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“Somos una víctima”

Según Camilo Verástegui, su banco no presta el servicio de cartas de garantías y no tienen que ver en la falsedad de las presentadas ante la ANH.

Edwin Bohórquez Aya
06 de junio de 2015 - 02:08 a. m.
Camilo Verástegui, presidente del GNB Sudameris.  /Cortesía
Camilo Verástegui, presidente del GNB Sudameris. /Cortesía
Foto: Picasa

El martes estalló uno de los escándalos más sonados en el negocio petrolero en Colombia. Lo denunció el ministro de Minas y Energía, Tomás González, quien primero hizo públicas la pérdida de información privilegiada de dos importantes petroleras y, además, la existencia de cartas de crédito falsas que, según estableció El Espectador, fueron presentadas por el consorcio Optima-Range. El nombre del banco GNB Sudameris se vio implicado, puesto que los documentos contenían firmas y sellos de la institución financiera que resultaron no ser legítimos. La cabeza del GNB Sudameris, Camilo Verástegui, asegura que su entidad es una víctima en el caso.

El banco aparece en las investigaciones que la Fiscalía adelanta por seis garantías de cumplimiento falsas presentadas ante la ANH. Aparentemente fueron emitidas por ustedes. ¿Qué tienen que ver con eso?

Recibimos en mayo un par de comunicaciones de la Agencia Nacional de Hidrocarburos pidiéndonos certificar si habíamos emitido unas cartas de crédito que ellos tenían respaldando operaciones de clientes de la ANH. Hicimos la verificación, pero no corresponden a operaciones nuestras. Los clientes que ellos mencionan, a quienes se les dieron las cartas de garantía, no son clientes del banco, nunca lo han sido, y eran cartas de crédito que nunca expedimos.

¿Entonces se enteraron nuevamente a través de los medios?

Volvimos a tener noticia del tema cuando el ministro de Minas salió explicando a través de los medios que tenían un problema con una buena cantidad de cartas de crédito que estaban en su poder y que aparentemente eran falsas. Al día siguiente una periodista de Caracol menciona nuestro nombre y procedimos a emitir un comunicado explicando y haciendo partícipe a la Superintendencia Financiera, porque en este tema somos una víctima.

¿La ANH es cliente de ustedes?

No lo es, jamás hemos hecho operaciones con ellos. Cartas de crédito no tenemos, y por ese motivo nos resultan operaciones muy extrañas.

Entonces, ¿por qué los nombrarom?

Adquirimos el banco HSBC de Colombia en febrero de 2014 y en octubre hicimos la fusión. Producto de esa adquisición llegaron algunas operaciones, cartas de crédito que el banco HSBC había emitido a otros clientes y no a los que están siendo investigados, clientes reales que operaban con ellos normalmente; son operaciones vigentes y que no nos han sido consultadas. Pero respecto a las cuestionadas, para nada. Evidentemente son operaciones falsas que alguien hizo y las presentó fraudulentamente.

¿Desconfían de algún empleado? ¿Creen que alguien de adentro suministró papelería para hacer esas cartas de crédito?

No, para nada. No tenemos sospechas por lo que le digo: no hacemos este tipo de operaciones, no es un producto que ofrecemos o comercialicemos.

¿Han sido llamados por la Fiscalía para ampliar las investigaciones?

No, para nada. No conocemos los documentos, solamente unas comunicaciones de la ANH donde nos pide certificar unas cartas de crédito y las relaciona con los nombres de las empresas a las cuales se les está haciendo el respaldo de las transacciones, los números y las fechas, y contestamos que no conocemos esos clientes, que las operaciones no están registradas.

¿Este tipo de casos son frecuentes en el sector financiero?

Voy a tener un poco más de 40 años en la banca y es la primera vez que veo que se presente este tipo de operación.

¿Este tipo de operaciones se deben verificar o no?

Claro, los bancos tenemos unos procedimientos establecidos en los cuales la posibilidad de un siniestro o un fraude es básicamente inexistente. Aquí se presenta una operación en la que la ANH acepta unas garantías, unas cartas de crédito, y aparentemente no son verificadas. Como le digo, no tenemos conocimiento. Pero la práctica indica que eso debe verificarse y consultarse, porque son documentos de mucho valor, un respaldo a operaciones multimillonarias.

¿Están tratando de manchar el nombre del GNB?

Sí, nos parece muy extraño que hubiéramos aparecido.

Después de la fusión, ¿se terminó con esa unidad de negocio?

Claro, porque no estábamos en ese producto, en ese servicio. Las cartas de crédito de los clientes que, como le digo, están vigentes, legales, vivas y bien expedidas, existen y se van a cumplir a cabalidad en el momento que sea necesario, porque respaldan operaciones reales.

 

 

ebohorquez@elespectador.com

Por Edwin Bohórquez Aya

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