Paro agrario: “No se ha cumplido ni el 50% de los acuerdos mínimos de la minga de 2014”

Con la advertencia de que la movilización nacional agraria no se levantará hasta que el Gobierno cumpla lo pactado en la minga de hace dos años, las 13 organizaciones sociales auguraron un largo paro en las carreteras del país.

Edinson Arley Bolaños
31 de mayo de 2016 - 01:36 p. m.
Otro punto de discordia en el paro agrario son las Zidres (Zonas de Inversión para el Desarrollo Rural, Económico y Social). /Bloomberg.
Otro punto de discordia en el paro agrario son las Zidres (Zonas de Inversión para el Desarrollo Rural, Económico y Social). /Bloomberg.

Apenas han transcurrido dos días de la Minga Nacional Agraria, Étnica y Popular en 27 departamentos del país, y ya las 13 organizaciones sociales que lideran el paro anunciaron que no firmaran ningún otro acuerdo con el Gobierno Nacional hasta tanto no se cumpla con lo prometido en 2014. Primero, los acuerdos mínimos de confianza que se pactaron para avanzar hacia el pliego de fondo que, sin duda, es una puja frontal por el modelo económico que ha adoptado el país.

Los puntos mínimos suman, hasta ahora, poco más de mil millones de pesos y se dividen en: $250.000 millones anuales para proyectos de desarrollo rural para las comunidades movilizadas. De ese dinero, el propio Gobierno reconoce que hasta ahora se han desembolsado $81.000 para 73 convenios suscritos en 2015. No obstante, lo que olvida mencionar, dice Jimmy Moreno, vocero del Congreso de los Pueblos, es que ese dinero corresponde a la anualidad de 2014 y que aún hace falta desembolsar 2015 y 2016. El compromiso es que el Gobierno gire cada año ese monto para financiar proyectos productivos con estas organizaciones.

El otro punto que está a medias es el de proyectos de infraestructura rural. De acuerdo a la minga nacional, a 2014 debían haberse ejecutado $250.000 millones en carreteras, escuelas, acueductos, distritos de riesgo, entre otros. Sin embargo, y como lo acepta el Gobierno en un balance general de la minga de hace dos años, hasta ahora “se destinaron $10.500 millones para la estructuración de proyectos a través de un convenio con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)”. “El listado de proyectos si lo tiene el Gobierno, pero solo en el papel. No se ha cumplido ni con el 50% de los acuerdos mínimos de la minga de 2014”, dice Moreno.

Los otros recursos que se incluyen dentro del pliego de acuerdos mínimos entre las partes y los cuales sí se han girado son los que se destinaron a foros de paz y al fortalecimiento organizativo del movimiento social que lideró la minga de 2014. Esto suma un total de $2.500 millones.

Hasta ahí solo los puntos mínimos, como las organizaciones sociales les llaman a los acuerdos que el Gobierno firmó inicialmente para sentarse a negociar el modelo económico del país que el movimiento social ve como perjudicial para el campo colombiano. Esto es, el pliego de fondo, que incluye: tierra, territorio y soberanía; el modelo minero energético; la sustitución de cultivos de uso ilícito.

En esencia, el primero incluye que el Gobierno reconozca las figuras jurídicas que amparan a estas comunidades en sus territorios. Esto es, territorios ancestrales para los indígenas, consejos comunitarios para los negros y zonas de reserva campesina o territorios agroalimentarios para los campesinos. Las dos primeras figuras están reconocidas legalmente, pero la dos últimas tienen ciertos retrasos para que el Gobierno las reconozca como sujetos de derecho, por ello es tardía la adjudicación de tierras a estas comunidades.

“Queremos que en conjunto con el Gobierno hagamos un estudio para resolver conflictos territoriales no solo entre comunidades sino también con el sector industrial del país. Hay conflictos mineros, con la agroindustria. La postura del Gobierno es que el modelo no es negociable, pero le estamos pidiendo cosas básicas como, por ejemplo, que cumpla que no haya minería en páramos”, expone Moreno.

Otro escollo que le salió a la negociación es el tema de la ley Zidres (Zonas de Inversión para el Desarrollo Rural, Económico y Social). Según la minga, ésta persigue fortalecer la agroindustria, la entrega de baldíos a multinacionales y no a los campesinos. “Pedimos derogar la ley Zidres, que se fortalezca la economía campesina y que los territorios baldíos sean entregados a las comunidades. Está en juego la soberanía alimentaria del país”.

El tema minero energético es el otro punto complejo en el que las partes no han logrado concertar. “Llegamos a un acuerdo de cinco puntos de veinte planteados al Gobierno. Uno de ellos es la moratoria minera. Que hagamos un pare. No dar más licencias de minería, revisar dónde se puede hacer y dónde no, pero el Gobierno insiste en que no hay dicha moratoria”, dice Moreno.

Así las cosas, Luis Evelio Andrade, consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), advirtió que la movilización será creciente a medida que transcurran las horas. Hasta el momento ya hay cien puntos de concentración en todo el país y más de 70 mil campesinos apostados en las carreteras nacionales.

“La posición nuestra es que no vamos a firmar más acuerdos de lo que ya está firmado. Lo que tenemos que definir es una ruta de cómo se va a cumplir. La minga se va a sostener hasta el final. No es que mañana el Presidente nos convoca y la minga se levanta, no. La minga se va a sostener en las carreteras colombianas hasta que avancemos en los temas del pliego central. Es que estamos en las carreteras por los incumplimientos. Este Gobierno es bueno para conversar, pero flojo para cumplir. Hay 1100 horas de dialogo y pocos minutos de cumplimiento”, sentencia Andrade.

Por lo pronto, la Minga expresó la preocupación por los sobrevuelos de helicópteros en los puntos de concentración, a través de los cuales están realizando perifoneos disuasivos contra las comunidades, asimismo, por la distribución de panfletos con la consigna “Pare el paro”. “Si la cosa sigue así, difícilmente el país podrá avanzar en paz. Esta es una movilización, justamente, por la paz”, concluye Moreno.

Por Edinson Arley Bolaños

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