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La Fundación Hasselblad (1979), que tiene como objetivo apoyar y promover las investigaciones y enseñanzas en las ciencias naturales y fotografía, premió al colombiano con uno de los reconocimientos fotográficos más importantes a nivel mundial, resaltando el ingenio y diseño de estrategias que ha empleado el artista lo largo de su carrera. “El trabajo de Óscar Muñoz esta imbuido de una calidad de otro mundo y ofrece una metáfora de la condición humana”, resalta la institución.
Oscar Muñoz nació en Cali y fue parte de un movimiento de artistas emergentes que partieron la historia del arte colombiano, iniciando una nueva era. Andrés Caicedo, Carlos Mayolo, Luis Ospina y Fernell Franco, se hicieron visibles a causa de sus luchas y creaciones, Muñoz lo hizo con dibujos en los que la tristeza de los inquilinatos se hizo evidente en sus obras. Sus creaciones se han caracterizado por tener altos componentes sociales y planteamientos de la fotografía como recuperador de la memoria colectiva.
El estilo del colombiano ha sido constantemente alimentado por su experimentada técnica, exploración del uso del material y temáticas que cuestionen sobre los límites de esta disciplina del arte. Su obra Protografías le abre la puerta a concepciones diferentes de la fotografía, reflexionando sobre el momento anterior o posterior a la captura, preguntándose sobre la utilidad real de la imagen y sus instantes.
Óscar Muñoz es uno de los artistas contemporáneos más valiosos y una representación de lo que ahora ocurre con el arte y la coyuntura en el país. Su obra se preocupa por las problemáticas sociales y forma parte las expresiones artísticas que buscan recobrar la memoria del espectador.
Además del honor y prestigio que otorga el Premio Hasselblad, la suma de 125.000 dólares, la celebración de un simposio, una exposición del trabajo de Óscar Muñoz en el Hasselblad Center y el lanzamiento de un libro sobre su vida y obra, son los agregados a este merecido y meritorio triunfo.
Mark Sealy presidente del jurado del Premio Hasselblad 2018 justifica el honor concedido al artista resaltando la utilidad de su expresión artística al aplacamiento de la tensión política y social a nivel mundial, que aunque aún no se logre mermar a grandes escalas, funciona como herramienta para el entendimiento y la contextualización de la historia y sus consecuencias actuales. “Las obras de Óscar Muñoz sirven para recordarnos cuán frágiles somos, a través de la increíble gama de trabajo que ha producido. Lo que es evidente es que está decidido a que no olvidemos los episodios de la historia que a menudo se borran cultural y políticamente”, afirma.