El Magazín Cultural

Una 'Carmen' sin límites

El montaje del director español Calixto Bieito, basado en la obra de Georges Bizet, tendrá a partir de este viernes cuatro fechas de exhibición en Bogotá.

Juan Carlos Piedrahíta B.
09 de febrero de 2012 - 10:00 p. m.

A Calixto Bieito le hubiera gustado que los dos primeros espectadores de su montaje de Carmen fueran Georges Bizet y Prosper Mérimée. El director español se inclina por pensar que los dos franceses creerían que su aproximación a la obra fue respetuosa, honesta y visceral, así que se siente tranquilo con los comentarios que desde 1999 despierta su puesta en escena en los teatros en los que se presenta

Bieito se imagina dos obras, una en las tablas con los actores, los cantantes, los elementos visuales de la escenografía y la orquesta como respaldo a las aptitudes histriónicas de sus dirigidos, y otra en el público, con la presencia de Bizet y Mérimée sentados en los extremos del auditorio. Fantasea con que el escritor sonríe satisfecho porque logró ver el alma de sus personajes, y el compositor aplaude enérgico la contundencia de cada nota.

El español asume el riesgo de su invención porque ha tenido en su experiencia varias propuestas que han resultado tan escandalosas como exitosas, pero él se defiende al argumentar que la ópera tiene que evolucionar y ese carácter innovador es el principal motor que lo lleva a diseñar espectáculos de alto impacto. Su iniciativa es mover al espectador, hacer que le interese lo que está viendo y conectar el arte con la sensibilidad humana. La aprobación de su labor es ya el argumento de otra historia.

“Yo intento partir de cero en cualquier montaje. Me gusta dejarme llevar por lo que dice la música y por lo que sugiere la historia. Conozco algunas puestas en escena, pero he visto muy pocas sobre Carmen que me hubieran podido servir para esta adaptación. Carmen en su momento fue una pieza cuestionada, con una potencia sobredimensionada, tanto que en su estreno el público llegó a tirar piedras a la fachada de la Ópera de París porque no era normal encontrarse con una mujer retadora sobre el escenario”, cuenta Calixto Bieito, quien estuvo a la cabeza del reconocido Festival de Artes de Castilla y León durante varios años y ahora es asesor externo de ese evento cultural.

El director empezó a estructurar la obra hace doce años, durante la realización de un festival en Cataluña. Allí le hicieron el encargo y ese fue el primer gran montaje de ópera que realizó, porque hasta ese momento sólo había tenido aproximaciones menores. En pocas horas armó un viaje por el sur de su país para tratar de documentarse muy bien y reconstruir de la manera más acertada la atmósfera que rodeó la creación de los textos de Georges Bizet.

Además de concentrarse en la ejecución musical, retornó a la novela de Mérimée basada en la ópera y del mismo nombre. Así, fue a la esencia de la obra. Se desplazó hasta el norte de África, en donde descubrió el universo completo al que hace referencia el escritor, y se dio cuenta de que los personajes en la vida real están en el filo del cuchillo porque actúan fuera de la legalidad. Pero más allá de establecer juicios de valor, Bieito exploró los sentimientos para crear las bases de Carmen, una mujer típica de una región fronteriza.

“Carmen tiene muchos espacios de libertad que se dan al trabajar con la energía y con los impulsos fuertes que vienen del estómago en lugar de la cabeza. En la ópera hay menos oportunidad de improvisación que en el teatro, en donde después de un monólogo se puede hacer una pausa sin que se altere el orden de la pieza. Sin embargo, no me ciño a las marcas de escena y eso se puede ver ahora en Colombia, en donde participan 14 solistas, dos coros y músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, bajo la dirección de Alejandro Posada”, dice el español, quien además adelanta los montajes de Carmen en Basilea, la ópera de Venecia y la de Turín. Luego va a Argentina a dirigir la puesta en escena de Pepita Jiménez, de Isaac Alvéniz.

Lo más complicado para Calixto Bieito es la condición simultánea de todos los montajes que maneja (El cazador furtivo, de Carl Maria von Weber, que se estrena en la Ópera Cómica de Berlín, una adaptación de una obra de Tennessee Williams y las versiones de Carmen). La gran ventaja en Colombia es que la pieza ya ha circulado y desde hace varios meses su equipo se encarga del proceso previo y el director se incorpora al final para cuadrar algunos detalles íntimos. Pero por más ocupado que esté, Bieito siempre saca tiempo para imaginarse dos montajes por pieza, uno, el del escenario, y otro, el más importante para él, el que se desarrolla en el auditorio con invitados reales y otros convidados de su imaginación.

Información: Viernes 10 y 17 de febrero, 8:00 p.m. Domingos 12 y 19 de febrero, 5:00 p.m. Teatro Julio Mario Santo Domingo, calle 170 Nº 67-51. Boletería: 593 6300 y www.tuboleta.com

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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