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“Si nos toca dar nuevas prórrogas propenderemos que sean solo a capital”: Banco Agrario

El presidente del Banco Agrario, Francisco Mejía, habla de los efectos que la entidad ha podido ver en el sector agropecuario a causa del coronavirus. Aceptar pagos parciales está entre las alternativas para recuperar la cartera en riesgo.

07 de junio de 2020 - 10:17 p. m.
Francisco Mejía, presidente del Banco Agrario. / David Guerrero - Cortesía
Francisco Mejía, presidente del Banco Agrario. / David Guerrero - Cortesía
Foto: Cortesía

Francisco Mejía es el presidente del Banco Agrario de Colombia. Esa entidad, como explica en esta entrevista, hace estudios internos para analizar los niveles de riesgo de los sectores productivos. Sostiene que no se puede afirmar que el impacto en el agro haya sido neutro, como se dijo a partir de un estudio del Banco que se filtró, según Mejía, sin haber sido revisado aún.

Asegura que no descartan dar nuevas prórrogas a los productores que se encuentren en dificultades a raíz de la crisis actual por la que atraviesa el país a causa de la pandemia de coronavirus.

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Según lo que ha podido analizar el Banco, ¿cuál ha sido el impacto de la crisis en el sector agropecuario?

Por el aislamiento obligatorio se han cambiado los hábitos alimenticios de la población. Eso es resultado de que hay canales que ya no están disponibles, donde se distribuían alimentos, elaborados por supuesto con productos agropecuarios, como los restaurantes, hoteles y bares. Al no estar disponibles, hay consumo de otros alimentos en mayor medida, entonces hay unos sectores que inclusive pueden haber tenido mayor demanda, pero hay otros que están afectados porque la demanda ha caído. No se puede decir que el efecto haya sido neutro, el sector agropecuario sí ha estado afectado.

¿Como qué sectores?

Por ejemplo, en la porcicultura, el consumo de carne de cerdo ha tenido una disminución significativa de más de 20 % en su precio y eso se debe a una menor demanda. Las flores es un sector afectado, se afectó la demanda en Estados Unidos y Europa por efectos del coronavirus y perdieron el pico de demanda que debieron haber tenido en marzo y abril. En la avicultura, está afectado el pollo porque no están funcionando los restaurantes, aunque ya empieza uno a ver asaderos que venden el pollo para llevar. Pero por ejemplo el huevo al contrario ha tenido más demanda en este aislamiento. Algunos sectores de la fruta han estado afectados, como papaya, patilla, algunas frutas del Altiplano como la pera, el durazno, pero otros como el aguacate hass al contrario han tenido excelente desempeño porque la demanda en los mercados internacionales ha crecido. Hay impactos importantes en el sector, pero hay que ver sector por sector.

¿Con qué fin hace el Banco esos estudios y análisis?

El Banco tiene un área de análisis sectorial que utilizamos para el análisis de riesgo y otorgamiento de nuestros créditos, pues tiene la función de asignación correcta de recursos y eso tiene que ver con propender por que el esfuerzo comercial del banco esté en aquellos sectores cuya demanda es creciente y tengan mayores probabilidades de éxito en sus emprendimientos productivos. Mal haría el Banco en promover créditos en un sector que tiene dificultades porque allí no haría bien ni al banco ni al sector agropecuario, porque si un sector tiene una sobreproducción lo menos que necesita es que haya más crédito en ese renglón. Eso no quiere decir que excluyamos ningún sector, a todos los analizamos y son sujetos de crédito, pero de acuerdo con nuestros análisis sectoriales enfocamos nuestra actividad comercial.

El gobierno ha sacado líneas de crédito para los productores que están necesitando recursos, ¿qué papel juega el Banco en eso?

La línea Colombia Agro Produce, que es la que tiene el mayor subsidio del gobierno nacional en el marco de esta coyuntura del coronavirus, no tiene en su esencia mitigar efectos generados por el coronavirus, sí tiene que ver con el coronavirus, pero es una línea orientada a darle mayor liquidez al sector primario, especialmente a pequeño y mediano productor, para que la cadena de suministro de alimentos siga fluyendo con mayor dinamismo en esta coyuntura. No se hizo exclusivamente para sectores impactados por el COVID-19, sino para que todo el sector agropecuario tenga mayor liquidez y podamos asegurar la seguridad alimentaria en el país.

¿Qué pasa con los productores que están teniendo dificultades?

Con los productores que están en dificultades hemos hecho planes de refinanciación de la deuda, prórrogas con periodos de gracia para que cuando más adelante tengan mejor situación de caja puedan cumplir normalmente con sus obligaciones. En algunos casos, al cliente que el banco conoce y que sabemos su trayectoria, se le dan también recursos frescos para que continúe con su actividad. Ese es un riesgo calculado que corre el banco con algunos clientes de quienes conocemos sus hábitos de pago. Afortunadamente los sectores más grandes como el café están pasando por un buen momento. Hay otros sectores que no se han visto afectados hasta ahora, pero que hay que observar de forma muy detenida, como la ganadería: es un sector que en este momento se ha visto afectado por dificultades de movilidad en algunas zonas del país, pero en general ha tenido buen desempeño la ganadería de carne y la de leche, las lecherías que venden a las pasteurizadoras y tienen ese canal formal. Ha habido afectaciones severas en los subsectores de la ganadería que producen queso para panadería, por ejemplo. Pero en la ganadería se presenta un fenómeno que a mi juicio ha servido para que el precio no caiga y es que ha habido incremento significativo en las exportaciones, eso ha ayudado a compensar una eventual menor demanda por la caída del ingreso de los hogares por la crisis del COVID-19.

¿Cómo está el Banco en desembolsos de la línea Colombia Agro Produce? (Lea de contexto: Los subsidios de Finagro que se le salieron de control al ministerio de Agricultura)

Hemos desembolsado $78.800 millones para pequeños y $36.000 millones para medianos. Pero Colombia Agro Produce no es la única línea que ofrecemos a los pequeños; hay otras que se acomodan mejor a sus ciclos productivos. Sí es la mejor línea porque tiene el mayor subsidio, pero a un pequeño productor que quiera sembrar palma de aceite hay que darle una ayuda de inversión que tiene un plazo de 15 años. Colombia Agro Produce llega hasta los tres años. En general, desde que empezó el aislamiento hemos colocado en pequeños productores agropecuarios $308.000 millones, incluyendo los $78.800 millones de Colombia Agro Produce. En medianos, $186.000 millones, y hemos colocado en crédito empresarial del sector agropecuario $181.500 millones, en agroindustria y grandes productores. Eso da un total de $675.500 millones colocados en la cadena agropecuaria en el periodo de aislamiento. En lo corrido del año hemos colocado $1,5 billones, un crecimiento de 14,6 % comparado con el mismo periodo del año pasado. De esos, $743.000 millones han sido en pequeños productores agropecuarios. Ampliar esa irrigación de recursos creo que es el mejor homenaje que se puede hacer en el mes del campesino.

¿Y cómo va el índice de cartera vencida?

Ese indicador ahora no nos dice mucho porque prorrogamos buena cantidad de los créditos. En total, en el banco prorrogamos $2 billones de cartera. La mayoría de esa cartea no es de producción agropecuaria, porque esa es la que menos nos ha impactado, aunque obviamente sí ha habido impacto. Hay que esperar a julio cuando se empiezan a vencer algunas de esas prórrogas. Hemos diseñado un plan de acción de cercanía con el productor para analizar su situación; vamos a aceptar pagos parciales, si nos toca dar nuevas prórrogas propenderemos que sean solo a capital, que no sigan pagando intereses, todo con el fin de recuperar la mayor cantidad de esa cartera.

¿Cómo está el Banco en cifras, en general?

El Banco lo recibimos en 2018 con $246.000 millones de utilidades y en 2019 cerramos con $385.000 millones. Es un crecimiento de cerca de 56 %. Eso lo hicimos a través de una gestión profunda de ahorros: $75.000 millones en gastos administrativos ahorrados. El banco había tomado una senda de gastos innecesarios, por llamarlo de alguna manera, procesos de contratación que no estaban ajustados a los mejores estándares de competitividad de oferentes. Tuvimos mejores ingresos porque logramos tener más convenios con diferentes entidades y un crecimiento importante de la cartera. Cuando recibí el Banco se caía la cartera total en 3,6 % , y, a cierre de 2019, crece 8 %, y en pequeños productores los desembolsos a agosto de 2018 caían 11 %. A marzo de este año se incrementaban en 11,5 %. Hicimos también la reestructuración del banco, que fue un decreto de junio del año pasado, con lo que eliminamos 213 posiciones burocráticas que se habían acumulado por efecto de la politiquería en el gobierno anterior, que no agregaban ningún valor al productor agropecuario. Con lo que nos ahorramos en esos salarios pudimos contratar 403 nuevos asesores comerciales que hoy están desplegados en pueblos y veredas del país.

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