China ha superado a Estados Unidos como el mayor importador neto de petróleo del mundo. Es un cambio que se da una vez por generación y que sacudirá la geopolítica de los recursos naturales.
El país del norte ha sido el importador neto más grande desde la década de los setenta, y esto le dio forma a la política exterior de Washington hacia los lugares más ricos en petróleo, como Arabia Saudita, Irak, Venezuela, Nigeria y el mar Caspio.
El cambio de Washington a Pekín, sin embargo, es todavía tentativo. El mercado de energía espera a que haya más datos mensuales antes de confirmarlo, en parte porque las cifras fiscales pudieron haber alterado los estimativos a diciembre. Las petroleras estadounidenses tradicionalmente cortan sus compras netas a fin de año para reducir sus inventarios y, con ellas, sus cuentas tributarias.
Las importaciones netas de petróleo en Estados Unidos, que se definen como crudo y productos de petróleo refinado, cayeron en diciembre a 5,98 millones de barriles diarios, la más baja desde febrero de 1992, según cifras provisionales de la Administración de Información Energética. Durante el mismo mes, las importaciones netas chinas aumentaron a 6,12 millones de barriles diarios, según la oficina de aduanas del país.
Cada año de la última década, las importaciones netas de Estados Unidos en enero se han recuperado significativamente desde diciembre, lo que sugiere que podría volver al primer lugar. Las chinas, que ya fueron publicadas, aumentaron a 6,3 millones de barriles diarios en enero.
En una base anual, Estados Unidos sigue siendo el importador neto más grande, pero el margen se ha reducido significativamente. Sus compras netas cayeron en 2012 a su punto más bajo en 20 años: 7,14 millones de barriles diarios; durante el mismo período, China se hizo a 5,72 millones de barriles.
Los analistas creen que aun si en enero se revierte el cambio, China asumiría el liderazgo mundial a principios de 2014, a medida que la producción de petróleo generada por la revolución del shale oil reduce la necesidad de EE.UU. de importar. Al mismo tiempo las refinerías estadounidenses, como ExxonMobil y Phillips 66, están exportando cantidades récord de productos petroleros para cumplir con el aumento en la demanda de gasolina, diésel y queroseno en América Latina y África.