El Magazín Cultural

La cultura en la ley de financiamiento

El sector tenía dudas, los analistas también. Sin embargo, la cultura colombiana se ve beneficiada con la aprobación de la Ley de Financiamiento.

Daniel Grajales T. 
22 de diciembre de 2018 - 07:55 p. m.
Imagen de la ministra de Cultura, Carmen Vásquez Camacho, en el Congreso de la República, durante las sesiones en las que se debatió la nueva Ley de Financiamiento.  / Cortesía
Imagen de la ministra de Cultura, Carmen Vásquez Camacho, en el Congreso de la República, durante las sesiones en las que se debatió la nueva Ley de Financiamiento. / Cortesía

Había muchos fantasmas. Algunos sujetos a las declaraciones de exfuncionarios del gobierno Santos, otros, fundados en quienes, desde el sector cultural, reclamaban beneficios y no nuevos impuestos para las artes, el desarrollo de la economía creativa o los emprendimientos culturales.  Sin embargo, la sesión plenaria del 18 de diciembre, en la cual se dio por aprobado el Proyecto de ley no.197/2018 Senado, 240/2018 Cámara “por la cual se expiden normas de financiamiento para el restablecimiento del equilibrio del presupuesto general y se dictan otras disposiciones”, lo que se ha llamado Ley de Financiamiento, resultó siendo fructífera en lo que respecta a la cultura, según dijo la ministra de Cultura, Carmen Vásquez Camacho. 

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De acuerdo con Vásquez Camacho, “la Ley de Financiamiento que se aprobó en el Congreso representa una reactivación económica en favor del emprendimiento y del desarrollo empresarial. En esa línea, y entendiendo la cultura como motor de transformación social y económico de los territorios, y actor clave para el impulso de la Economía Naranja; de la mano del Gobierno y del Congreso de la República, logramos que las propuestas que tocaban el sector quedaran excluidas del texto aprobado. Los colombianos pueden estar tranquilos en ese sentido”.

Y es que, leyendo y analizando el texto, se puede entender de qué manera la Ley de Financiamiento dejará un impacto positivo y se orientará en otorgar mayores garantías a los emprendedores que le apuesten a la economía naranja.  En silencio, cuando las presiones más recaían sobre ella, la ministra de Cultura realizó las aclaraciones políticas sobre por qué se debían mantener los beneficios al sector, además de reiterar lo provechoso que es para el país tomar decisiones como la exención de impuestos durante los primeros cinco años para emprendedores de los diferentes niveles.

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De acuerdo con la Ley, a partir del próximo 2019 se abren las puertas para que haya desarrollo de infraestructura cultural por presupuesto. De igual forma, continúan excluidos de IVA el papel, los objetos con interés artístico, cultural e histórico comprados por parte de los museos que integran la Red Nacional de Museos; así como las boletas de entrada a cine, a los eventos deportivos y culturales. 

También, MinCultura consiguió la adquisición de licencias de software para el desarrollo comercial de contenidos digitales, el servicio de arrendamiento de inmuebles para vivienda y el alquiler de espacios para exposiciones, para muestras artesanales nacionales, incluidos los eventos artísticos y culturales. 

Se mantiene la exención de IVA al libro con derecho a devolución, también se conserva el parágrafo sobre cine, TV y contenidos audiovisuales, que consagra la exención de IVA a los servicios exportables en estos campos. Es importante resaltar que se mantiene el artículo 401 del Estatuto Tributario que permite, vía reglamentación, una tarifa especial de retención en la fuente por concepto de premios y estímulos culturales, así como el Impuesto Nacional de Consumo (INC), con destinación para el sector cultura.

Entre fantasmas y silencios

Si bien la decisión de la cartera cultural fue no dar declaraciones y no llevar al congreso cámaras o periodistas para no prender más fuego a lo que ya había encendido la exministra de Cultura Mariana Garcés, quien para un medio nacional escribió un texto que alertaba sobre el error que sería cobrarle impuestos a la cultura, precisando que “aprobar estos aspectos de la reforma propuesta sería un gran retroceso para la cultura”, el trabajo de la actual dirigente cultural consistió en dar coherencia a los mencionados ideales de economía naranja que desde el inicio de su campaña ha promovido el presidente Iván Duque.

Vestida de chaqueta amarilla, Váquez Camacho afirmó ante los representantes a la Cámara, senadores y a sus propios colegas de ministerios relacionados, que debía haber una mejora de las condiciones para emprender, un espaldarazo a apuestas como la Ley del Espectáculo Público, que, por fin, le dejaran claro al país que MinCultura sí es una apuesta de desarrollo para el mandatario de turno.

Como ya había dicho Mariana Garcés, las cifras que arrojaban las medidas inicialmente planteadas “no son significativas para contribuir con el incremento de las finanzas públicas, pero sí para debilitar un sector que lograba fortalecerse. Así las cosas, la reforma en materia de cultura resultaba “una contradicción”.

Además de sostener los apoyos, la Ley deja en claro que, en lo que corresponde a la exención del impuesto a las ventas, uno de los grandes fantasmas, el sector debe despreocuparse. De acuerdo con el numeral quince de esta sección de la legislatura, “el servicio de arrendamiento de inmuebles para vivienda y el arrendamiento de espacios para exposiciones y muestras artesanales nacionales, incluidos los eventos artísticos y culturales”, está excluido. Así mismo, ya en el numeral 18, queda claro que no pagarán impuesto a las ventas “las boletas de entrada a cine, a los eventos deportivos, culturales, incluidos los musicales y de recreación familiar, y los espectáculos de toros, hípicos y caninos”.

Otra asustadora sombra eran las rentas exentas, a partir del 2019. Parecía que el nuevo año traería cobros nuevos, pero no fue así. Las únicas excepciones legales de las que trata el artículo 26 del Estatuto Tributario comienzan en su primer renglón con el “incentivo tributario para empresas de economía naranja. Las rentas provenientes del desarrollo de industrias de valor agregado tecnológico y actividades creativas, por un término de siete (7) años (…)", siempre que las sociedades tengan su domicilio principal dentro del territorio colombiano, y su objeto social exclusivo debe ser el desarrollo de industrias de valor agregado tecnológico y/o actividades creativas; asimismo, deberán ser sociedades constituidas e iniciar su actividad económica antes del 31 de diciembre de 2021. 

Las actividades que califican para este incentivo son, entre otras decenas más, las siguientes: creación literaria, artes plásticas y visuales, creación teatral, creación musical, investigaciones de ciencias sociales y humanidades, funcionamiento de museos, conservación de edificios y sitios históricos, fabricación de joyas, bisutería y artículos conexos; edición de libros, edición de programas de informática (software), producción de películas cinematográficas, videos, programas; anuncios y comerciales de televisión, posproducción de películas cinematográficas, videos, programas, anuncios y comerciales de televisión, actividades de distribución de películas.

De acuerdo con la gestora cultural Olga Elena Vásquez, magister en Administración de Empresas Culturales de la Universidad de Buenos Aires, lo logrado “es un incentivo para todos los emprendimientos culturales, porque tiene unos beneficios tributarios que ayudan a la formalización de las empresas. Históricamente, el sector cultural ha sido demasiado informal en Colombia, han sido escépticos a formalizarse y, aunque esto ha cambiado en los últimos años en áreas como audiovisuales y artes plásticas, esta no pérdida de garantías con la Ley de Financiamiento es un impulso que apunta a que continúen los casos de formalización”. 

De acuerdo con la experta, tener beneficios tributarios hace que “la cultura pueda comenzar a registrarse como entidad con ánimo de lucro y no continuar siendo entidades sin ánimo de lucro, que es como, hasta ahora, se han registrado las empresas culturales”. 

Lo que viene

Si bien el panorama parece alentador para la cultura en 2019, por lo menos en lo que respecta a impuesto y rentas, todavía hacen falta más acciones para que el camino hacia el desarrollo del sector sea mayor.  Esto lo tiene claro la ministra Vásquez Camacho, quien aseguró en declaraciones para El Espectador que para 2019 consiguió un incremento en el presupuesto de inversión “en más de 125% frente a lo establecido en el anteproyecto de esta cartera”. 

Según dijo, también le aprobaron recursos de regalías “por más de $40 mil millones para los departamentos de Valle del Cauca, San Andrés, Cauca, Huila, Risaralda, Nariño, Casanare, Córdoba, Boyacá y Caldas”, mientras que destinarán “$19.500 millones para La Guajira y Chocó”. 

Por otra parte, MinCultura hará alianza con Ecopetrol y el Banco de la República, “por el desarrollo de la cultura del país, con el que garantizaremos infraestructura para más Escuelas Taller y Talleres Escuela, y así fortalecer los oficios tradicionales y potenciar la capacidad para nuevos y mejores emprendedores”. La ninistra concluyó que “el reto, es lograr que, para 2022, Colombia sea referente en innovación e industrias creativas para Latinoamérica y el mundo”.

Por Daniel Grajales T. 

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