Cuarto día de suspensión gubernamental en EE.UU. por falta de presupuesto, y nuevo toque de atención a los legisladores en Washington para que solucionen pronto sus diferencias. Llega desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su directora gerente, Christine Lagarde, ha advertido este jueves que el drama político puede acabar provocando “un muy serio daño a la economía de todo el planeta”.
Lagarde, en el discurso previo a la reunión de otoño que organizan el FMI y el Banco Mundial, dice que el cese parcial de la administración estadounidense “ya es suficientemente mala. Pero el fracaso al elevar el techo de la deuda federal es mucho peor”. Como viene repitiendo desde hace tiempo, EE.UU. debe afrontar sus problemas fiscales con calma y cuanto antes.
Los grandes ejecutivos de Wall Street ya alertaron el miércoles que las cosas se pueden poner muy feas si se llega al 17 de octubre sin un acuerdo para elevar el límite de endeudamiento. Se entrará en un territorio nunca explorado, con efectos que pueden ser muy severos no sólo para el sistema financiero global, lo que preocupa al FMI.
Por su parte, el Tesoro de EE.UU. volvió a advertir al Congreso de las consecuencias “catastróficas” de no elevar a tiempo el techo de la deuda federal al decir que provocará una recesión que “puede ser igual o peor a la de 2008”. También señala que se perciben las primeras señales de que el debate fiscal actual está afectando a los mercados financieros. Por eso considera que la única manera de salir de esta crisis es “actuando”.
Técnicamente, la mayor potencia económica del planeta estará en una situación de impago porque no tendrá efectivo para cubrir sus obligaciones legales. EE.UU. ya tocó ese límite, fijado en los 16,7 billones de dólares, en mayo. Sin embargo, logró mantener su capacidad de pedir prestado sin rebasarlo gracias a la adopción de medidas contables extraordinarias .
El margen de maniobra del Tesoro se agota y podría suceder incluso algunos días antes de esta fecha guillotina, momento en el que el gobierno tendrá que priorizar qué es lo que paga con lo que le queda en caja. Dos semanas después de ese momento, la situación será realmente fea, porque la deuda es el motor central para dar liquidez a la economía.
En su intervención, Lagarde hace mención al lastre que está provocando el recorte del gasto derivado del último choque político. Pero a la vez que pide se rebaja la presión por ese lado, señala que EE. UU. debe contar con un plan que le permita reducir la deuda creciente.
“La incertidumbre política no ayuda a hacer frente a ese reto”, lamentó. Por eso considera “crítico” que se resuelva el impasse.