Crisis europea, más política que económica: Canciller español

José Manuel García señala que no se adoptó un mercado financiero integrado.

AFP
16 de noviembre de 2012 - 08:46 a. m.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención en la presentación del informe "Perspectivas Económicas de América Latina"/ EFE
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención en la presentación del informe "Perspectivas Económicas de América Latina"/ EFE

En el marco de la cumbre de Cádiz, el Canciller español señaló que la crisis de la deuda que afecta al sur de Europa "es una crisis política", debido a que la unión monetaria no estuvo acompañada de una unión financiera y fiscal, y requiere por tanto una "solución política".

En Europa "adoptamos una moneda única pero no adoptamos un mercado financiero integrado, ni un gobierno económico", afirmó el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, explicando la crisis que golpea a países como España, Portugal y Grecia ante un foro empresarial reunido al margen de la XXII Cumbre Iberoamericana.

"Creímos que esas ausencias las podíamos suplir con una política monetaria centralizada" pero el resultado fue una tasa de interés única que propició el crédito fácil y desembocó en burbujas inmobiliarias cuyo estallido hundió las economías, agregó.

Ahora "con absoluta irresponsabilidad se habla de la salida de algún país del euro", aseguró en referencia al caso griego, lamentando que esto lleve a "los inversores a desconfiar de nuestra voluntad de seguir juntos".

"La crisis en Europa no es una crisis económica, es una crisis política", lanzó García-Margallo, y "la solución es política", afirmó, exigiendo que se tomen medidas en la Eurozona.

"El banco central (europeo, BCE) tiene que seguir prestando de forma ilimitada", se debe "poner en marcha una unión bancaria" y establecerse un "mecanismo de resolución de crisis común, porque un hundimiento en una filial afecta al grupo en su conjunto", afirmó.

Además, "tiene que haber una última trinchera, un mecanismo de rescate que ponga el dinero público si lo anterior no fuera suficiente para salir del problema", agregó.

De nuevo en recesión desde finales de 2011, apenas dos años después de haber salido de ella, la economía española no logra despegar afectada por los elevados costes de financiación en los mercados, un desempleo del 25%, un sector inmobiliario siniestrado y una banca en plena reestructuración.

En este contexto, el gobierno español, que emprendió una draconiana política de austeridad, se ve presionado para solicitar un rescate de su economía al que de momento se resiste.

Por AFP

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