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Pandemia, terreno fértil de neobancos

Aunque por ahora solo exista un neobanco operando en Colombia, el segmento podría tener un fuerte crecimiento debido a las visibles ventajas (en bioseguridad) de los servicios financieros 100 % digitales, además de un emergente marco regulatorio.

Camilo Vega Barbosa
07 de marzo de 2021 - 02:00 a. m.
Más de 600.000 personas de más de 65 años han abierto nuevas cuentas digitales durante la pandemia según NuBank.
Más de 600.000 personas de más de 65 años han abierto nuevas cuentas digitales durante la pandemia según NuBank.
Foto: Getty Images/iStockphoto - asbe

Antes de la pandemia esperar en un banco para hablar con un asesor, rezando para que el digiturno se moviera era incómodo, por decir lo menos. Pero ahora es una cuestión de salud pública, pues la crisis expuso los riesgos de esos protocolos que ya entonces eran considerados como ineficientes. Por eso, durante la emergencia del COVID-19, se han destacado los neobancos o bancos digitales, pues brindan igual o mejor servicio sin necesidad de presencialidad. Y aunque por ahora es un mercado pequeño en Colombia, se están dando las condiciones para que el segmento crezca con fuerza.

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Los neobancos son un tipo de banco cuyo desarrollo operacional es completamente digital, es decir, el centro de su negocio es la tecnología (desarrollada por ellos mismos) para crear funciones y servicios que permitan satisfacer las necesidades financieras de sus clientes de forma 100 % virtual: pagar sin efectivo, enviar y recibir dinero sin esfuerzo, solicitud de préstamos en tiempo real e incluso ya hay apuestas para realizar trámites complejos, como pedir un crédito hipotecario (con toda su documentación) en línea sin una gota de presencialidad.

Por ahora, Nubank es el único neobanco operando en Colombia (aunque no al 100 % frente a los servicios de otros países). Es de hecho uno de los principales bancos digitales de la región, con más de 34 millones de clientes en México y en Brasil. Y llegó a Colombia en octubre de 2020 por medio de una apuesta de inversión de más de $500.000 millones en ocho años. En estos cinco meses, más de 250.000 personas se han inscrito a su lista de espera para aplicar a su tarjeta de crédito el primer producto con el que entrará al mercado local. De hecho, ya hay clientes colombianos con sus tarjetas.

Asimismo, Lulo Bank, del Grupo Gilinski (pero será independiente, con licencia propia), es un neobanco que está culminando los procesos regulatorios (muy avanzados) para operar en el mercado colombiano. Y Finsocial anunció a finales de 2020 que solicitará ante la Superintendencia Financiera la licencia para operar como banco digital.

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También se podrían incluir en este mercado a las filiales de bancos tradicionales que comparten esa esencia tecnológica para darles soluciones y alternativas financieras a los consumidores de manera 100 % virtual. Sin embargo, para algunos analistas no son estrictamente neobancos, pues siguen dependiendo de sus matrices en ciertos aspectos, como la licencia bancaria.

Entonces, si bien no hay muchos exponentes de neobancos en Colombia, la situación podría empezar a cambiar pronto.

El potencial

Érick Rincón Cárdenas, presidente de Colombia Fintech, explicó que “en Colombia el desarrollo de los neobancos va a tener un importante impulso durante 2021, pues jugadores nacionales e internacionales se encuentran muy motivados por el desarrollo reglamentario de 2020. El año anterior se desarrolló un cuerpo de normas que habilitan la digitalización de operaciones financieras y, además, salió el Decreto 1234 sobre el Sandbox regulatorio de la Superintendencia Financiera”.

Rincón agregó que “Colombia es un mercado muy atractivo, teniendo en cuenta las necesidades de financiamiento que existen en la economía, y sin duda alguno de estos nuevos actores va a trabajar por una inclusión financiera mucho más profunda. La pandemia ha contribuido a que amplios grupos poblacionales adopten los medios electrónicos para el desarrollo de todo tipo de operaciones y se pueda entender el escenario digital como uno de confianza”.

En efecto, según la Banca de las Oportunidades, el indicador inclusión financiera pasó del 82 al 87 % durante la pandemia, lo que implica que 2,2 millones de personas accedieron a productos financieros. Un fenómeno que se debe, en gran parte, a los programas de transferencias monetarias como Ingreso Solidario. Pero todavía hay mucho por avanzar, pues mientras el indicador de acceso en las zonas urbanas llega al 95 %, en las rurales es del 68 % y del 58 % en las rurales dispersas.

Para los neobancos estas cifras representan una oportunidad. Catalina Bretón, gerente general Nubank Colombia, explicó que “más de la mitad de la población en Colombia tiene un teléfono inteligente y acceso a internet. Sin embargo, solo el 26 % de este grupo poblacional tiene una tarjeta de crédito. Con la llegada de Nu al país, cualquier colombiano que tenga acceso a la red podría aplicar a nuestros productos y estar financieramente incluido”.

La pandemia también ayudó a que la tecnología llegara a poblaciones que siempre han representado un desafío: “Durante esta época, la banca móvil en Colombia se convirtió en el canal líder en transacciones financieras en el país y en Nubank vimos cómo se aceleraron segmentos que antes no tenían interés en productos digitales, pues más de 600.000 personas de más de 65 años han abierto nuevas cuentas digitales”, indicó Bretón.

La joya de la corona

Si bien la digitalización ha avanzado para dar soluciones en campos como créditos, pagos y transferencias, todavía hay muchos trámites esperando una solución eficaz. Y tal vez el reto inmediato más grande por solucionar, la joya de la corona, es lograr digitalizar el engorroso proceso de un crédito hipotecario en Colombia.

Al respecto, el BBVA comentó: “Actualmente estamos trabajando en habilitar, a través de nuestra página web, la posibilidad de simular y solicitar aprobación 100 % digital para un crédito de vivienda. Además, estamos trabajando en la digitalización de las diferentes etapas de aprobación de un crédito hipotecario (gestión de avalúos, trámites notariales, etc.), lo que nos permitirá en unos meses facilitar la experiencia y otorgar mejores tiempos de respuesta para nuestros clientes”.

Nubank también es optimista de que estamos cerca de lograr pedir un crédito hipotecario 100 % digital en Colombia, sobre todo porque es lo que piden los usuarios y el mercado debe complacerlos: “Cada vez la gente tiene menos tiempo y paciencia para navegar por la burocracia compleja de entidades tradicionales, visitando sucursales o esperando a que le transfieran sus llamadas múltiples veces”, señaló Bretón.

Sin embargo, Rincón advirtió que “será necesario seguir trabajando en la digitalización de aquellos trámites que requieren algún tipo de formalidad, por ejemplo avanzar en el proyecto de notaría digital (que se lanzó a comienzos de febrero) de la Superintendencia de Notariado y Registro, que permitiría que tanto la escritura pública electrónica y el registro mismo sean desarrollados utilizando tecnología”.

En efecto, cuando se logre este hito el mercado habrá entrado a un nuevo espectro de posibilidades, pues también implica la digitalización de importantes requisitos burocráticos. Lo que da pie para solucionar el resto de trámites complejos.

¿Y los no neo?

La banca tradicional también le está apostando a la digitalización y a crear sistemas eficientes que mejoren la experiencia de sus clientes. Si bien la tecnología no es el centro de su negocio, pues muchas entidades tercerizan estos desarrollos, es claro que persiguen los mismos objetivos de los neobancos. Y durante la pandemia también desplegaron grandes esfuerzos para crear nuevas funciones para facilitar la vida en la pandemia.

Por ejemplo, BBVA explicó que durante la emergencia del COVID-19 desarrolló nuevas funciones, como la aprobación de créditos de vehículos en tres minutos, 100 % digital y sin documentos; opción para pagar las compras en comercios con solo acercar el celular al datáfono y transferencias sin inscripción de cuentas únicamente con el número de celular.

El banco explica que todavía hay mucho potencial para las soluciones digitales en Colombia: “Una necesidad identificada es la microfinanciación, la generación de herramientas de fácil y rápido acceso a créditos de bajo monto que les ayuden a las personas a resolver sus principales necesidades. Por otro lado, se identifica un aumento en el uso de herramientas que permiten realizar pagos desde el celular, por ejemplo las tecnologías NFC y QR codes”.

Además, la banca tradicional está participando en algunos de los proyectos de mayor expectativa. Por ejemplo, en marzo comenzó el piloto de retiro y depósito de criptomonedas aprobado por la Superfinanciera, que tiene nueve proyectos en los que hay alianzas de algunos de los principales bancos del país con importantes empresas del sector de criptomonedas: Banco de Bogotá - Bitso, Banco de Bogotá - Buda, Bancolombia - Gemini, Coltefinanciera - Obsidiam, Davivienda - Binance, Powwi - Binance, Coink - Banexcoin, Movii - Panda y Movii - Bitpoint.

Es decir, tanto las nuevas apuestas como los jugadores establecidos tienen más que nunca un interés de hacerles la vida más fácil a sus usuarios por medio de servicios y funciones financieras 100 % digitales. Comparten el mismo objetivo, aunque su naturaleza sea diferente. La pandemia es un terreno fértil de neobancos.

Camilo Vega Barbosa

Por Camilo Vega Barbosa

Economista y periodista especializado en temas de finanzas personales, economía internacional, sector financiero y construcción. Autor del libro “Guía para no estar pelado”.@camilovega0092jvega@elespectador.com

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