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Plurum, firma de consultoría encargada de implementar modelos de felicidad en el trabajo, publicó recientemente un estudio en el que tuvo en cuenta a 45.000 personas de más de 60 organizaciones en 20 sectores de la economía colombiana. Lo anterior durante el periodo de tiempo 2014 - 2018.
Parte de los resultados que arrojó esta investigación, es que el tiempo en el trabajo impacta el grado de felicidad que tiene un empleado.
En concreto, cerca del 69% de los encuestados que afirmaron sentirse felices en su trabajo son aquellos que laboran entre 35 a 39 horas a la semana. Esto es menos una jornada laboral de ocho horas de lunes a viernes.
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Desde este punto, las gráficas muestran una constante caída en el nivel de felicidad a medida que se suman horas de trabajo. Las personas personas que trabajan entre 40 y 44 horas a la semana afirmaron sentirse felices en un 68%; aquellas que laboran de 45 a 49 lo hicieron en un 64,8% y, las que lo hacen de 50 a 54 horas, sienten felicidad en un 62,7% de los casos.
Los menos felices son los que trabajan más de 55 horas a la semana, de ellos el 58,8% asegura sentir felicidad con su trabajo.
“Eso lo muestra el PIB per cápita versus horas trabajadas. Colombia tiene US$6.000 PIB per cápita con 2.200 horas trabajadas al año. Inglaterra o Alemania tienen US$40.000 con 1.400 horas. Trabajan el 40% menos que nosotros y producen 600% más”, detalla.
Ramírez argumenta lo anterior explicando la importancia que tiene el ocio en la vida de una persona. Para él esto es necesario ya que impide que la persona se desgaste y así esté más fresca para poder ser más creativo y activo en su trabajo.
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“Lo que pasa es que el ocio no es quedarse horas frente a un televisor viendo netflix, no, es para observar, contemplar, imaginar”, detalla.
Otra medición que muestra la relación del tiempo con la felicidad en el trabajo tiene que ver con los años que una persona lleva en una compañía. Aquí la gráfica muestra una ‘U’, ya que los más altos niveles de felicidad (68%) se registran cuando una persona lleva menos de un año laborando en la compañía.
Aquí, según explica el “profesor de la felicidad”, lo que sucede es que hay personas que llegan a un puesto de trabajo con la visión de quedarse a largo plazo. Estas personas darán lo mejor de sí y se sentirán a gusto con sus labores. Contrario a quienes llegan con la expectativa de quedarse por un plazo corto, para ellos no es importante esforzarse tanto puesto que su tránsito allí es limitado.
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Para este profesional, es importante que la felicidad de un empleado sea sembrada desde la misma compañía, y para esto hay diferentes factores. Uno de ellos es la flexibilidad, como que no tenga que cumplir un determinado número de horas para completar su jornada diaria; pero también hay elementos adicionales como los jefes y la remuneración económica.
Aquí lo ideal es que las personas sientan orgullo de la empresa para la que trabajan, tengan confianza en sus jefes y perciban que su salario es el ideal. Pero el resultado es que en muchos casos las personas sí se sienten orgullosas de su compañía, confían poco en sus líderes y perciben que su remuneración económica es injusta.
“Algo similar a lo que sucede en Colombia, donde nos sentimos orgullosos de nuestro país, pero desconfiamos de nuestros líderes políticos y sentimos descontento con el salario mínimo”, explica.