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Marge Simpson, Aristóteles y el sufrimiento como sacrificio

En esta tercera entrega de la serie “Los Simpson y la filosofía” se analiza el comportamiento de Marge Simpson a la luz de la obra de Aristóteles. Además, se presenta una reflexión sobre la escasa participación de los personajes femeninos en la serie.

Joseph Casañas Angulo
17 de abril de 2021 - 02:00 a. m.
Marge está arraigada con firmeza en la tradición de la maternidad de las series de los años 50 y 60.
Marge está arraigada con firmeza en la tradición de la maternidad de las series de los años 50 y 60.
Foto: Archivo Particular

En el Springfield creado por Matt Groening, una ciudad marcada por la decadencia moral y la corrupción, Marge Simpson es una suerte de oasis en el desierto. A la luz del legado de Aristóteles, en la señora Bouvier se ejemplifican varias de las virtudes que describió el filósofo en la Ética nicomaquea y en la Retórica, dos de sus obras cumbres.

Antes de hablar de Marge, démosle un vistazo, que tendrá que ser breve, a la teoría filosófica. En sus obras, Aristóteles entendió la virtud como un hábito regulado por la razón que debe llevar al ser humano a proceder recta y bondadosamente para enriquecer su propia naturaleza en busca de la felicidad, que en todo caso no será entendida como un montón de selfies sonrientes en Instagram, sino como un bien supremo de la vida en sociedad.

Quien esté dispuesto a practicar lo que es justo, a obrar justamente y a querer lo justo será un ser aristotélico en el estricto sentido de la palabra. ¿Los es Marge Simpson? Aunque no existe una lista condensada de las virtudes morales que enumeró Aristóteles, en varias de sus obras se leen algunas de ellas: liberalidad, magnificencia, magnanimidad, mansedumbre, amabilidad, sinceridad, agudeza, vergüenza, justicia, amistad, valentía, moderación, benevolencia y dignidad, entre otras. Marge Simpson, sin duda, encarna varias de esas virtudes.

Les invitamos e leer la primera entrega de la serie “Los Simpson y la filosofía”: ¿La filosofía puede explicar el comportamiento autodestructivo de Homero?

En el ensayo La motivación moral de Marge —escrito por Gerald J. Erion, director del programa de Filosofía y Ética en el Department of Interdisciplinary Studies, y Joseph A. Zeccardi, filósofo y director del centro de escritura del Saint Mary’s College de California—, “Marge ilustra de forma óptima los rasgos virtuosos que expone Aristóteles. Es una mujer valiente a la que rara vez le falta coraje. Su tendencia a la moderación determina todos los aspectos de su vida cotidiana y por eso compra en tiendas de saldos. Además, tiene un marcado sentido de la honradez (…). Marge exhibe los rasgos que Aristóteles considera necesarios para el carácter virtuoso”.

La moderación, esa virtud que marca los comportamientos de Marge, es a prueba de todo. Por ejemplo, en el capítulo 12 de la temporada 11, cuando Montgomery Burns encomienda a la familia Simpson cuidar de su mansión mientras él se practica unos exámenes médicos en Rochester, Minnesota, la única que no se doblega a los hechizos de una riqueza que no le pertenece o a disfrutar plenamente de la ostentación de una casa que no es la suya es justamente Marge.

Incluso Lisa, que también practica las virtudes aristotélicas, sucumbe a la extravagancia y monta a caballo dentro de la casa mientras grita: “¡Soy la princesa Margarita!”. A Marge, por su parte, lo que ve en la morada del señor Burns le parece demasiado. Desde la máquina que destruye la cama, para que no sea usada por segunda vez, hasta la fila de cubiertos de todos los tamaños que se ponen en la mesa para comerse una simple hamburguesa. Incluso, cuando Homero encuentra la agenda del dueño de casa y llama a los Yankees de Nueva York para decirles que se pudran, o a la reina de Inglaterra para preguntarle cómo está, Marge le pide a su esposo “no gastar demasiado en llamadas de larga distancia”.

Segunda entrega de “Los Simpson y la filosofía: Bart, el anticristo de Springfield

Y aunque Homero le recrimine a Marge por ser una persona egoísta y no dejarlo hacer siempre lo que le plazca, lejos está ella de serlo. Alcanzar la felicidad, a la luz de la obra de Aristóteles, dista mucho del egoísmo. Para Marge, estar pendiente de Bart, Lisa, Maggie y su vicioso esposo, Homero, le genera felicidad. “Entiende que dichas tareas pueden desencadenar en un vínculo familiar estrecho”, escriben Erion y Zeccardi.

Aristóteles comprendía que el hombre es un animal social que obtiene su felicidad a largo plazo por la relación con la familia y amigos. Y por eso, de acuerdo con las virtudes que expone Aristóteles, Marge intenta forjar lazos sociales resistentes que traen consigo una felicidad plena, aunque el mundo no funcione en consecuencia con ella.

“Al igual que Aristóteles, Marge sabe lo que debe hacer para cultivar la virtud en aquellos que todavía no tienen la capacidad de apreciar plenamente su valor (…). En Marge comprobamos que las virtudes éticas según Aristóteles no solo pueden aplicarse con éxito en el plano abstracto de las torres de marfil de la academia, sino en el mundo cotidiano y laborable de los dibujos animados”.

Sin embargo y aunque los hinchas de Aristóteles puedan pensar que Marjorie Bouvier de Simpson merece ser encumbrada, sus actitudes y comportamientos son también duramente cuestionados en el capítulo “Los Simpson y la política del sexo”, escrito por Dale E. Snow, profesor de Filosofía de la Universidad de Maryland, y por su colega James J. Snow.

Aunque en la serie de los muñecos amarillos, dicen los académicos, ponen en entredicho cierta mojigatería de la televisión que, en los años 50 del siglo XX, venía ejemplificada por los lugares comunes, “Los Simpson perpetúa y amplía una política sexual en tres sentidos. En primer lugar, da cuenta de una ciudad poblada por una abrumadora mayoría masculina. En segundo lugar, los episodios centrados en Bart o en Homero son los más abundantes y, por último, la serie ofrece una caracterización sesgada de Marge y Lisa”.

Los profesores, que analizaron documentos, ensayos especializados y los 248 episodios que corresponden a las primeras once temporadas de Los Simpson, llegaron a la conclusión de que al menos tres cuartas partes de los personajes son masculinos. “Por cada cinco episodios dedicados a Bart, Homero u otro personaje masculino de la serie, solo hay uno centrado en Lisa, Marge u otro personaje femenino”, se lee en su ensayo.

Joseph Casañas Angulo

Por Joseph Casañas Angulo

Comunicador social y periodista egresado de la Universidad Los Libertadores con diez años de experiencia en medios de comunicación.@joseph_casanasjcasanas@elespectador.com

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