Ad portas de que el Gobierno presente la anunciada reforma al sector agropecuario, para lo que el Plan Nacional de Desarrollo le dio al presidente Juan Manuel Santos facultades extraordinarias que vencerán en diciembre próximo, la Contraloría General de la República (CGR) presentó un análisis sobre el desalentador panorama del agro durante los últimos años. (Vea: “¿Qué hacer con el diagnóstico del campo?”)
Entre las principales conclusiones está que el sector ha perdido importancia en el Presupuesto General de la Nación (PGN) y ha habido una concentración de recursos en el Ministerio de Agricultura. “En el período 1990-2014, el presupuesto del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural se ha multiplicado 28 veces y para el 2014 esta entidad acaparó el 77% del presupuesto total del sector”, dijo la CGR.
“El sector agropecuario ha perdido importancia en el Presupuesto General de la Nación: los recursos asignados para inversión caen de 14% del PGN en 1992 a 3% en 2005 y desde entonces se recuperan lentamente hasta alcanzar cerca del 6% en 2014; y pese a la fuerte inyección de recursos públicos en esta última etapa, el PIB agropecuario se rezagó del PIB total de Colombia”. Es de recordar que actualmente, el PIB agropecuario ronda el 3%.
Asimismo, se señala la ausencia de diagnósticos sobre las metas propuestas en los planes de desarrollo y que “la carencia de Evaluación de Resultados amenazan con hacer de los mismos tan solo iniciativas legislativas para cumplir un mero formalismo legal”, comunicó la Contraloría.
Se analiza también una ineficiente asignación presupuestal, asociada “con la captura de buena parte de la institucionalidad agropecuaria por parte de gremios y grandes productores”. Entre las consecuencias de los malos manejos está la debilitada producción de alimentos, que se suma a una volatilidad en los precios de la canasta familiar.
La Contraloría recordó como el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) son las dos únicas entidades que han sobrevivido a las continuas reformas organizacionales sufridas desde la expedición de la Carta Política de 1991. Según la CGR, además, “la reforma institucional del sector agropecuario del año 2003 implicó una inestable reacomodación de las prioridades del Estado”.
“De igual manera, el gasto tributario en el año 2013 (recursos fiscales que el gobierno nacional deja de percibir por exenciones tributarias) calculado a partir de las declaraciones de renta e impuestos CREE de la DIAN correspondientes al sector agropecuario ascendió a $68 mil millones (apenas 4.3% de la diferencia entre sus ingresos y costos), concentrados en actividades tales como cultivo de caña de azúcar, cultivo de palma para aceite y otros frutos oleaginosos, y cría de ganado bovino y bufalino”.