantes de las piedras preciosas; que ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos y que hoy, sigue aportando a dinamizar la economía de la localidad.

Paola tocó puertas, dio explicaciones y convenció a sus colegas hasta que logró conseguir sus cinco mesas soñadas. Le atrajo que ninguna ocultaba sus imperfecciones, ni sus bordes maltratados, ni sus cajones desportillados. Era evidente el exceso de uso y se preguntó cuántos joyeros habrían pasado por ellas, y cuántas piezas habrían sido elaboradas allí. 

Con este peculiar cargamento llegó hasta el Museo de Trajes, en el corazón de La Candelaria, lugar elegido para presentar: Exploraciones empíricas en el arte portable, una mirada a la Joyería Artística local, la primera exposición itinerante de su galería.

Cuando el equipo del museo vio las mesas tan desgastadas no ocultó su sorpresa y preguntó, esperanzado, si tenía pensado “pintarlas o ponerlas bonitas”. Ella sonrió y con la tranquilidad que la caracteriza les explicó que las mesas iban a lucirse así, porque esa autenticidad era el elemento esencial de la muestra.

Cada una expondría los objetos, dibujos, herramientas, materiales e inspiraciones de cinco autores colombianos seleccionados que, sin formación oficial en Artes Plásticas, han logrado en sus más de 25 años de experiencia hacer relevantes aportes a la joyería artística del país. Ellos son Jairo Barbosa Neira, Natalia Olarte, Lucía Ortiz Monsalve, Christian Kiseno e inclusive, la misma Paola Pérez. 

Cuando terminó de hacer el montaje, el equipo del Museo de Trajes respiró tranquilo. Sobrio, elegante y sobre todo conmovedor, porque cada mesa parecía haber asumido el espíritu del ese artista que representa. “Lo que me interesaba era hablar a través de la mesa de joyería”, dice Paola mientras explica que nadie se hace experto en joyería sin pasar muchas horas sentado en la mesa tratando de crear, convirtiendo sus manos en un instrumento capaz de transformar distintos materiales en pequeñas obras de arte. 

Beca Barrio Bienal

Para ella este premio es un reconocimiento al esfuerzo invertido desde 2015 en la creación y consolidación de una Galería de Arte Portable, cuyo foco ha sido “darle un puesto importante a la joyería artística nacional. Durante este tiempo hemos realizado trece exposiciones temporales, colectivas e individuales; hemos trabajado con 117 artistas de distintas nacionalidades, disciplinas y edades; y nos hemos convertido en una propuesta especializada en la ciudad, que expone, visibiliza y circula la joyería artística”. 

Por eso, cuando hizo la curaduría para la exposición, trató de elegir a cinco autores que, a partir de sus exploraciones individuales, reflejaran el trabajo de toda la comunidad de joyería artística de Bogotá.

Exploración, empirismo y portabilidad

Y concluye que “el arte portable reúne lo efímero (esa mujer con su brillo único vista al paso en la ciudad) con este largo proceso de aprendizajes. En el mismo objeto coinciden las vidas humanas, tan distintas, de quien lo luce a los ojos del mundo, y de quien pacientemente lo labró, escondido detrás de su mesa, transformando la materia hasta lograr la visión que escondía su espíritu”. 

La beca concedida a la Galería de Arte Portable le permitió no sólo montar la exposición en la bella casa colonial que desde 1975 acoge al Museo de Trajes, vecino a los talleres y almacenes de joyería tradicional del Centro de la ciudad; sino que le dio la oportunidad de invitar al gremio de joyeros y a los artistas de La Candelaria, a participar en tres talleres: Vaciado de Resina con Christian Kiseno; Introducción al Cincelado con Jairo Barbosa y Creación con Lucía Ortiz.

“En ellos queremos compartir el conocimiento y devolverle a esta comunidad un poco de eso que nosotros recibimos cuando empezamos a trabajar en el oficio”, dice Paola Pérez, mientras observa, en el pasillo del segundo piso del Museo de Trajes, las urnas que exponen los más recientes trabajos de los seleccionados; un resumen de ese ejercicio exploratorio que los ha llevado a meterse en el mundo del arte desde su oficio de joyeros.  

La exposición estará disponible hasta el 31 de enero de 2019. La programación, visitas guiadas, talleres, perfiles de los artistas e imágenes que recogen esta experiencia, se pueden consultar en la página de la galería: www.facebook.com/GaleriaDeArtePortable/