Así mismo, el cantautor le hace un par de propuestas a la conquista, invitándola a una copa y a robarle un beso, además de pedirle su opinión sobre seducirla en el coche, con la única regla de que ella goce (Santos, 2013). Además, le manifiesta sobre faltarle el respeto, culpando al alcohol y levantando su falda, poniendo en juego su cuerpo. El autor finaliza entonces preguntándole si le parece prudente esa propuesta indecente:
Si te invito a una copa, y me acerco a tu boca, si te robo un besito, a ver, ¿te enojas conmigo? Qué dirías si esta noche te seduzco en mi coche, que se empañen los vidrios, y la regla es que goces. Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol, si levanto tu falda, ¿me darías el derecho a medir tu sensatez? Poner en juego tu cuerpo, si te parece prudente, esta propuesta indecente (Santos, 2013).
Finalmente, el dominicano articula sobre apreciar la desnudez del cuerpo de la mujer, pidiéndole que se relaje, ya que el martini que se está tomando le ayudará a calmar su timidez (Santos, 2013). La presente interpretación representa, sin duda, la dominación del hombre sobre una mujer, mientras que ella no tiene ninguna opinión o propuesta y él impone lo que quiere sobre su integridad, poniendo como excusa al alcohol de todo lo que le haga. De acuerdo con el autor, “el peligro” hace que las cosas sean más divertidas, y por ello la intenta conquistar sin importarle si tiene pareja o no y la incita a desnudarse para él para que pueda disfrutar de su cuerpo.
Esta canción nos muestra, sin más, cómo en letras que son del agrado del colectivo, se reflejan situaciones tan delicadas como lo es el maltrato y la sumisión de la mujer, por medio de “propuestas indecentes” y cómo nosotros, como público, las bailamos y repetimos sin darnos cuenta del verdadero mensaje que se encuentra detrás de las mismas.