Un auténtico revolcón ha vivido el sector cooperativo colombiano en tan sólo dos meses, después del nombramiento de Enrique Valencia como superintendente de la Economía Solidaria. En ese período la entidad ha identificado a por lo menos 4.000 organizaciones, entre cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales que no les han reportado información a los entes de control.
En este proceso, llevado a cabo con las cámaras de comercio del país, ha sido posible intervenir a cinco cooperativas de aporte y crédito y una de trabajo por irregularidades en su proceso de constitución y prestación de servicios, lista en la que sobresalen nombres como Coopdesol, Coomercado y Coomultrev, y a la que muy pronto se sumarían 50 nuevas asociaciones.
“Por nuestras disposiciones, de las 12.000 cooperativas de trabajo que funcionaban en el país, unas 9.000 cerraron voluntariamente antes de la intervención, lo que demuestra que el sector se está depurando por sí mismo”, señaló el funcionario durante la edición 12 del Congreso Nacional Cooperativo, que concluye hoy en Cartagena.
Pero ante el crecimiento del cooperativismo del país —según la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop), cuenta con $28 billones en activos—, la Supersolidaria se centrará en los próximo años en asegurar su sostenibilidad. “Hemos identificado que las asociaciones no hacen medición del riesgo de su cartera”, aseguró Valencia al anunciar que el ente de control supervisará esta actividad a partir de 2014.
El evento sirvió también para dar a conocer que la cartera del sector solidario asciende a $8,3 billones, de los cuales el 2,9% se encuentra en mora.