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La suite flamenca

El Ballet Nacional de España, bajo la dirección del coreógrafo Antonio Najarro, presentará las piezas ‘Grito’ y ‘Suite Sevilla’.

Juan Carlos Piedrahíta B.
07 de mayo de 2013 - 08:27 p. m.
El Ballet Nacional de España está dirigido por Antonio Najarro desde septiembre de 2011. / Cortesía Tetro Mayor
El Ballet Nacional de España está dirigido por Antonio Najarro desde septiembre de 2011. / Cortesía Tetro Mayor
Foto: JOSEP AZNAR

Para el coreógrafo Antonio Najarro, la perfección es el punto medio entre el arte y la técnica. Es el terreno equidistante entre dos de los componentes más importantes de su actividad. Cuando diseña un espectáculo, trata de que el arte no le quite terreno a la técnica y que esta última no intente tomar venganza. En el medio se para él y observa con detenimiento hacia dónde se inclina la balanza. No hace una medición numérica, sino sensible, y cuando siente que su montaje se acerca a ese ambicioso escenario perfecto, se tranquiliza y empieza a compartir el conocimiento con sus bailarines.

Najarro hace parte de la nueva generación de coreógrafos españoles. Tiene 37 años y el privilegio de haber sido discípulo de los más importantes maestros de la danza en su país, pero la suficiente convicción para no suscribirse en el club de fans de ninguno de ellos y para tratar de encontrar su propio camino. El sendero en que mejor ha entendido su proceso es el de la fusión, donde desarrolla simultáneamente piezas del flamenco pero también aborda manifestaciones del folclor español, la danza clásica y la danza contemporánea.

“Yo soy de la opinión de que todo está inventado. Los grandes maestros han hecho una gran vanguardia de la danza española. Lo que hace que un producto sea único es la cabeza del coreógrafo, porque su misión es otorgarle contexto al arte, y en el ambiente hay pintura, cine, poesía... diferentes y únicas. Por eso es que mis coreografías son tan personales: porque nadie ve las cosas igual que otra persona”, comenta Najarro, quien en 2000 se aventuró a crear su propia compañía con la que alcanzó a realizar cuatro montajes de impacto internacional: Tango flamenco (2002), Flamencoriental (2006), Jazzing flamenco (2008) y Suite Sevilla (2011).

Su compañía dejó de bailar en septiembre de 2011, cuando le ofrecieron la dirección del Ballet Nacional de España (BNE), que antes se llamaba Ballet Nacional Español y por el que pasaron como cabezas de grupo coreógrafos de la talla de Antonio Gades, Antonio El Bailarín, María de Ávila y Aída Gómez. Desde entonces, Najarro decidió asumir el riesgo de pensar en espectáculos en gran formato para algunos de los bailarines más completos de Europa.

“El bailarín del BNE debe ser versátil porque en su haber debe tener la danza clásica, la danza contemporánea, la escuela bolera y el folclor. Además de su preparación técnica, debe ser un gran artista, porque nuestra danza se caracteriza por hablar desde el corazón. Mi trabajo se centra en explotar la capacidad técnica, pero al mismo tiempo debe estar equilibrada con expresión corporal y con fortaleza”, dice Najarro, para quien la música destinada a la coreografía debe hablar por sí misma y definir diferentes paisajes. Debe ser armónica, con puntos de elevada intensidad y fragmentos melódicos, para que el espectador esté en continuo viaje. En palabras del español, “la música debe tener color”.

En el año 2000, el joven coreógrafo y bailarín comenzó a realizar el que sería uno de sus mayores logros. La pareja francesa conformada por Marina Anissina y Gwendal Peizerat, campeones del mundo de patinaje sobre hielo en ese entonces, le encargó una coreografía de flamenco sobre hielo. Al comienzo dijo que no, porque el estilo español es muy profundo, de piso, y el patinaje es muy deslizado. Sin embargo, se arriesgó, y en dos años de ensayos diarios convirtió en bailarines a unos deportistas que lograron ganar la medalla de oro en Estados Unidos en 2002.

Ahora es un experto en la elaboración de coreografías para rutinas deportivas sobre hielo, pero no olvida las tablas. Por eso diseñó para Colombia un espectáculo dividido en dos partes. Grito, la primera, es una sucesión de palos flamencos creada por Antonio Canales, mientras que la segunda lleva por título Suite Sevilla. Se trata de la última coreografía montada por Najarro para su propia compañía, antes de concentrarse en la dirección del Ballet Nacional de España. En ambas están la técnica del ballet, el arte del flamenco y la perfección de la escena.

jpiedrahita@elespectador.com

 

Ballet Nacional de España. Funciones jueves 9, viernes 10 y sábado 11 de mayo, 8:00 p.m., y domingo 12 de mayo, 5:00 p.m. Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, calle 170 Nº 67-51. Boletería: www.cinecolombia.com, en la línea Telecineco y en la taquilla del Teatro Mayor.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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