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La reina Isabel II no es tan rica como se cree

El 9 de septiembre, Elizabeth Alexandra Mary cumplió 63 años y 216 días de reinado.

Bloomberg
13 de septiembre de 2015 - 01:55 a. m.
La riqueza de la reina Isabel II equivale apenas al 3 % de la que tiene el británico más rico, Gerald Grosvenor. / Bloomberg
La riqueza de la reina Isabel II equivale apenas al 3 % de la que tiene el británico más rico, Gerald Grosvenor. / Bloomberg

 

La reina Isabel II es la soberana que más tiempo ha durado en la historia británica actual, y aunque su país haya perdido, quizá, influencia en el mundo, ha gobernado en un período de creación de riqueza sin precedente.

Además del ocaso de un imperio y de altibajos económicos, su tiempo como jefa de Estado se ha distinguido por el avance de los super-ricos. La aparición de financistas, emprendedores y jeques petroleros multimillonarios ha dejado, transcurridos apenas más de seis decenios, relativamente pobre a la mujer que heredó uno de los tronos más ricos en el mundo en 1952, aunque con palacios, establos y una valiosa colección de sellos.

A los 89 años, su fortuna personal aproximada, heredada en gran medida de su familia, alcanza unos US$425 millones, según un análisis del Bloomberg Billionaires Index. Es apenas 3 por ciento de la riqueza del británico más rico, Gerald Grosvenor, duque de Westminster. La mujer más rica de Europa, Liliane Bettencourt, tiene una fortuna de US$32.000 millones. “La Reina es una administradora de la monarquía”, dijo Sally Bedell Smith, autora de Elizabeth the queen, una biografía de 2012. “No es tan rica como todos creen”.

Cálculos

La monarquía continúa siendo una de las instituciones más valiosas de Gran Bretaña, con un valor de 57.000 millones de libras (US$87.000 millones) para el Reino Unido, según un informe de Brand Finance. Esta cifra incluye el aporte a la economía a través del turismo y aspectos como el efecto de los bebés reales en las marcas de moda.

Sin embargo, sus 20.000 millones de libras en activos tangibles, incluido el Palacio de Buckingham, las joyas de la Corona y la Colección Real de Arte, están mantenidos en un fideicomiso para las generaciones futuras y no son propiedad privada de la reina.

Los detalles personales precisos de su fortuna son tan cuidadosamente guardados como las joyas de la Corona, pero el Bloomberg Billionaires Index calcula que tiene inversiones por US$75 millones, US$160 millones en activos heredados de su madre, propiedades personales por US$110 millones, una colección de sellos por valor de US$75 millones y la Real Caballeriza, tasada en US$10 millones. El Palacio se negó a hacer declaraciones sobre el patrimonio neto de la reina.

El valor de sus tenencias de inversiones se extrae de un comunicado de John Colville en The Times de Londres en 1971, director de Coutts Co., el banco de la reina, que estimó su fortuna en 2 millones de libras. Su valor apreciado se calcula a partir de una asignación de inversiones en acciones, bonos, materias primas y dinero en efectivo que ha promediado un 5 por ciento anual en los últimos 25 años. Esto coincide con las rentas a las que apuntan normalmente inversores con riqueza similar.

“Con base en mi experiencia, la cartera de una familia conservadora debería alcanzar en principio entre un 5 y un 7,5 por ciento de renta anual en estos tiempos”, dijo Richard Wilson, máximo responsable ejecutivo de Miami Family Office, una oficina de una sola familia con activos por US$500 millones.

La reina heredó la sucesión de su madre por 70 millones de libras en 2002, según un informe de BBC News en ese momento. El valor informado ha sido ajustado conforme la tasa de inflación del Reino Unido para justificar cualquier aumento en el valor de los activos.

Colección de sellos

También es dueña de las propiedades Balmoral y Sandringham, que están avaluadas con base en conversaciones con Charles McDowell, con sede en Londres, fundador de la agencia de bienes raíces exclusivos Charles McDowell.

La colección de sellos de su padre, Jorge VI, está avaluada con base en la venta de la colección de sellos de John du Pont en junio de 2014 y en conversaciones con Keith Heddle, director ejecutivo de Stanley Gibbons Investments con sede en Londres.

Su establo, que tiene unos 25 caballos en entrenamiento cada temporada, según el sitio web oficial de la monarquía británica, está avaluado según datos de ventas del subastador de caballos Tattersalls y discusiones con la analista de caballos de pura sangre Nancy Sexton. La inversión de la caballeriza en el padrillo residente en Sandringham está valuada con base en la orientación del analista de pura sangre Bill Oppenheim.

Su Majestad podría tener un patrimonio mayor. Otros activos, como una bandada de palomas de carrera, joyas y toda una vida de regalos de visitantes y admiradores, podrían incrementar su fortuna. Además, la procedencia de sus propiedades podría hacer subir mucho más su valor de mercado. Aun así, a lo largo de su reinado la reina ha ido bajando en forma constante los escalafones de las personas más ricas.

Por Bloomberg

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