El Magazín Cultural

La teoría del color

Bajo las caricias del viento sabanero, el sol dibujando sobre los cerros orientales, y un acogedor container con el matiz del campo, se fusiona en un cálido tono el café especial con el ocaso de la capital.

Sebastián Londoño Velásquez
24 de octubre de 2018 - 01:39 p. m.
Más de 10.000 caficultores hacen parte de los programas de Café Cultor. La cultura del café, la sostenibilidad y la calidad del producto son los pilares del gremio. / Cortesía Café Cultor
Más de 10.000 caficultores hacen parte de los programas de Café Cultor. La cultura del café, la sostenibilidad y la calidad del producto son los pilares del gremio. / Cortesía Café Cultor

Un sorbo con sabor a mandarina, un ápice de cacao al enfriarse, el paladar humectado con el néctar de una almendra; sí, estoy hablando de la misma taza de café.

En una época donde una experiencia se vende por 'social media', nuestras raíces parten de norte a sur, y de oriente a occidente del país, para desembocar en un zaguán de sabores, previo al ingreso a la puerta principal de nuestro producto de exportación.

Puede leer: Un concierto con aroma de café

El azul que hay en la mente cuando un café castillo de Nariño roza las encías, abraza el paladar en un toque floral, o el verde vivo que salió de la tolva y penetró profundamente el olfato al atravesar el molino, mientras se calibra el espresso del día.

Simplemente, un espacio para sentir el país en las manos, para trasladar a las papilas gustativas a un espacio bohemio, maridado por Jazz, y un recurso humano dispuesto a explicar cada proceso.

Puede leer: Fuerte y superior lugar

Un señuelo para los recuerdos, el palacio del reencuentro.

Por Sebastián Londoño Velásquez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar