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Las aseguradoras privadas de salud tienen un problema peculiar en Chile. Cada vez que tratan de aumentar sus primas, miles de sus clientes las llevan ante la justicia para frenar el aumento –y ganan. Su imposibilidad de elevar las cuotas está haciendo mella en las ganancias, lo cual tiene a a uno de los sectores más rentables de Chile hace cinco años al borde del colapso.
Los clientes presentaron más de 130.000 recursos de amparo contra dichas empresas el año pasado, en los cuales los jueces no sólo fallaron a su favor 100 por ciento de las veces, sino que también hicieron pagar las costas legales a las aseguradoras. Esto tuvo para las compañías, conocidas como Isapres, un costo de US$34 millones en 2015, el doble de la suma correspondiente al año anterior.
Más extraño todavía es que el gobierno está haciendo muy poco por ayudar a un sector que provee cobertura de salud a casi un quinto de la población, dejando a las aseguradoras en un limbo mientras esperan un conjunto más amplio de reformas que tienen pocas posibilidades de llegar en lo inmediato. Las acciones de las compañías que son propietarias de Isapres como Inversiones La Construcción SA y Empresas Banmédica SA han tenido un desempeño inferior en medio de una recuperación en los mercados latinoamericanos.
“Existen serias dudas de que el sector pueda recuperarse”, dijo Andrés Cereceda, analista de títulos del sector de la salud en Credicorp Capital. “Los costos están subiendo y los próximos cinco años serán complicados”.
Enojo público
El sistema de Isapres se creó durante la dictadura de Augusto Pinochet cuando el Estado privatizó los programas sociales, inclusive gran parte de la salud, la educación y las pensiones. Estos sectores se hallan actualmente bajo presión en tanto crece el resentimiento hacia las empresas que ganan dinero con servicios esenciales. El gobierno ya restringió las ganancias en gran parte del sector educativo y anunció una serie de reformas en el sistema privado de pensiones este martes luego de una protesta en la que participaron decenas de miles de personas en Santiago el mes pasado.
No obstante, con su popularidad en un mínimo récord, un déficit fiscal creciente y otras reformas atascadas en amargos debates en el Congreso, es poco probable que el gobierno haga algo pronto para cambiar la situación de Isapres, dijo Victoria Beaumont, máxima responsable de Altura Management, una consultora con sede en Santiago que asesora a las aseguradoras.
Mientras tanto, el regulador de la salud advirtió que dos proveedores, Isapre Masvida SA e Isapre Consalud SA, apenas están cumpliendo con sus requisitos de solvencia. La oficina del regulador no respondió a llamadas telefónicas y correos electrónicos de consulta. Consalud ha dicho anteriormente que los indicadores empeoraron debido al mayor aumento de los costos legales derivados de los recursos de amparo, en tanto Masvida ha enfatizado que cumple con los requisitos y que los amparos deberían mejorar cuando su accionista mayoritario, Empresas Masvida SA, incorpore como propietario a un nuevo socio estratégico. Ninguna de las empresas respondió a correos electrónicos de consulta para este artículo.