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Esta es la propuesta: aumentar la tarifa del 15% al 37,9% en las importaciones de prendas de vestir en el país, si su precio es inferior o igual a US$20 dólares por kilo. En caso de que el precio sea superior, el arancel será de 10%, ad valorem, más US$3 por kilo.
Con la anterior iniciativa, la Cámara Colombiana de la Confección, institución que consiguió el apoyo de algunos senadores y representantes a la Cámara para incluir dicha propuesta en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), dice que busca beneficiar a la industria nacional al ‘nivelar la cancha’ con otros fabricantes internacionales que no tienen un acuerdo comercial con Colombia y cuyos costos en los procesos productivos les permiten ofrecer prendas de vestir a precios bajos.
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La industria de la confección en Colombia, según el presidente de la Cámara Colombiana de la Confección, Guillermo Criado, está representada por más de 70.000 empresas formales y 1,5 millones de empleos, entre formales e informales.
Según otras cifras mencionadas por este directivo, en su entrevista con El Espectador, 346 empresas se han visto obligadas a entrar en procesos de liquidación, mientras que en los últimos diez años se han perdido cerca de 700.000 empleos, entre formales e informales, según Criado, por las normas actuales “que han traido años de retroceso a la industria nacional”.
No obstante, esta propuesta, como muchas otras presentes en el PND, ha tenido sus detractores. Aquí los puntos a favor y encontra presentes en este debate.
Disminuye la informalidad
Según un estudio adelantado por la Universidad de los Andes, contratado por la Cámara Colombiana de la Confección, la informalidad en el sector es de 74,5%. Para Criado este porcentaje es tan alto debido a que las normas vigentes presionan no solo a que las compañías permanezcan en la informalidad, sino que además se dirijan a la misma.Le puede interesar: ¿Formalizar la informalidad?
Lo anterior lo explica porque países africanos y asiáticos, con los que actualmente Colombia no tiene acuerdos comerciales, y en los que la mano de obra cuesta entre US$20 y US$80 mensuales, “están destruyendo el empleo nacional y el crecimiento económico en esta industria”.
“Las importaciones de estos países asiáticos han venido creciendo en los últimos años. África creció el 50,8% de 2016 a 2018, China el 38,7% y los demás países asiáticos un 58,4%. Mientras el empleo nacional decrece, al igual que el crecimiento económico y la producción nacional. Queremos condiciones iguales”, precisa.
Esta propuesta del PND es inconstitucional
Ese es uno de los argumentos que utilizan los detractores de esta iniciativa como la Andi, Fenalco y Analdex.En su entrevista con El Espectador, el vicepresidente de Fenalco Nacional, Eduardo Visbal, aseguró que el Congreso no tiene la facultad aprobar este tipo de propuestas, ya que su aval no corresponde al Legislativo sino al Ejecutivo.
Apoyado en el numeral 19 del artículo 150 de la Constitución, Visbal asegura que el Congreso no puede modificar el arancel de aduanas, salvo que sea por razones de política fiscal, “ y este no es el caso”.
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En suma, sería el Ministerio de Comercio Industria y Turismo, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la Dian, las entidades que tendrían que aprobar, si es el caso, dicha iniciativa.
En contraposición, Criado asegura que decidieron pasar esta propuesta por el PND dado a la negativa que han encontrado en las cerca de 100 reuniones que han tenido con el Ministerio de Comercio Industria y Turismo entre la actual y anterior administración.
“Hablarles de aranceles y de producción de la industria nacional es como mostrarle la ostia al diablo”, precisó.
Hace dos semanas, fuentes del Ministerio de Comercio afirmaron que la intención de la cartera es recoger a través del diálogo las distintas visiones de los eslabones de esta cadena. A partir de eso, el Gobierno estudiaría, entre otras opciones, una medida que sería propuesta al país y discutida en el comité AAA para que pasara, posteriormente, a sanción presidencial.
Fortalece el recaudo tributario del país
Criado explica que esta propuesta puede llegar a ser positiva en materia fiscal puesto que castiga al importador que hace trampa declarando su mercancía por precios irrisorios.Lo anterior, porque con la iniciativa subiría el umbral de US$10 a US$20, acción que complicaría al declarante poder realizar contrabando técnico al momento de intentar maniobrar con los precios reales de los productos.
Incrementa el contrabando
Para Visbal el panorama es claro: mayores aranceles significan mayores tentaciones al momento de evadir impuestos.“Al subir los aranceles se produce que los grandes empresarios dejan de importar, y como esa demanda no la puede suplir la industria nacional, lo que termina pasando es que el contrabando resulta apoderándose de esos segmentos”, asegura.
Criado manifiesta que no le preocupa el tema del contrabando, ya que asegura que con mayores o menores aranceles seguirá existiendo, puesto que el problema de fondo es un “lavado de dólares impresionante”.
Puede generar retaliaciones comerciales
Otro de los argumentos empleados por el directivo de Fenalco es que incrementar los impuestos de importación podría significar futuras retaliaciones comerciales, es decir, que estos países hagan lo mismo con Colombia en este u otros sectores.Criado asegura que estos países, de los cuales la nación importa confecciones, y con los que no tiene un acuerdo comercial, no compran ni el 1 % de las importaciones que hace Colombia.