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¿Inminente baja de calificación crediticia de Colombia?

La decisión de la firma Standard & Poor’s impactaría significativamente la capacidad del país para conseguir financiamiento en el exterior.

Redacción Negocios y Economía
18 de febrero de 2016 - 04:00 a. m.

Esta semana, el mensaje de la firma calificadora Standard & Poor’s (S&P) fue, para el Gobierno y expertos, un llamado claro y urgente para llevar a cabo la reforma tributaria estructural, ponerle el acelerador a la firma de la paz e impulsar sin demoras los proyectos de infraestructura de cuarta generación. Básicamente, si eso no sucede, S&P rebajará la calificación crediticia de Colombia, lo cual tendría impactos en la capacidad del país para conseguir financiamiento en el exterior.

Pese a que la firma sostuvo el grado de inversión de la deuda externa colombiana con calificación BBB, revisó la perspectiva de calificación de estable a negativa. “Es como si fuera una segunda nota donde (S&P) dice que la baja se da por el deterioro de nuestra cuenta corriente y el deterioro fiscal que deriva de la caída de los precios del petróleo. Pero, de no hacer los esfuerzos fiscales para aumentar los ingresos y disminuir los gastos, correríamos el riesgo de que nos degraden la categoría de grado de inversión a no inversión”, explicó el rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo.

Al respecto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseguró que “hemos anticipado las medidas que debemos tomar, y que tomaremos con firmeza y decisión, para afrontar los retos externos que causaron la revisión de Standard & Poor’s”. Pero para otros no es tan clara la prontitud con que el Gobierno pueda actuar para evitar una baja de la calificación.

Marc Hofstetter, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, dijo a este diario que “estas calificadoras necesitan señales más o menos creíbles de que en los próximos meses aquello que les preocupa no les preocupará tanto. Resultará difícil para el Gobierno poder dar esas señales”. Lo anterior debido a que lo único que está plenamente bajo su control es el recorte del gasto. “Sin embargo, por el momento no sabemos con exactitud en cuánto vamos a reducir el presupuesto, pero podría ser cerca al recorte de $6 billones que hicimos hace un año”, dijo el ministro.

Pero otros asuntos como los tiempos de la reforma tributaria son inciertos debido a que, como ha demostrado el Ejecutivo, dependen del trámite que se le dé a la refrendación del fin del conflicto, lo cual también es un elemento fundamental para S&P. “Los tiempos de la paz son inciertos. No creo siquiera que el Gobierno sepa cuándo, una vez firmada la paz, podamos ir a votar. Dicen que la reforma va sí o sí, pero ya la aplazaron una vez por el tema de la paz”, agregó Hofstetter.

Para Restrepo también es claro que el llamado es a aumentar los ingresos por vía de los impuestos, pero también reducir el gasto ahondando en lo que el Gobierno ha llamado “austeridad inteligente”. “Pero creo que los recortes no son los suficientes. Debe haber una reflexión de fondo y a largo plazo sobre el Sistema General de Participaciones. Ahí habría una fuente importante, porque lo que sucede es que las transferencias crecen por encima de la economía y eso se vuelve inmanejable en el largo plazo”, agregó el rector del Rosario, quien, además, no descartó que otras calificadoras empiecen a tomar medidas similares a las de S&P.

Por Redacción Negocios y Economía

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