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Aquella anomalía fue razón suficiente para que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) descubriera que la compañía había activado sin su autorización el servicio de roaming (interconexión) internacional.
“Encontramos que la empresa viene activando este servicio sin que los usuarios lo requieran, es decir, con la suscripción del contrato”, afirmó el superintendente Pablo Felipe Robledo, quien anunció la imposición de un multa por $566,7 millones contra Claro (equivalente a mil salarios mínimos). Este monto es la sanción económica más alta contra un operador celular en la historia de la entidad.
Durante su investigación, la SIC encontró que se vulneraron los derechos de los consumidores, pues, de acuerdo con la circular 092 de 2011 expedida por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), el roaming puede activarse únicamente con autorización del cliente.
Esta es la primera sanción del año contra Claro, operador que en 2012 fue objetivo de diferentes multas y apertura de investigaciones por irregularidades como no reportarle a la SIC la totalidad de las quejas interpuestas por sus clientes, alterar las cifras de portabilidad numérica a través de artimañas, impedir este servicio y vender equipos sin las bandas abiertas (tal como lo dispone la ley).
La decisión también determina la exoneración del cobro a los usuarios afectados y la devolución del dinero de las facturas irregulares que hubieran sido pagadas.
Al cierre de esta edición, Claro, que según cifras oficiales dominaba el 61,52% del segmento de telefonía móvil en el tercer trimestre de 2012, no se había pronunciado sobre la decisión ni confirmado si interpondría los recursos de reposición a los que tiene derecho.