Se abriría la puerta a nuevo aumento de tarifas de energía

La modificación de la remuneración a los generadores tendría un impacto en el bolsillo de los colombianos, pero si no se hace quebrarían las térmicas.

ÓSCAR GÜESGUÁN SERPA
23 de marzo de 2016 - 03:14 a. m.
La Zona Franca Celsia (Barranquilla) no funciona a toda capacidad por la avería de una de sus turbinas.  / Cortesía
La Zona Franca Celsia (Barranquilla) no funciona a toda capacidad por la avería de una de sus turbinas. / Cortesía

El precio de escasez, es decir, el pago que reciben las generadoras de energía por su producción, no es una problemática nueva. Desde el año pasado los productores del recurso han alegado que por un problema en la regulación reciben mucho menos de lo que les cuesta la producción de cada kilovatio.

Al tema se le habían dado largas, y en entrevista con El Espectador, el director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), Jorge Pinto Nolla, dijo que con seguridad sería revisado, pero luego de que fuera superado el fenómeno de El Niño, que calcula tardará a lo sumo dos meses.

Sin embargo, el director de la Asociación Colombiana de Generadoras de Energía (Andeg), Alejandro Castañeda, le dio un ultimátum al Gobierno. Si no se toman decisiones sobre este particular antes del 1° de mayo, los activos tendrán que operarlos el Ejecutivo y asumir las pérdidas, explicó Castañeda a Portafolio.

Esto implicaría una situación similar a la que tuvo Termocandelaria el año pasado. La térmica, alegando pérdidas por el desajuste en la remuneración, se declaró indisponible y fue intervenida por la Superintendencia de Servicio Públicos, que hasta el momento la sigue gerenciando.

Lo particular de ese hecho es que la generación de energía de esa empresa está siendo remunerada a precio de bolsa ($818,64) y no al de escasez, que es lo que reciben el resto de las firmas hoy ($302,43). La medida anunciada por Andeg apunta a que suceda lo mismo con al menos 12 generadores térmicos que dependen de líquidos y gas para la producción de energía.

Una fuente cercana al sector, que pidió no ser citada, dijo que la posibilidad de que las firmas tomen esta decisión es muy baja. “Lo que está haciendo Alejandro Castañeda es reduciendo la preocupación que hay en el sector. La insuficiencia financiera es tan alta, que si esto no cambia rápido las compañías se van a quebrar. Él quiere llamar la atención con esa posibilidad porque de todas formas los generadores tienen un compromiso con el país”.

Y es que las pérdidas que se calcularon el año pasado ascendieron a $3,3 billones. Ante los reparos de los generadores térmicos, en ese momento el ministro de Minas y Energía, Tomás González, decidió dividir las pérdidas. Los usuarios y el Ejecutivo asumieron $1,1 billones, mientras las empresas $2,2 billones.

El problema es que así el fenómeno de El Niño termine en mayo, el sistema eléctrico tardará un par de meses en recuperarse obligando a los térmicos a funcionar de una manera similar a la actual, es decir, poniendo cerca del 50 % de la oferta, incurriendo en pérdidas que tendrán que ser asumidas sólo por ellos, pues la resolución que determinó un aumento en las tarifas de energía para los colombianos dice que la ayuda vence el quinto mes de 2016.

Lo que incomoda a los que conocen el sector es que el debate del precio de escasez se venía dando incluso antes de octubre, cuando se prendieron las alarmas por un posible apagón. Entre tanto, si las térmicas eran conscientes de esta problemática, lo ideal hubiera sido no haber aceptado el dinero del cargo por confiabilidad y en este momento estarían vendiendo su generación a precio de bolsa, pues no tendrían las obligaciones de energía firme que les obliga a haber recibido el famoso cargo por confiabilidad.

En el escenario actual hay dos posibilidades, o que el Gobierno decida aumentar el precio de escasez o que nuevamente democratice las pérdidas de los generadores térmicos. Ambas decisiones implicarían aumento en las tarifas de los colombianos. En el primer caso, departamentos como el Valle del Cauca se verían fuertemente afectados, pues su exposición a bolsa es una de las más altas del país, y por el otro, el cálculo de las pérdidas sería diferido en varios meses para que el impacto tarifario sea menor.

“Esto tendría un impacto sobre todos aquellos usuarios, residenciales o no, cuyos contratos tengan alguna porción expuesta a la bolsa de energía. Hay que decir que es el caso de muchos industriales, que tienen un componente importante de su factura indexado a precio de bolsa. Dependiendo del comercializador, hay muchos usuarios que están expuestos, como el caso de Emcali”, dijo Alejandro Lucio, director de Óptima Consultores.

Si bien Lucio reconoció que la fórmula está mal definida, los usuarios finales, por un problema de contratación, están siendo casi que obligados a estar expuestos a bolsa. “Hay que hacer un balance, pero es muy complicado porque por un lado los térmicos dicen que los números no les dan, pero al otro está la demanda que no tiene precios fijos”.

El meollo del asunto, y eso lo debe definir la CREG, es de qué manera pueden ser compensadas las empresas sin meterles la mano al bolsillo, otra vez, a los colombianos. Para Manuel Maiguashca, exviceministro de Minas y Energía, es un tema de fina calibración. “Algunas térmicas requieren algún tipo de aumento, pero no todas, porque si se llega a cambiar automáticamente aumenta las tarifas”.

Se estima que para mayo, cuando pierde vigencia la resolución de la CREG, entre el 21 y el 22 % de la demanda estaría expuesta a bolsa. Con una situación como esta, algunas empresas empezaron a tantear el terreno para buscar señales que contribuyeran con la reducción del impacto del fenómeno de El Niño. Los problemas del sistema eléctrico no se detienen.

Por ÓSCAR GÜESGUÁN SERPA

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