Turismo

Turismo cultural: una oportunidad para el desarrollo sostenible

¿Cuál es el potencial del turismo cultural en Colombia para el desarrollo sostenible de las comunidades? Conozca los retos y oportunidades que tiene este sector, ideal para los turistas que buscan experiencias de viajes únicas y enriquecedoras.

María Alejandra Castaño Carmona
18 de noviembre de 2020 - 10:02 p. m.
En Ciénaga, Magdalena, al igual que a lo largo y ancho de Colombia, hay decenas de expresiones culturales ideales para el viajero que busca experiencias inolvidables.
En Ciénaga, Magdalena, al igual que a lo largo y ancho de Colombia, hay decenas de expresiones culturales ideales para el viajero que busca experiencias inolvidables.
Foto: Cortesía: Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA

En el panel “El turismo cultural: una oportunidad para el desarrollo sostenible”, que se desarrolló dentro del Gran Foro Mundial de Artes, Cultura, Creatividad y Tecnología- GFACCT, expertos nacionales e internacionales hablaron acerca de las oportunidades que tiene el turismo cultural, para que se convierta en una herramienta de desarrollo sostenible y competitivo en los destinos turísticos de Colombia.

Además, a propósito del diseño de la política de Turismo Cultural en que trabaja Colombia, este panel planteó una conversación franca sobre los retos que se tienen para transformar la idea de un turista consumidor de activos culturales, en un agente que se logra involucrar con respeto a una realidad distinta a la propia y consigue dialogar de distintas maneras con la diversidad cultural de otras latitudes.

“Desde el Ministerio de Cultura se entiende la sostenibilidad como el desarrollo de actividades en equilibrio en aspectos culturales, ambientales, sociales y económicos; eso es fundamental que se pueda entender en los territorios, porque garantiza una conservación, preservación y salvaguarda de la diversidad cultural como un activo fundamental”, afirmó José Ignacio Argote, viceministro de Fomento Regional y Patrimonio del Ministerio de Cultura.

Y añadió que es importante resaltar que dentro de la política de turismo cultural que han ido construyendo, actualizando y que están trabajando muy de la mano con el viceministerio de turismo, han tomado como referencia plantear la cultura como un cuarto pilar de la sostenibilidad.

“Eso es clave, porque el patrimonio material e inmaterial es muy sensible. Colombia es un país inmensamente rico en manifestaciones culturales, es un país pluriétnico y multicultural, nosotros tenemos declarados 45 centros históricos, de los cuales 17 hacen parte de la Red de Pueblos Patrimonio, tenemos 23 manifestaciones inscritas en la lista representativa de Patrimonio Nacional y 10 de ellas reconocidas por la Unesco. Ese activo, que en su gran mayoría tiene que ver con nuestras comunidades afrocolombianas o indígenas, es muy importante y lo debemos proteger”, dijo el viceministro Argote.

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Esta charla, además, se dio un momento importante, donde la industria está buscando y ejecutando planes para recuperarse del golpe generado por la pandemia; apoyado por un país que ve en el turismo un sector clave para la recuperación económica. Todo, bajo procesos de sostenibilidad y responsabilidad con las comunidades, los territorios y el medio ambiente. Porque, entre muchos otros acuerdos, los panelistas coincidieron en que se debe dar una mirada más amplia y ver la sostenibilidad desde lo ambiental, social y económico.

“Para nosotros la sostenibilidad no solamente pasa por el tema del apoyo y la conservación medioambiental. La sostenibilidad es el uso ético de los datos, es usar tecnologías para poder llegar a diferentes territorios para desarrollar eficiencia, por ejemplo, en el manejo de residuos, en la capacidad de carga de los destinos, en poder llegar a las comunidades vulnerables, como los territorios rurales, para que puedan promocionarse como destinos turísticos y generar equidad, es incluir a las comunidades, empoderarlas y brindarles oportunidades de desarrollo”, enfatizó Natalia Bayona, directora del Departamento de Innovación, Educación e Inversiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Mientras que la arquitecta María Eugenia Bacci, otra de las panelistas internacionales, aseguró que para esa sostenibilidad es muy importante la coordinación y la corresponsabilidad en la actividad turística en espacios de patrimonio cultural, pues estos requieren de elementos de protección, conservación, puesta en valor, presentación del bien, conocer y respetar que el costo debe ser compartido, entre otros.

“Siempre hablamos de que la actividad turística debe ser una mezcla de compromisos de las dos partes, muchas veces el sector patrimonial es de largo plazo, de una complejidad que a veces al sector turismo le cuesta entender por su inmediatez. Entonces es importante que se coordinen muy bien todos los procesos y que realmente el turismo y sus comunidades salgan fortalecidos, pues el patrimonio cultural le da el contenido a la actividad turística. Es una actividad de gana y gana, pero donde las comunidades deben ser las más beneficiadas”, añadió la experta en dirección de planes, programas y proyectos de desarrollo de destinos turísticos.

A lo que se sumó Natalia Bayona asegurando que para la Organización Mundial del Turismo la sostenibilidad y la innovación son la nueva normalidad, y que la cultura es uno de los sectores prioritarios del turismo ya que es sinónimo de educación, de diversidad, de talento y de experiencias únicas.

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¿Cómo lograr que el turismo cultural sea competitivo?

“El contar con un país tan diverso como Colombia implica que la manera más eficiente para promover un turismo cultural sostenible sea incluyendo a las comunidades, gestionando una capacidad de carga que sea acorde a esos territorios y usar las nuevas tecnologías como parte de esa ayuda para generarles igualdad de oportunidades, y que se puedan educar, promocionar y atraer más turistas conscientes y responsables”, dijo la directora del Departamento de Innovación, Educación e Inversiones de la OMT.

Por otro lado, Julián Guerrero Orozco, viceministro de Turismo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, otro de los panelistas y voz de autoridad en el mundo para hablar de turismo sostenible, reconoció que a pesar de que el turismo tiene el riesgo de ser un depredador de la naturaleza y de la cultura, cada vez hay un mayor reconocimiento de que es una herramienta muy poderosa para la conservación y la protección del patrimonio natural.

“La forma de sacarle provecho al turismo cultural, en términos de sostenibilidad, es no hacer énfasis solo en el viaje físico, en el estar presencialmente en un lugar… si no también poner el foco de atención en ese viaje interior, intelectual, emocional y espiritual que hacemos. Yo le llamo la propiedad intelectual del turismo, aprovechar y disfrutar lo que tiene que ver con la historia, la gastronomía, la literatura, el arte, la música… ahí está el valor agregado en la generación de desarrollo”, contó el viceministro de turismo, quien también recordó una frase del novelista estadounidense Henry Miller: “Un destino de viaje no es un lugar, sino una forma distinta de ver las cosas”.

Una lección muy oportuna para el tema que se estaba desarrollando en el panel Turismo cultural: una oportunidad para el desarrollo sostenible, donde la comunidad se convertía en pieza clave para la sostenibilidad.

“La cultura es riqueza tangible e intangible, por eso, empezar a dejar capacidad instalada en los territorios ha sido fundamental y así lo pensamos nosotros en nuestro Plan Nacional de Desarrollo, donde en una línea específica estamos trabajando: Memoria en las manos, donde estamos focalizando muchos esfuerzos, que es ese saber hacer; Memoria en los territorios, que son, entre otras, las manifestaciones y Memoria construida donde resaltan nuestros centros históricos y todo nuestro patrimonio material”, explicó José Ignacio Argote.

Y complementó estos importantes conceptos, asegurando que la Memoria en las manos es clave, porque si formamos y hacemos esa transmisión de saberes en los territorios, reconocemos que los productos que se hacen en las comunidades son valiosos y vinculamos a las nuevas generaciones… vamos a garantizar que esos oficios permanezcan en el tiempo de manera sostenible.

“Estamos trabajando, por ejemplo, en unos talleres muy fuertes en tapia pisada, también tenemos un gran ejercicio en el Carmen de Bolívar, donde el hilo conductor es la música; o en San Jacinto, donde estamos trabajando en la elaboración de hamacas, y donde ese mismo Taller escuela se ha convertido en un museo vivo, y es allí, donde ese turismo de experiencia cobra más valor. Pues el viajero no solamente irá a comprar y a pedir rebaja por el producto, si no que va a entender todo el proceso de una hamaca y, además de darse cuenta que el valor es justo, se irá lleno de conocimiento y de experiencias única”, reconoció el viceministro de Fomento Regional y Patrimonio del Ministerio de Cultura.

El viceministro Argote, además, insistió en la importancia de las comunidades en el turismo cultural, asegurando que, al vincularlas, “garantizarán un desarrollo sostenible en los territorios, donde habrá, entre otros, ingresos adecuados para las comunidades y menor deserción de los jóvenes de los lugares más apartados de Colombia a las ciudades capitales, porque van a vivir dignamente. Y eso tiene mucho que ver con otro tema en el que estamos trabajando que se llama el Marco Nacional de Cualificaciones, que es empezar a reconocer el empirismo que tenemos en el territorio”, contó.

Educación, clave para fortalecer el turismo cultural

Para aterrizar las ideas en un tema lleno de talento, pasiones, retos y oportunidades, los panelistas aseguraron que la educación en clave para posicionar a Colombia como un destino de primer nivel y asegurarles a las comunidades desarrollo sostenible a través del turismo cultural.

“El énfasis en educación y la interpretación del patrimonio, como una herramienta que también es de gestión de los lugares, es importantísimo, además es clave hacer un monitorio continuo de las actividades y los bienes, porque estamos trabajando en áreas que son, en muchos casos sensibles, ya sean patrimonio tangible o intangible. Por eso, esa labor de vigilancia y de apoyo a las comunidades y a los gestores patrimoniales es fundamental”, comentó María Eugenia Bacci.

“Hay un trabajo muy importante que hacer en los dos sectores: cultura-patrimonio y turismo para mejorar toda la información que llega del bien. Tenemos la oportunidad de enriquecer toda la parte de interpretación e información y que sirva a la vez de educación para los residentes y visitantes, eso es clave”, añadió la arquitecta.

Por otro lado, y dada la situación actual por la que atraviesa el mundo con la pandemia y que ha acelerado la transformación digital, Natalia Bayona añadió que la innovación, la educación y la inversión, elementos que parecen tres ministerios diferentes, pero que ella dirige en un mismo frente, son la mejor manera de recuperar el turismo tan golpeado por el COVID-19, sobre todo en un país como Colombia lleno de talento, sin embargo, hay que empezar por la educación.

“El turismo es el principal empleador del mundo de mujeres y de jóvenes, sin embargo, el 50 % de esas personas solamente tiene habilidades en secundaria, entonces si queremos hacer un sector económico de nivel mundial, altamente tecnológico e innovador, hay que empezar por lo primero que es la educación, y hoy en día, lo estamos viviendo: la educación digital es fundamental”, aseguró Natalia Bayona.

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Y añadió que antes de empezar a innovar o de emprender, la base de un turismo sostenible, de alto nivel, que genere oportunidades para que las mujeres, jóvenes y comunidades históricamente marginadas y que puedan crecer en la pirámide, es la educación digital. Pues según la primera directora de innovación de la OMT, el 23 % de las ministras de turismo son mujeres, pero necesitamos llegar al 50 %, y no por el género, sino porque eso implica diversidad.

Para finalizar, el viceministro de turismo habló de las inmensas oportunidades que tiene Colombia en los viajes culturales para fortalecer a las comunidades y contribuir con su desarrollo sostenible en el ámbito social, económico y ambiental.

“Colombia es un diamante en bruto, y ese es un lugar común, pero realmente lo es en término de naturaleza y de cultura. Ejemplos hay por doquier, la lista es interminable. Entonces lo que hace falta es pulir ese diamante. Hay otra frase que dice: solamente se puede proteger lo que se ama y solo se ama lo que se conoce, tenemos que conocer mejor nuestro patrimonio para así protegerlo”, aseguró.

“Estoy convencido de que el mundo está pasando de los viajes de entretenimiento, que no tienen nada de malo, valga la pena decirlo, a los viajes de enriquecimiento, cada vez la gente entiende que viajar es una característica envidiable de la personalidad. Por eso, desde el viceministerio estamos desarrollando el proyecto de las narrativas regionales de turismo, un proyecto, trabajado desde las regiones y con las comunidades de diferentes departamentos del país, que enriquecerá la experiencia de viajar y fortalecerá el turismo cultural”, añadió Julián Guerrero.

Retos que sin duda seguirán posicionando el turismo colombiano como un destino de primer nivel, lleno de fortalezas y experiencias diferenciales para el viajero nacional y extranjero; pero, sobre todo, de rico en oportunidades para comunidades que, a través del turismo cultural, pueden mejorar su calidad de vida y confiar en que este sector es una gran opción de desarrollo sostenible, donde los primeros beneficiados debe ser la comunidad.

“Esto es un tema interinstitucional, cuando se tienen oficios tradicionales hay muchos actores haciendo parte del proceso y del que depende su éxito. Por ejemplo, además de los Ministerios que incluyen la cultura y el turismo, el Ministerio de Agricultura debe garantizar que haya cultivo de caña flecha, para hacer el sombrero vueltiao, un producto muy importante para la cultura el turismo de Colombia. Es un trabajo intersectorial para garantizar sostenibilidad”, concluyó José Ignacio Argote.

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