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Monólogos en cuarentena

Monólogos en cuarentena es la propuesta de Cuarentenact. Un espacio para el reencuentro de las artes escénicas a partir de la creación y la circulación, donde diez dramaturgos, diez directores y diez actores tienen el reto de crear un monólogo teatral.

Moisés Ballesteros / teatroenbogota@gmail.com
26 de febrero de 2021 - 02:00 a. m.
"Milagro en la calle encantos", con la interpretación de Daniel Castaño, hace parte de la última temporada de Monólogos en cuarentena, una franja dedicada al monólogo teatral, uno de los géneros  que más exige al actor dado que debe enfrentarse al espacio y el público en soledad.
"Milagro en la calle encantos", con la interpretación de Daniel Castaño, hace parte de la última temporada de Monólogos en cuarentena, una franja dedicada al monólogo teatral, uno de los géneros que más exige al actor dado que debe enfrentarse al espacio y el público en soledad.
Foto: Luisa Mendieta Rojas

La incertidumbre en los procesos creativos ha sido en este tiempo de cuarentenas una constante para los que se dedican al arte. Salvo contadas excepciones, la vida ha llevado un ritmo tan pausado que el sector cultural ha tenido una significativa caída en la oferta y en la demanda. Los esfuerzos por mantener la industria han mudado los mercados a otras plataformas y estas, cada tanto han encontrado caminos que hablan de la fragilidad del estado actual del arte, pero también y además de todo, del riesgo y de las ganas de seguir en una constante pregunta por la realidad que nos atañe y del cómo conversamos con ella a través de nuestros medios.

Cuarentenact, es una respuesta al deterioro de las actividades escénicas, su aparición se dio en uno de los momentos más estrictos de la pandemia y su propuesta ha ido evolucionando a lo largo del año, con la participación de cientos de artistas de la escena bogotana y del mundo. Su plataforma de trabajo es Instagram, pero con el paso del tiempo han conseguido aliados importantes, como el canal Zoom y Salallena.com, a través de los cuales han incrementado sus posibilidades de acceso a la comunidad mundial. “Una de las principales motivaciones fue que durante el 2020 el equipo de Cuarentenact produjo un aproximado de veinte piezas cortas presentadas durante diez meses, todas de manera voluntaria, los artistas trabajaron por el gusto de hacer”, afirma Camila Durán, una de las organizadoras del proyecto.

La propuesta se ha mantenido en esta red social porque el equipo ha notado cosas como que “se han acercado artistas con la intención de hacer, de crear, motivados por que aquí están encontrando un espacio donde hay cabida para todos” menciona Durán. Monólogos en cuarentena, en su nueva temporada, reúne a diez dramaturgos, diez directores y diez actores en la presentación de una franja dedicada al monólogo teatral; uno de los géneros que más exige al actor dado que debe enfrentarse al espacio en soledad, resolver todas las peripecias de la escena con solo su voz y su cuerpo, atender a un sin número de retos que supone un monólogo dramático, dentro de los que podemos hablar de la importancia del receptor, los ritmos de la palabra y su poder de interpelación. La franja, además de circular por las redes de Cuarentenact, contará con versiones especialmente grabadas en formato de televisión para el canal Zoom.

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Actores y directores de la escena bogotana, como César Morales, Julián Santamaría y Ana Cristina Botero, se suman a esta franja que propone una nueva experiencia digital para el consumo de historias sobre la escena, de la mano de dramaturgos como Juan Pablo Gómez y Erik Leyton. La temática de las obras y su abordaje solo son mediados por la condición del encuentro en vivo, la grabación vertical de los teléfonos celulares y desde luego el encierro como eje creativo detonante de la escritura previamente desarrollada y seleccionada. “Surge una pregunta respecto de cómo atrapas al espectador durante toda la función si uno compite con tanto contenido y de tanta índole, creo que a raíz de solucionar preguntas como está se puede crear un formato permanente y no un espacio que dure mientras la pandemia” afirma Daniel Castaño, actor de la franja.

Además del ejercicio escénico y del reto que supone estos nuevos gestos que se toman la virtualidad, la experiencia de narrar historias a través de Instagram está complementada por conversatorios con los creadores de los monólogos. El carácter interactivo de la plataforma permite volver a las practicas del teatro foro, en donde era posible entablar un diálogo con la obra, sus creadores y el espectador en un plano horizontal de retrospección que invita a la reflexión del hecho estético, sus medios de realización y desde luego la forma en que se abordan las realidades a las que nos enfrentamos. Si bien la franja supone una desaparición de lo teatral como naturaleza escénica, permite el encuentro cara a cara con el otro, la congregación alrededor del ritual efímero de la asistencia al teatro, entre otras circunstancias eliminadas por la distancia.

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La agremiación del sector por medio de gestos que le permiten seguir haciendo y seguir comunicando es una apuesta no solo necesaria sino de gran valor para el resurgimiento de las industrias culturales. “Se pierde la intimidad y se pierden cosas de lo presencial, pero uno puede lograr imágenes bellas a través de la pantalla”, menciona Laura Bulla, una de las directoras del proyecto.

Por Moisés Ballesteros / teatroenbogota@gmail.com

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