Ante el alud de quejas de los usuarios por el desborde en los consumos eléctricos, que no se compensa con el ahorro recomendado por el Gobierno para conjurar el racionamiento de energía en el territorio nacional, el designado ministro de Minas y Energía, Germán Arce, advirtió que en caso de que las reclamaciones sean válidas, “el sistema tiene los recursos para pagar las compensaciones”.
Esto porque las empresas del sector eléctrico han venido recibiendo reclamos de los usuarios que no han visto compensación por los días en los que redujeron el consumo y, por el contrario, en la mayoría de casos identificaron alzas en sus facturas. En diálogo con El Espectador, Arce aseguró que el consumidor que se sienta afectado tiene que dirigirse a la Superintendencia de Servicios Públicos.
Arce, quien viene de dirigir el Fondo de Adaptación, donde se ven los resultados y marchan los proyectos, se enfrentará a varios retos, pero uno especialmente fuerte: reparar una credibilidad maltrecha de un sistema eléctrico que flaqueó en momentos en que el país creyó que estaba blindado para evitar apagones como el de 1992. Ese fantasma se alcanzó a sentir.
Con el apoyo del Estado y el trabajo de EPM en la recuperación de las ocho turbinas de Guatapé, “vienen mejores tiempos”, con lo cual casi queda despejado el panorama para pensar en cortes futuros de energía, dijo.
Pero no cerró la puerta totalmente a una posibilidad de revisar ese incremento tarifario decretado por el dimitente ministro Tomás González, desde noviembre, y que dio inicio a toda una serie de acciones tendientes a conjurar un posible corte programado de luz cuando el fenómeno de El Niño fuera más intenso. Arce considera que “en este momento las razones objetivas con las que se tomaron decisiones hace algunos meses han desaparecido y serán parte de la discusión con la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas)”. A su juicio, hay otros hechos que pueden ser considerados a la hora de tomar alguna decisión: el comportamiento de la hidrología, la recuperación de Guatapé y la caída de los precios (de energía) en la bolsa. “Todo eso va a ayudar a que el sistema entre en fase de normalidad”, pero insiste en que hay que hacer un trabajo coordinado con la CREG.
El funcionario abre un espacio, aunque mínimo, donde se pueda considerar algún tipo de revisión en algunas de las instituciones del sistema. Lo que pasó nos va a permitir revisar dentro de la regulación qué tipo de ajuste se puede hacer, en el mediano y largo plazo, para tener un sistema seguro que les dé garantías a los usuarios, comenta.
“Hay posibilidad de revisar qué nos dejó la crisis y que nos permita fortalecer la CREG. Pero yo creo que el aporte que la Comisión le ha hecho al sector es enorme. Es un trabajo que ha tomado muchas décadas construir, y en eso hay que apostar por la institucionalidad. Evidentemente la crisis nos deja lecciones que hay que incorporarlas en la toma de decisiones”.
Licencias ambientales
Otro hueso duro de roer que tiene que enfrentar el designado ministro de Minas y Energía es el relacionado con las licencias ambientales y la inconformidad que han mostrado las multinacionales del petróleo con la falta de coordinación entre las entidades del Estado. Parte de ese descontento se origina en la revocatoria de una licencia a Hupecol Operating Co. para explorar en la Serranía de La Macarena. El mensaje es para los inversionistas nacionales y extranjeros, dijo Arce. “Desarrollar la industria de manera sostenible es una actividad que requiere un equilibrio en el uso del recurso y su explotación; las comunidades y el tema ambiental”.
La realidad es que Colombia ve con preocupación la declinación de la producción petrolera en un entorno de bajos precios internacionales. A febrero de este año, la producción fue de 955.000 barriles diarios de crudo, que frente a un año atrás evidencia un retroceso de 7,28 %.
“La apuesta que nosotros hemos hecho es que podemos explorar y explotar recursos naturales de manera responsable y sostenible. Aquí la regulación es clave”, reiteró Arce, al tiempo que celebró la designación en el Ministerio de Ambiente de Luis Gilberto Murillo, a quién considera un hombre conocedor de la realidad y sobre todo del componente social.
“El compromiso nuestro como Estado es mandarles señales de seguridad y estabilidad jurídica a los inversionistas, porque Colombia tiene una tradición de país serio, de mandar señales claras” destacó, aunque admitió que los incidentes de los últimas semanas “generan un poco de descontento, pero el deber nuestro es garantizar que como Estado trabajamos coordinadamente con los mismo objetivos sostenibles de largo plazo”.
Además, habló sobre la búsqueda de nuevas reservas petroleras por medio del fracking (fracturación hidráulica), una tecnología que está incorporada en la regulación ya hace un tiempo. “Con claridad creemos que lo podemos hacer de manera segura y responsable. Ha habido avances en la regulación y hay una puesta importante del aumento de reservas que le puede aportar esa tecnología al país”, dijo el designado ministro de Minas y Energía al reafirmar que la explotación de los hidrocarburos es la principal fuente para financiar las inversiones. “Es una decisión que la administración Santos tomó desde que empezó su primer mandato en 2010”.