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En la canasta minera colombiana predominan el carbón y el níquel, cuando la tendencia mundial es abrir espacio para otros minerales como el cobre y el oro. En cobre estamos "en pañales" y en oro la actividad exploratoria afronta serios problemas por la presencia de grupos criminales en la explotación y comercialización. Así quedó expuesto en el Congreso Nacional de Minería en Cartagena.
Colombia quiere volver a poner los ojos en el cinturón del cobre que se extiende desde Panamá en un momento en que varios países del sur del continente tienen al cobre como una de sus principales fuentes de ingresos.
“Nuestro corredor del cobre ha sido menos conocido y ha sido menos explorado y explotado”, dijo la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, en el Congreso Nacional de Minería en Cartagena. Admite que la búsqueda de este mineral ha sido una oportunidad perdida que tiene que convertirse en la gran oportunidad al futuro.
El presidente de la Asociación Colombiana de Minería, (ACM), Juan Camilo Nariño, considera que en los siguientes diez años el país puede llegar a producir unas 400.000 toneladas de cobre, en tanto que la ministra de Minas y Energía es un poco más agresiva y apuesta por llegar a los dos millones de toneladas de este mineral fundamental para avanzar en la electrificación de las ciudades y, por ende, en el crecimiento económico. “El cobre es el mejor transmisor de la energía”, dijo María Fernanda Suárez.
Una de las apuestas que tiene este gobierno en materia energética es diversificar la canasta minera. La ministra Suárez considera que con los ojos puestos en la minería del cobre se debe seguir desarrollando los recursos que hoy tenemos, carbón y níquel, y profundizando el conocimiento del subsuelo donde el Servicio Geológico Colombiano tiene un rol importante.
Actualmente hay unos proyectos mineros dedicados a la explotación de cobre en varias zonas del país, con resultados aún muy incipientes. El más destacado y avanzado es Ático Mining que produce 10 toneladas anuales y que opera la mina El Roble en Chocó. La explotación es una mina subterránea de cobre y oro de alta ley con una capacidad nominal de planta de procesamiento de 850 toneladas por día. Su producto comercial es un concentrado de cobre-oro, dice la información de la empresa en su página web.