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En el 2013 el comercio en línea en Colombia le aportó al Producto Interno Bruto el 2,19% y sus movimientos transaccionales superaron los US$8.283 millones, de acuerdo con las cifras publicadas por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico. En el 2014 los crecimientos de este modelo de negocio superan el 30%. Y este año esa tendencia, anhelada por todas las demás industrias, mantiene su jugosa e imparable tasa de clics efectivos. Todo un ecosistema tecnológico que sirvió de base para que el jugador más grande de las ventas en línea en América Latina y el más fuerte del mercado logístico nacional sellaran un acuerdo de tamaño familiar.
El resultado de dicho pacto se llama MercadoEnvíos, el servicio de logística que lanzaron Mercado Libre y Servientrega en Colombia. Su labor será, como funciona en Estados Unidos, llevar el producto desde las manos del vendedor hasta las del comprador, pero suministrando información detallada de dónde está, cuánto tiempo tardará en llegar y, advierten los representantes de Servientrega, llevándolo en perfecto estado, que es una de las principales quejas de los usuarios. Pero lo mejor de todo, apuntan, es que será por precios más bajos que todos los que ofrece hoy el mercado en general.
“Buscamos facilitar el comercio logístico tanto para compradores como para vendedores. Nosotros no vendemos, somos la plataforma de comercio, entonces quien vendía debía contar con su proveedor de logística y lo que buscamos con esta alianza es simplificar ese proceso para que ninguno de los dos tenga que pensar en esos problemas de transporte”, cuenta Marcelino Herrera Vegas, gerente general de Mercado Libre Colombia, y quien presentará el acuerdo hoy en Bogotá con sus nuevos socios.
Al final se trata de satisfacción de los usuarios y de cómo se logra hacer más fuerte el comercio digital. Ricardo Uribe, director de Innovación de Servientrega, advierte que “aquí hay mucha informalidad en el transporte de paquetes, porque muchos vendedores buscaban empresas baratas y no tenían información disponible en línea, entonces al usuario le entregaban tarde un producto, en mal estado, y se perdía la confianza en el comercio electrónico. Eso terminaba mandando al comprador al centro comercial”.
Usarlo no es obligatorio, pues si usted compra y prefiere otro servicio de mensajería, es libre de hacerlo. Mercado Libre ya ha firmado alianzas similares en Brasil, Argentina y México, reduciendo los tiempos de entrega y elevando la tendencia de consumo de los compradores, quienes han recuperado esa confianza en el proceso cuando sienten que se cumplen los tiempos estipulados y se puede hacer el seguimiento a los objetos comprados. Aquí “el 40% de los vendedores que usaron MercadoEnvíos terminaron ofreciendo el envío gratuito a los compradores porque resultaba muy bajo. Y eso dinamiza el negocio. La persona que compra no está pensando en ese gasto adicional”, agrega Herrera.
Hoy, en Colombia, el usuario debe pagar entre $5.000 y $30.000 por el envío de lo que compra. Ahora, con esta alianza, ese monto queda en $7.500 como máximo. Claro, excluyendo zonas aisladas del país o en los que se incurren en gastos más elevados, como hacia San Andrés. Los tiempos de entrega se cumplen al 95% y, a pesar de las quejas, los índices señalan que Colombia cuenta con mejores tiempos que el resto de América Latina entre ciudades principales e intermedias.
“Lo que hicimos fue que integramos todos los procesos logísticos. Cuando una persona compre por MercadoEnvíos, no va a tener que llamar a preguntar dónde está su producto. La plataforma le irá mandando mensajes del estado de su paquete y está el respaldo de Servientrega, que lleva más de 30 años en el negocio”, detalla Uribe.
Una nueva apuesta en un negocio que no para. Por ejemplo, en la más reciente jornada de descuentos en línea hecha en el país, conocida como el Cyberlunes, la Cámara de Comercio Electrónico y el Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación contaron que las tendencias de audiencias buscando productos para comprar subieron en 50% frente a la versión inmediatamente anterior, donde se habían calculado transacciones por $52.000 millones en compras efectivas.
“Yo soy además el vicepresidente de la Cámara de Comercio Electrónico y buscamos evangelizar a la gente para que vea que eso es simple, que no hay problemas en la compra digital, que no se pierde el tiempo o se gasta en parqueaderos. Hay más oferta de lo que hay en el centro comercial y, para sumar, ya se puede pagar con muchos medios de pago, incluso un contra entrega, que es que la persona paga cuando llega lo que se compró. También hay compañías que ofrecen comprar on-line y usted mismo puede ir hasta la tienda para retirar lo que adquirió”, contó la cabeza máxima de Mercado Libre.