Poetas se suman al paro nacional

Música, baile y ahora, poesía han sido las manifestaciones artísticas presentes en el paro nacional. / Mauricio Alvarado - El Espectador

Foto: LUIS ANGEL

Hace 30 años, como una forma de manifestarse en contra de la guerra y el narcotráfico que campeaba en el país, nació en Medellín un movimiento para oponerse a todas las formas de violencia posibles. Mientras el país se enteraba que el poder de los narcos tenía la capacidad para permear a todo y a todos, un grupo de escritores creó un festival de poesía. Fue un manifiesto político y artístico. 

"El movimiento nació en medio de la guerra y justamente fue creado para expresar que nos oponemos a todo lo que tiene que ver con ella", Gabriél Jaime Franco, coordinador general del Festival Internacional de Poesía de Medellín.

"Nos resguardaba la confianza en nuestra tarea, las lecturas y la escritura que imaginaban un nuevo tiempo, otra vida en el mundo. No una buena vida: la vida extraordinaria, el despliegue inaudito de nuevos acontecimientos, gestados desde el espíritu, desde una sensibilidad dilatada en contravía de la realidad miserable. Nada de calidad de vida: una vida espiritual revolucionaria", explica Fernando Rendón, director del festival. Lo invitamos a leer también: Artistas sobre concierto por Paro Nacional: "Tenemos una función social que va más allá de entretener"

Tres décadas después las motivaciones para movilizarse siguen vivas. Los protagonistas son otros, pero las razones son las mismas. Este viernes en Medellín, se llevará a cabo "Poesía al Paro Nacional", una iniciativa con la que este grupo de poetas de la capital antioqueña se suma a las actividades de las manifestaciones que completan más de tres semanas en todo el país. 

"Los artistas están hablando y nosotros quisimos expresar ese apoyo a la clase media que está cansada de que le mientan, que está cansada de la guerra y de la lentitud del gobierno para aplicar los acuerdos que se firmaron con las Farc", dice Franco.

Para sumarse a la movilización, este viernes desde las 7:00 p.m. unos 20 poetas de la ciudad se darán cita en el parque del barrio Calos E. Restrepo. 

"Invitamos a un grupo de poetas de la ciudad a decirle a la gente que el arte les pertenece y que no está espaldas. En el punto de encuentro no se cerrerá el tráfico. Y será una oportunidad para conversar con tranquilidad y paz, de lo que está pasando en el país. Es una oportunidad también para rechazar lo que la gente cree que no está funcionando bien":

Los artistas, dice Franco, "no solo están solo para entretener. Los artistas estábamos en mora de expresar no solo los productos de la sensibilidad, sino de expresar más carentes de metáforas, lo que sentimos por este país, que por encima de todo amamos y respetamos". 

En Medellín, como en otras ciudades del país, los músicos se han volcado a las calles con su instrumento como única arma de protesta.

"Esa música que se escucha en las movilizaciones le ha dado una fuerza insospechada al paro porque la gente acompaña a los artistas de una manera sobrecogedora. El arte acompaña, otorga y genera reflexiones".

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Creo que muy buena parte de los artistas del país, de los cuales muchos han estado divorciados de las urgencias de los pueblos se dieron cuenta que era hora de decir algo. Y es necesario que lo digan, para que formen parte en un sentido en otro de la historia. Esa es una de las cosas que ha logrado este paro, que mucha gente se encuentre y conozca cuál es verdaderamente el país en el que está viviendo". 

Fundar un país...
fundar la voz...
desde tu sueño maltrecho armarlo
de las gredas malolientes.

Buscar, es nuestro territorio,
ardernos en la pregunta.
Es la sed nuestro coto de caza,
el odio que edifica,
la sed, la pregunta,
la sed bebemos.
Saciarnos de sed es nuestro territorio
para que aguas más limpias bajen
hacia las manos de los hijos de tus hijos.

Aparte de la declaración leída en el primer Festival Internacional de Poesía de Medellín:

La escritura de los poetas colombianos resonaba en el aire desgarrado de la tarde, en una ciudad que olía a pólvora, como un coro quimérico de voces. Croniamantal encaraba a sus verdugos. La poesía se enfrentaba abiertamente a la matanza. Entre los poemas escuchados ese día portentoso, resuenan todavía en nuestros oídos los versos de Gabriel Jaime Franco:

Nosotros libramos guerras extranjeras,
Nuestros son los muertos,
el aire que cruza el país de lado a lado
con un aroma de cuerpos que se hinchan,
y este cielo de cobre polvo y humo.
¿Pero es de quién en la noche urbana
El llanto inconsolable de la Madre,
su terrible nudo de Sombras,
o la lenta oración del padre
que se pasea por los cuartos,
respirando el denso aroma de las flores mortuorias?
Alguien canta no obstante,
Alguien cantará en esta fría población de adioses.