En ese periodo de tiempo, Caprecom dejaría de prestarle atención a los presos del país y cedería los contratos de atención en hospitales para centrarse en el negocio del aseguramiento.
Así lo reveló Beatriz Londoño, ministra de Salud y Protección Social, durante una reunión con diputados antioqueños en la que también anunció que su despacho prepara un plan para que la entidad cancele todas sus cuentas pendientes.
Según cifras del sindicato de Caprecom, las deudas de la caja de compensación sobrepasarían los $600.000 millones. Asimismo, un informe de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínica la considera como la EPS más morosa del país en el pago a los hospitales.
De hecho, la semana pasada le entregó a la Superintendencia de Salud la operación de los hospitales San Francisco de Asís, en Quibdó, y Amor de Patria, en la isla de San Andrés, por la falta recursos.