"Quien posea tierra, la tiene que poner a producir"

/ Luis Ángel - El Espectador

Foto: LUIS ANGEL

Mauricio Cárdenas fue el primer ministro del gobierno Santos ratificado en su cargo. La decisión, esperada no sólo en los ámbitos políticos sino también entre los analistas del mercado, estaba cantada. Y es que lo que se viene en estos cuatro años sí que necesita tener la billetera bien administrada: el despegue, por fin, de la inversión en infraestructura y, por si fuera poco, la consecución de la paz. ¿Cuántos cheques disponibles hay para sostener este país en el gobierno que está a menos de un mes de iniciar? Cárdenas le contestó a El Espectador.

¿Qué es lo que está haciendo tan bien como para que lo dejen ahí sentado como ministro?

La economía está atravesando un buen momento. Hay confianza en los hogares, en los empresarios, en los inversionistas del exterior, el país está bien enrutado y pienso que hay que darle continuidad a ese manejo. Esa es mi interpretación: continuidad.

¿Cómo está hoy la economía?

Está basada sobre bases más sólidas. Hay unos fundamentales más firmes. Hace unos años teníamos el modelo de inflación objetivo del Banco de la República, que era una buena ancla para los temas monetario y control de la inflación, pero nos faltaba otra ancla y esa era la de la política fiscal. Eso se logró en este gobierno con la regla fiscal, que es una camisa de fuerza que evita que los gobiernos se desborden en gasto y nos mantiene una disciplina. Hemos tenido la capacidad de enfrentar los ciclos, que son una constante en el manejo de la economía. Cuando vino la desaceleración a finales de 2012 y comienzos de 2013 pudimos reaccionar con el Pipe, que estimuló sobre todo la infraestructura y la vivienda , y con la decisión del Emisor de bajar la tasa de interés, eso ayudó a mantener la economía en una velocidad de crucero. Eso genera confianza, que es lo que les falta a muchos países y que tenemos nosotros.

¿Hasta cuándo va a durar ese buen ciclo?

Les digo a los inversionistas que piensen que este es un país que va a crecer a un 5%. Que no miren una coyuntura cíclica del 6,4%, porque esa fue la salida de una desaceleración. La velocidad de crucero es precisamente 5%. Que a mediano plazo puede ser más con la inversión en infraestructura de 4G y con la paz, pero hoy es 5%; en cuatro años puede ser 6 o 7%, dependiendo de dónde estemos con la infraestructura y con la paz.

Comienza la nueva legislatura. ¿Qué proyectos económicos se van a radicar en el Congreso?

Tenemos el presupuesto para 2015 de entrada, de la mano de eso, la necesidad de mantener el 4x1.000 y el impuesto al patrimonio, es decir, que no se vayan a desmontar. Tenemos iniciativas adicionales a las que estamos trabajando para reforzar nuestro estatuto tributario.

¿En qué sentido?

El gran problema sigue siendo la evasión de impuestos. Tenemos que movernos en la dirección de poder controlar más eso. Hay otros problemas: miles de millones de dólares de colombianos en el exterior que no pagan impuestos en Colombia. La reforma tributaria pasada trató de atraer esos capitales para que pagaran tributos en el país con un impuesto del 10%, para que se sinceraran, pero desafortunadamente ese aspecto fue declarado inconstitucional por la Corte. Debemos buscar cómo darle nuevamente trámite para poder contar con esos recursos.

Pero ustedes habían dejado claro que hasta este año iba el impuesto al patrimonio y que en enero de 2015 se desmontaba el 4x1.000 a 2x1.000. ¿Eso no va a pasar?

Eso no va a pasar. ¿Por qué? El impuesto al patrimonio se estableció para aumentar el financiamiento del sector de defensa, ese impuesto hoy se utiliza para sostener un mayor pie de fuerza. Da $4 billones al año y el aumento del pie de fuerza cuesta $3 billones, entonces se necesita. Y en el 4x1.000 teníamos toda la intención de bajarlo, pero surgió la necesidad de aumentar el presupuesto agropecuario. Ese es un compromiso del país con la familia campesina. No podemos ahora bajar ese presupuesto, esos $5 billones. Necesitamos esos recaudos. No los podemos desmontar en este momento.

Usted habla de ajustes tributarios. Eso es una reforma tributaria. ¿Nos van a meter otra?

No hablo ni de ‘mini’ reforma ni de reforma tributaria estructural. Hay que hacer ajustes. El primero es mantener el 4x1.000, ahí no habrá subida de impuestos, simplemente se mantienen. Y el otro tema es que necesitamos que los capitales colombianos que están en el exterior paguen impuestos aquí. No creo que sea una reforma estructural, que al estatuto tributario haya que ponerlo patas arriba, creo en un proceso incremental de ir haciendo ajustes para que en Colombia aumente el nivel de tributación como porcentaje del Producto Interno Bruto para enfrentar todos los desafíos que tenemos hacia delante.

La evasión en Colombia está por el orden de los $70 billones. Mucha por medio de algunas fundaciones. ¿Cómo van a hacer para encontrar esos evasores y captar los recursos?

Eso entra dentro del capítulo general al control a la evasión. Este es un país que para las tarifas impositivas que tiene recauda poco. Para la tarifa de IVA que tenemos se recauda poco, que para la tarifa de impuesto a la renta se recauda poco impuesto a la renta. ¿Por qué? Porque hay mucha evasión. Mucha gente que se escapa del radar de la DIAN. Un ejemplo son las entidades sin ánimo de lucro que realmente tienen fines de lucro y no pagan impuestos. Ese tipo de controles son los que tenemos que perfeccionar y reforzar para evitar esos abusos. Esos son los ajustes de los que yo hablo. No podemos permitir que la gente omita ingresos en su declaración y que eso no tenga implicaciones.

¿Debe tener sanciones penales?

Eso debe tener sanción penal.

¿Cuánto nos va a costar la paz?

Nadie sabe. Eso es un proceso que está en negociación y como lo ha dicho el presidente: “No hay nada acordado hasta que esté todo acordado”. La paz va a costar y nosotros ya estamos avanzando. El día que se firme no nos va a tomar por sorpresa. Ya tenemos $5 billones para el capítulo 1 de los acuerdos de La Habana, que es la reforma rural integral, en eso ya se está trabajando desde este año. Ya trabajamos en víctimas, que el año pasado tenía un presupuesto de $7 billones y que ha venido aumentando después de introducirlo desde la Ley de Víctimas. Estamos avanzando en el posconflicto. La cifra final de cuánto va a costar la paz no la sé, lo que sí sé es que la paz va a costar mucho, pero cuesta más la guerra.

Hoy se tiene mucha tierra ociosa en el campo y tan sólo se tributan $300.000 millones. Bajo el nuevo escenario de paz y tierra productiva, ¿quién debería pagar más impuestos y cuánto debería recibir el fisco?

A mí honestamente me preocupa menos la tributación del sector agropecuario que el objetivo de aumentar la productividad del sector. Más que decir que pague más impuestos debemos lograr que produzca más, porque tenemos muchas tierras ociosas como usted dice, una cuarta parte de nuestro territorio por desarrollar y por eso debemos generar las condiciones para que el campo produzca más. Y la paz es necesaria para ese objetivo. Ahora, es necesario que esa tierra ociosa que no se está aprovechando y tiene avalúos catastrales bajos, paguen más impuestos. Eso requiere un nuevo catastro actualizado con el valor de esos predios. Que los alcaldes puedan aumentar ese recaudo. Tenemos que poner a pagar más impuestos a las tierras subutilizadas.

¿Y esa actualización de catastro ya está contemplada?

Sí, y es parte fundamental de la paz. Quien tiene tierra la tiene que poner a producir.

¿Por qué no vender una parte de Ecopetrol en vez de la joya de la energía limpia que es Isagén, si esa será la más apetecida en el futuro?

La rentabilidad para el accionista mayoritario, que en este caso en las dos empresas es el Gobierno Nacional, es mucho más alta en Ecopetrol que en Isagén, y así lo estamos viendo ahora mismo y a 10 años. Para nosotros tiene más sentido vender la participación en Isagén y conservar la participación en Ecopetrol.

¿Se viene una reforma pensional?

No en este momento, debe ser algo más debatido, no para este 20 de julio.

¿Pero el país lo necesita?

El país lo necesita, un ajuste que nos dé más equidad y amplíe la cobertura del régimen previsional colombiano. Ya no es un tema netamente fiscal, de sostenibilidad, es de acceso a una pensión en condiciones de equidad.