El Magazín Cultural

Vicepresidenta fue abucheada en la inauguración del Festival de Cine de Cartagena

Asistentes al evento expresaron su disgusto por la presencia y el discurso de Martha Lucía Ramírez. Por su parte el director de cine Rubén Mendoza aprovechó su intervención para referirse a los hechos y le respondió a la vicepresidenta con un discurso que elevó la tensión en el auditorio.

* Redacción Cultura
07 de marzo de 2019 - 05:01 p. m.
La vicepresidenta de la república Martha Lucía Ramírez y el director de cine Rubén Mendoza. / Cortesía
La vicepresidenta de la república Martha Lucía Ramírez y el director de cine Rubén Mendoza. / Cortesía

La inauguración del Festival Internacional de Cine de Cartagena, el pasado miércoles, estuvo marcada por la desaveniencia entre algunos asistentes y la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, pues a su ingreso  al Centro de Convenciones de Cartagena, acompañada de su esquema de seguridad y de la ministra de Cultura, Carmen Inés Vasquéz, chiflidos y abucheos resonaron en el auditorio. El disgusto se hizo más evidente cuando la vicepresidenta subió al escenario a dar su discurso, en el que destacó la gestión de la Ministra y el esfuerzo del gobierno por apoyar el cine colombiano. "Es un gran líder el presidente de la República, porque en esta economía naranja está representada la cultura", señalaba la vicepresiodente cuando fue interrumpida por los chiflidos y abucheos.

Las burlas aumentaron a medida que avanzaba con su intervención, como las que se presentaron cuando resaltó la importancia de la economía naranja en una industria como la que ha producido películas como El rey león o la empresa de Mickey Mouse. “La de los enanitos”, gritó uno de los asistentes haciendo referencia al criticado discurso del presidente Iván Duque en Francia, cuando señaló que la economía naranja tiene siete principios, como existen siete notas músicales o los siete enanitos de Blanca Nieves. La anotación del espontaneo desató las risas y algunos aplausos. En varios momentos del discurso, Marta Lucía Ramírez tuvo que detenerse, pues el ruido le impedía continuar. Además de referirse a la economía naranja, resaltó que el gobierno actual celebra y apoya eventos como el Festival de Cine de Cartagena porque cree en los colombianos y  en los beneficios que el sector representa para el país.

 

Cuando terminó el discurso de la vicepresidenta, subió al escenario Rubén Mendoza, director de la película inaugural de festival, Niña errante, quien antes de comenzar a leer un texto que tenía preparado, dijo: “Pararse aquí es difícil y gritar es muy fácil. Yo preferiría que no se hiciera”, aunque después se dirigió  a la vicepresidenta:  “Con mucho respeto quisiera pedirle que por favor le diga al presidente que vaya a cine”, intentando argumentar el porqué de la indignación de la sala. También le dijo “No importa que el cine no sea un negocio. El cine es una forma de expresión esencial”, respondiendo a lo que dijo la funcionaria sobre la importancia que le da el gobierno al cine como industria.

El discurso de Mendoza sucitó nuevas reacciones. El director de cine aprovechó para manifestar su inconformismo con la administración del presidente Duque, la cual calificó como “el retorno del patriarcado”. Además se refirió a las protagonistas de su película y las mujeres en general, como una esperanza de la política. También hizo mención de temas de actualidad, como la muerte de Jorge Enrique Pizano, testigo en el caso Odebrecht;  el fiscal Nestor Humberto Martínez y los “abusos del ministro Carrasquilla”, refiréndose al escándalo de los "bonos de agua".

Catalina Arroyave, directora de la película Los días de la ballena, dijo que lo que ocurrió durante la inauguración fue una muestra clara del desconocimiento de lo que está pasando en el cine colombiano. “Hay una desconexión muy fuerte con el sector y una industria que lucha mucho, que resiste para hacer sus películas. La vicepresidenta dio cifras que creo que ella misma no dimensiona. Yo no sé si hay  conocimiento de cuánto vale hacer una película. Ella hablaba de producciones como el Rey león, Aladino y habló de Mickey Mouse. Nuestra industria no es esa. Los números no se acercan ni en chiste. La economía naranja podría ser benéfica para una película pero esa política lo que pretende es mover la economía hacia las industrias culturales. Es una buena idea que el dinero circule por la cultura, pero para que eso suceda, con coherencia y conocimiento, tiene que haber gobernantes dispuestos a dialogar con el sector, y en esa inauguración se evidenció que hay un choque más que un diálogo”.  

Por * Redacción Cultura

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