Gas natural vehicular, entre la expansión y la escasez

La fuente de energía fósil que por más de 50 años fue despreciada por la industria petrolera, hoy mueve más de 22 millones de carros en el mundo.

Óscar Güesguán Serpa
13 de septiembre de 2015 - 01:55 a. m.

El combustible que hasta hace más de 20 años era quemado o reinyectado al subsuelo por la industria petrolera, se ha posicionado en el mundo por dos factores: primero, es un producto que sigue creciendo la caja de las empresas que exploran hidrocarburos y las que la distribuyen, y ha reducido los costos de quienes lo utilizan; segundo, la preocupación internacional por reducir las emisiones de CO2 llevó a buscar nuevas alternativas, más amigables con el medio ambiente.

El “estartazo” de la industria del gas natural en Colombia tiene su origen en el mar Caribe. La entrada en operación de los campos Chuchupa y Ballena, en La Guajira, operados por Chevron y Ecopetrol, desde hace cerca de 40 años, le dio un perfil diferente al insumo y en torno a su desarrollo se creó una industria que, aunque fructífera, hoy genera preocupación por la limitación en sus reservas.

“Al haber la oferta de gas, se establecieron mecanismos regulatorios para que creciera. Se creó una política para el gas domiciliario y una estrategia de regionalización para poder llevarlo a las regiones. Vía precio, los distribuidores y transportadores no solamente llevaron el insumo hasta los municipios con más población, sino también a los lugares por donde pasara el tubo. Luego, a través de subsidios, se incentivó que las personas cambiaran su carro a gas y se reguló la comercialización del insumo para que hubiera más transparencia en los precios”, explica Alejandro Martínez, experto en el sector petrolero de Colombia.

Entre tanto, además del gas domiciliario, la industria automotriz encontró un nuevo discurso para su desarrollo. Según el “Informe de sector gas natural 2014”, presentado recientemente por Promigás, en 2014 Colombia, después de Argentina y Brasil, fue el tercer país de Suramérica –con un incremento del 10%– en convertir más vehículos a uso de ese combustible. A nivel mundial está entre los siete países con más vehículos utilizando GNV.

De acuerdo con Eduardo Pizano, presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgás), un taxista que decida utilizar esta fuente de energía fósil puede ahorrarse hasta un salario mínimo mensual. Si bien su uso no es típico del transporte público, este ejemplo pone en evidencia por qué en los últimos cuatro años casi doscientos mil carros se pasaron a GNV. También pone de relieve por qué China, el gigante asiático con uno de los procesos de industrialización más veloces de la historia reciente, se disputa con Irán el uso de ese combustible en los automotores. “En 2015 podría darse un cambio en el liderazgo del país con mayor número de vehículos con GNV en el mundo. Al cierre de 2014, China se acercó a Irán con 2,5 millones de vehículos convertidos en los últimos dos años, quedando el gigante asiático con casi cuatro millones de vehículos”, registra el informe de Promigás.

En Colombia, empresas como GM Colomotores han visto en el GNV tanto potencial que próximamente lanzarán una línea de buses y posteriormente camiones NPR que funcionarán con gas. “Estamos trabajando en todas las regulaciones que se requieren para que ese vehículos salga” contó Pizano. De esta forma, el gran líder de producción de automotores en Colombia espera diversificar su canasta energética e incursionará en energías limpias.

Pero el desarrollo de este tipo de proyectos tiene dos problemas. El primero es la regulación: la directora de la Cámara Automotriz de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), María Juliana Rico, advirtió que hay que “mejorar sustancialmente el trámite de exclusión de IVA de los vehículos limpios. Actualmente, dicho procedimiento tarda como mínimo seis meses y establece requisitos que desconocen la realidad y la operación del mercado. Esperamos que los Ministerio de Minas y de Ambiente actualicen y mejoren prontamente este trámite”.

El segundo, las escasas reservas de gas del país. El balance de gas 2015-2013 de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) reveló que en ocho años la demanda de gas habrá crecido 3,4 %, mientras que la oferta tendrá una paulatina reducción a partir de este año. Déficit que solamente podrá ser cubierto por la planta regasificadora que entrará en funcionamiento en 2016, pero que personas como el presidente de Corona, Carlos Enrique Moreno, advierten sus precios serán más altos que el producido en el país o por el hallazgo de nuevas fuentes de gas. En este último caso, los ojos están puestos, nuevamente en el mar Caribe. La fuente de energía que por más de 50 años fue despreciada, hoy suscita una suerte de fiebre por conseguirla.

Las cifras

10 por ciento fue el incremento del número de vehículos convertidos a gas natural vehicular en Colombia en los últimos cuatro años. Después de Brasil y Argentina, fue el país suramericano con mayor crecimiento en este índice.

2,5 millones de automotores más utilizaron este combustible para funcionar en China. El gigante asiático superaría en 2015 a Irán, el mayor consumidor de GNV en el mundo.

Por Óscar Güesguán Serpa

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar