Cuando Francisco Estupiñán Heredia, nuevo ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, era presidente del Banco Agrario, no dejaba de preocuparlo el hecho de que el Gobierno tenía que responder con subsidios a todos los renglones afectados del agro colombiano que salían a protestar a las carreteras —como lo hicieron los cafeteros, los productores de papa y también de cacao—. En ese entonces decía que al Estado no se le puede pedir que arregle todos los males poniendo precios de sustentación a los productos.
“Eso es imposible de manejar porque la situación fiscal del país, si bien es equilibrada, no puede dedicarse a cubrir todas las necesidades”, dijo Estupiñán recientemente a este diario. Los paros de diferentes sectores, según los cálculos del Gobierno, ya le han costado $1 billón al fisco y las ayudas al agro durante la administración de Juan Manuel Santos, entre auxilios directos y facilidades crediticias, ya suman cerca de $9 billones (durante la actual administración, el café ha recibido más de $3 billones; los lecheros, cerca de $1 billón; el cacao, $250.000 millones, y los arroceros, más de $100.000 millones).
Apenas tome posesión de su cargo como ministro, una de sus primeras tareas —aparte de las que tendrá con el primer punto del acuerdo agrario logrado con las Farc en Cuba— será cerrarle la puerta, de una vez por todas, a los subsidios a la agricultura. “Hay que tener menos subsidios y más bienes públicos. Debemos entregar menos auxilios y enfocarnos en generar más inversiones, distritos de riego y dar más apoyo a ciencia y tecnología. En resumen, más auxilio técnico”.
Para Estupiñán, esta es parte de la solución a la situación que atraviesa el sector agropecuario colombiano. “Que tengamos unas salidas más estructurales y menos coyunturales. Eso es lo que puede mejorar la productividad en el campo”.
Sumado a esto, al nuevo ministro le sigue preocupando el nivel de la tasa de cambio —que ya llegó a $1.900 después de más de un año— y el bajo precio de los productos del sector agropecuario, como café, leche, papa, cacao, entre otros. Por ejemplo, el precio del café por libra en el mercado internacional no levanta la cabeza más allá de US$1,40 y el valor de la carga de 125 kilos de papa en el mercado interno todavía no supera los $40.000.
Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), cree que el sector todavía debe esperar a que el ministro Estupiñán se acomode en su despacho para definir si se va a acabar con los subsidios existentes o se impedirá la creación de nuevos. Si llegan a desmontarse las ayudas actuales, el dirigente hizo la advertencia de que algunos renglones agropecuarios comenzarían a importar productos al ver que sus actividades dejan de ser rentables.
En opinión del presidente de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, el hecho de que el Gobierno tome la decisión de desmontar subsidios que están enfocados en “apagar” paros es una buena señal para la institucionalidad del sector. Sin embargo, agregó, el Estado no puede seguir negociando las inconformidades agropecuarias por fuera de las estructuras gremiales, tal y como sucedió durante el paro de los paperos y los cafeteros.
@hector_sandoval