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La fijación del sudeste asiático con la parafernalia nazi

La ídolo adolescente tailandesa Namsai temió ser expulsada de la banda BNK48 después de aparecer en un escenario con una camiseta con la esvástica, pero confesó que sin la polémica habría seguido ignorando la naturaleza del símbolo nazi. 

AFP
04 de marzo de 2019 - 09:57 p. m.
Desde esvásticas en los mercados tailandeses hasta selfies con esculturas de Hitler en Indonesia, los símbolos nazis son fáciles de encontrar, un problema que los críticos atribuyen a la ignorancia y a una extraña fascinación por el régimen fascista. / Cortesía
Desde esvásticas en los mercados tailandeses hasta selfies con esculturas de Hitler en Indonesia, los símbolos nazis son fáciles de encontrar, un problema que los críticos atribuyen a la ignorancia y a una extraña fascinación por el régimen fascista. / Cortesía

Mientras Europa lucha contra el antisemitismo, el sudeste asiático afronta la falta de comprensión sobre el significado de la simbología nazi, que aparece en los espacios públicos. 

Desde esvásticas en los mercados tailandeses hasta selfies con esculturas de Hitler en Indonesia, los símbolos nazis son fáciles de encontrar, un problema que los críticos atribuyen a la ignorancia y a una extraña fascinación por el régimen fascista.

"Me sorprendió", dijo la arrepentida estrella de 19 años sobre la polémica. "Pero fue culpa mía. Debería haber sido más consciente". 

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BNK48 es una de las bandas de chicas más populares del país, con 50 miembros que realizan coreografías al estilo J-pop para multitudes de admiradores adolescentes.

Pero Namsai, cuyo nombre real es Pitchayapa Natha, desató la polémica cuando apareció con un top rojo y negro con la esvástica durante un ensayo televisado el mes pasado, lo que provocó que un funcionario de la embajada israelí expresara su "conmoción y consternación".

Namsai, que tiene más de 370.000 seguidores en Instagram, publicó rápidamente una disculpa, se reunió con diplomáticos israelíes y ofreció una disculpa llorando en el escenario.

Ahora dice que podría unirse a quienes imparten seminarios educativos sobre el Holocausto en las escuelas tailandesas y está investigando la historia nazi por su cuenta. 

"Fue una mala experiencia", dice, pero también le dio una "oportunidad" de aprender.

 Selfies y camisetas

Mientras el ejército de Hitler llevaba a cabo atrocidades en Europa, sus aliados japoneses lideraban una campaña de tierra quemada en Asia durante la Segunda Guerra Mundial. 

En consecuencia, las acciones japonesas en tiempos de guerra son el prisma más inmediato a través del cual muchos ven la historia de la región. 

Aunque el holocausto aparece en los libros de secundaria en Tailandia, es "una pequeña parte" de las secciones de historia mundial, según Chalermchai Phanlert, académico del ministerio de Educación. 

Chalermchai cree que los tailandeses más jóvenes no entienden completamente su significado. Al contrario, los símbolos del Tercer Reich son parte de la moda y la contracultura.

En 2013, una universidad tailandesa se disculpó por crear un mural que representaba al "führer" junto a superhéroes de cómics para las celebraciones de graduación.

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En septiembre, un motel para amantes en las afueras de Bangkok provocó protestas después de que unas fotos mostraran un retrato de Hitler colgado en una de sus habitaciones temáticas.

Un vendedor en el centro de ocio nocturno tailandés de Khaosan Road dijo que las ventas de objetos de temática nazi han disminuido a medida que más turistas israelíes frecuentan el área. 

Pero una camiseta de un Hitler desnudo disfrutando de unas vacaciones en la playa cuesta 200 baht (6 dólares).

El entusiasmo por la iconografía nazi y las representaciones de Hitler causaron polémicas en otros países del sudeste asiático. 

En 2017, un museo indonesio que permitía a los visitantes tomarse fotos con una escultura de cera de Hitler retiró la exposición ante la condena mundial. 

En Birmania, Ko Ko Aung, un comerciante de Yangón, dijo que solía ser parte del movimiento punk y que la ropa con esvásticas se veía como una forma de rebelión.

Ahora, sin embargo, "entendemos que el punk y Hitler no están conectados". 

Los analistas del sudeste de Asia advierten contra la idea de conectar la moda con el antisemitismo, un vínculo "inexacto e inútil", según Elliot Brennan, del Instituto de Seguridad y Política de Desarrollo de Estocolmo.

La fascinación por Hitler también debe verse en contexto, argumenta el profesor de historia tailandés Tul Israngura. 

Así, según él, como los dictadores de Asia han sido vistos como figuras responsables de la modernización del Estado y Hitler es otro dictador, el resultado es que su nombre "no tiene tintes diabólicos en Tailandia".

Por AFP

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