Publicidad

Mano de obra, uno de los retos más grandes en Federacafé

Adriana Mejía, ternada para la gerencia del gremio cafetero, dice que usar tecnologías para la cosecha es clave para reducir costos.

María Alejandra Medina C.
23 de julio de 2015 - 03:42 a. m.

Junto con Roberto Vélez, embajador de Colombia en Japón, y Luis Guillermo Vélez, exsuperintendente de Sociedades, fue seleccionada para la terna a la gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros la caldense Adriana Mejía Cuartas, administradora de empresas de la Universidad Nacional y quien desde hace cinco años se desempeña como directora de la oficina de la Federación en Europa.
 
Mejía arrancó hoy su gira por los 15 departamentos cafeteros para convencerlos de votar por ella durante el congreso extraordinario del gremio, que se llevará a cabo el 12 de agosto. Según ella, en el proceso le dan la delantera su preparación, en la que se cuenta un MBA del Instituto de Empresas de Madrid, y venir de una familia cafetera, por lado de padre y también de su madre, María Mercedes Cuartas, la primera mujer que representó a Caldas en el comité cafetero.
 
¿Cuáles serían los problemas urgentes que llegaría a resolver?
Veo que tenemos que recuperar la identidad de la caficultura colombiana, convertirla en sinónimo de sostenibilidad y atributos que le cuenten al consumidor final el gran origen y el porqué del café colombiano. Tenemos que trabajar muy fuertemente en la rentabilidad, hacer el negocio viable. Eso implica evaluar todos los factores productivos y seguir introduciendo elementos de innovación, en variedades, reducir costos y optimizar beneficios. El último punto fundamental es el fortalecimiento de la marca Colombia, mostrar al mundo que es el mejor café, concentrarnos en que sea reconocido, que los consumidores en el mundo pidan el café como café colombiano, que tiene todo para escalar en mercados de mayor valor.
 
¿En qué está de acuerdo con la Misión Cafetera?
La Misión recomienda revisar cómo hemos aproximado las certificaciones de los estándares y sellos sostenibles. Creo que en eso ha acertado, pues es lo que los consumidores al otro lado del mundo están pidiendo.
 
¿Cree adecuada la participación del Estado en la Federación?
El Estado es un gran aliado de la Federación, su participación es fundamental. Debemos rediseñar conjuntamente la forma de trabajo, hacer la mejor alianza público-privada en favor de los caficultores y la ruralidad.
 
¿Debe volver el PIC?
Creo que debemos convertir esto en una política agrícola cafetera, que integre en corto, mediano y largo plazos y permita poner en marcha programas para todas las facetas de la caficultura. Eso nos permitiría invitar a otros actores de la cadena de suministro, a la industria, comercializadores privados, cooperativas, a quienes quieran invertir, a la vez que optimizar los recursos que el Gobierno pone a disposición de los caficultores.
 
¿Debe haber Fondo de Estabilización de Precios?
Debemos establecer mecanismos que reduzcan la volatilidad para los caficultores, no sólo la estabilización de precios. Es importante que recuperemos la educación financiera, que aprendan a manejar mecanismos de riesgo y puedan acceder a ellos. El Fondo es una de las opciones, pero no puede ser la única.
 
¿Debería Colombia abrir el espectro de sus exportaciones y vender café de menores calidades como dicen algunos exportadores?
Creo que en este momento debemos enfocarnos en lo que sabemos hacer bien. Es cierto que el mundo consume diferentes tipos de café y calidades, pero en el caso colombiano creo que debemos hacer un ejercicio muy juicioso de estudio económico y ver si sembrar la Robusta en Colombia va a aumentar el valor, la identidad y la capacidad de escalar para los caficultores. Entonces la siembra de Robusta tendrá sentido. Pero si, por el contrario, es una variedad de la que no tenemos conocimiento, no tenemos estudios agronómicos por ejemplo de cómo se adaptaría a las condiciones colombianas, si significara canibalizar el mercado actual de los caficultores, o deteriorar esa equivalencia de la calidad y excelencia del café, considero que no vale la pena abrir ese tipo de puertas.
 
¿Cómo resolver el problema de los costos por mano de obra?
Es casi el reto más grande. Es importante estudiar nuevas tecnologías, de cosechadoras, ver qué tienen en otros países y establecer un acuerdo laboral en el que digamos al mercado que también tiene que pagar los costos relacionados con la producción de este café colombiano. En Europa seguimos trabajando en lo que sería buscar una remuneración que haga viable a los trabajadores del café y los recolectores seguir dedicándose a este oficio.
 
¿Cómo ve a Cenicafé?
Es la joya de la corona, reconocido como el centro de investigación de café más importante del mundo. Es muy importante hacer énfasis en la investigación en tecnologías para la recolección. Es vital para reducir costos. Veo también la importancia de hablar de la protección del agua. El balance hídrico es un elemento fundamental para enfrentar los desafíos climáticos. Cenicafé tiene la capacidad para liderar ese aspecto.
 
En definitiva, ¿cómo va a convencer a los comités ahora que sale a visitar cada uno?
Creo que es un diálogo abierto. Los voy a invitar a tener actitud de unión, para construir las cosas bien tenemos que contar todos. Tenemos que definir el futuro que tenemos que construir. El énfasis está en identidad, rentabilidad y fortaleza de la marca. 
 
¿Cuál es el poder real del gerente, a nivel político, por ejemplo?
Como ningún otro cargo, ofrece la posibilidad de liderar transformaciones que hagan la diferencia. Es importante enfocarlo no como protagonismo individual, sino como una oportunidad de oro para generar éxito colectivo. Eso es lo relevante.
 
 

Por María Alejandra Medina C.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar