El Magazín Cultural

Los miserables

El 3 de abril de 1862 Víctor Hugo publicaba en Paris, en ediciones Lacroix su inmortal obra Los Miserables. Ampliamente criticado en su momento pero de un éxito descomunal, el libro planteaba una crítica social y humana que surgía de una reflexión dura en la Francia de 1832, la Francia de la revolución de junio, una revolución anti monárquica que planteaba una re afirmación de los valores de la revolución francesa.

Diego Aretz
07 de mayo de 2020 - 01:08 a. m.
Víctor Hugo: “El éxito es algo repugnante; su falso parecido con el mérito engaña a los hombres”. / Archivo particular
Víctor Hugo: “El éxito es algo repugnante; su falso parecido con el mérito engaña a los hombres”. / Archivo particular

 

El libro se origina cuando un hombre joven Jean Valjean es llevado a prisión por 5 años, por robar un pan, estos 5 años se extenderán en otros 19. Al salir de prisión, Jean Valjean inicia una larga carrera en reconstruir (o construir) su vida; a través de sus ojos vemos a la desigual Francia del siglo XIX y una realidad que a nosotros nos es familiar.

En Los Miserables hay niños trabajadores, hay ejércitos asesinos, hay funcionarios corruptos, hay políticos déspotas. Parece Colombia pero es la Francia de 1832. 

Había pensado en este libro porque es cuarentena, y se supone tenemos más tiempo para leer, es una recomendación pertinente para sentir un poco más los tiempos que vivimos y darles una perspectiva histórica. Pero me permite tratar un tema que creo que es para todos vital. La desigualdad. Las pandemias como las guerras nos muestran no solo cuanto desconocíamos de nosotros mismos y nuestra sociedad, sino los puntos más débiles de la misma.

Le sugerimos leer: Amos Oz: la curiosidad, la moral y un recuerdo de su vida en Israel

Pensar en desigualdad es pensar en la clave de esta crisis. Recientemente Oxfam publica una lista de las 8 personas dueñas de la mitad de la riqueza del mundo; Bill Gates, Amancio Ortega, Warren Buffet, Carlos Slim Helu, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Larry Ellison, Michael Bloomberg. Todos hombres y no es coincidencia. 

Es increíble pensar que más de 200 años después de la declaración de los derechos del hombre, la desigualdad sea en nuestras sociedades el rasgo más característico. Pero hablemos de Colombia. Muchas empresas y la banca hoy ejercen una presión absoluta hacia el presidente y el estado. Comenzó por supuesto con Luis Carlos Sarmiento Angulo y la audaz jugada que le permite a él y a la banca quedarse 500 mil millones de pesos de intereses. El gobierno tenía la potestad de usar el Banco de la República directamente, para un préstamo necesario al mismo gobierno. En vez de esto se les redujo los encajes (dineros de seguro que deben tener los bancos privados en el banco de la Republica) en 9.4 billones de pesos, dinero que entro inmediatamente a las arcas de la banca privada, inmediatamente después la banca privada presta este dinero al gobierno y el interés anual da esos 500 mil millones de ganancia neta. Esos 500 mil millones que tanto necesita el sector salud o educación pasan a los bolsillos de la desigualdad.

Un ejemplo contundente de los tiempos que vivimos. Solo es pensar que aerolíneas como Avianca están solicitando ser rescatadas en estos momentos, pero están registradas y pagan impuestos en otros países. El mundo financiero privado se defiende y busca que los estados lo protejan, y así debería ser, si los grandes capitales tuvieran en cuenta a la comunidad que les da su riqueza y comodidad. La desigualdad es quizás el rasgo más fuerte de primitivismo y estancamiento en la evolución de la democracia. 

Le sugerimos leer: Eduardo Sacheri: “El secreto ofrece cierto margen de libertad”

Pero terminemos esta columna con Víctor Hugo y su maravilloso libro "Los Miserables" del que Lamartine diría:

"El libro es muy peligroso de dos maneras: no solo hace temer demasiado a los afortunados, sino que parece dar demasiada esperanza a los desafortunados" los invito a leerlo.

Por Diego Aretz

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar