Enero 25
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Y por eso te soñé grande; te soñé aquí, allá. Te soñé en cuadros y en cafés. Te soñé en la portada de un libro, en los corredores de antaño, en el jengibre de la mañana, en los suspiros que la noche esconde.
Y también te caminé, te caminé como si fueras un puente, un puente muy largo, un puente que llegara a los confines del miedo. Y luego de caminar cada poro te recreé, te pinté de nuevo a mi antojo, con cuadros y cafés; con jengibres y libros olor a nostalgia; con memorias talladas bajo tierra y los suspiros que tú también escondes.
Te soñé porque la vida es una ilusión, una sombra y una ficción. Te soñé porque Calderón de la Barca así me lo propuso. Te soñé porque, de no hacerlo, sólo quedaría el vacío sin fondo de los silencios ensordecedores. Porque los sueños, sueños son y lo único que existe cuando nada más queda.
Te soñé, te caminé, te imaginé a mi gusto. Te profané y no lo siento, porque sin sueños qué es el vivir, y qué es el vivir cuando ya no estás con tus cafés y tus corredores, con tus jengibres y tus deseos de ser grande; con esa ilusión que no eres capaz de soñar ni cuando no eres más que una sombra que roba luz a las farolas.
Y si los sueños, sueños son, los haremos de argamasa y de diamantes. Y si los sueños, sueños son, nos construiremos y destruiremos hasta alcanzarlos. Y si los sueños, sueños son, no tendrá importancia que nos aferremos a su cola como cabestrillo en cuello. Que hoy son sueños, y mañana serán nuestros cafés y corredores, nuestros recuerdos y nuestra luz sin farolas.
¿Qué es la vida? Una ilusión, y en esa misma ilusión es que te sueño y te camino, te pinto y te imagino. Te creo a mi antojo cuando no eres más que sombra y ficción.