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Ante un problema sin salida a la vista, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos anunció el jueves de la semana pasada una serie de medidas que buscan hacer frente al paro protagonizado por el sector transportador en el país.
Además de sanciones contra camiones y conductores que promuevan o bloqueen las vías, también se han dispuesto planes desde varios ministerios para abastecer a las regiones tanto de productos de la canasta familiar, cuya entrada esté restringida, como de combustibles. ¿Qué tan efectivas han sido las medidas?
Desde el Ministerio de Defensa se informó que en departamentos fuertemente afectados por la manifestación, como Nariño, Putumayo y Caquetá, se han hecho esfuerzos mayores para abastecer de combustible y se han empezado caravanas con cemento, acero y alimentos desde Boyacá hacia el resto del país.
Por su parte, Germán Arce, ministro de Minas y Energía, dio cifras al cierre de la primera semana del plan de contingencia para garantizar gasolina y diésel en varias regiones, como el envío de más de 1’600.000 galones de combustible hacia Nariño, la importación de 300.000 galones de Ecuador, el transporte de más de 70.000 galones de combustible desde Buenaventura hacia Tumaco y el aumento del despacho de este a Boyacá en 240.000 galones extras.
En ese mismo sentido, las investigaciones contra propietarios de camiones que habrían facilitado la violación de normas al obstruir las vías aumentaron a 309 en los últimos días, según informaciones de la Superintendencia de Puertos y Transporte. La semana pasada la entidad ordenó la suspensión de 977 licencias de vehículos de carga y de 321 conductores vinculados a infracciones que afectaron la movilidad.
“Si comprobamos que los propietarios de estos vehículos se negaron a prestar el servicio público de transporte de carga y además contribuyeron a afectar la movilidad, es nuestro deber sancionarlos con multas hasta de $482 millones”, advirtió Javier Jaramillo, superintendente de Puertos y Transporte, en un comunicado.
No obstante, la movilización camionera sigue afectando en gran medida la llegada de diferentes productos a las centrales de abasto del país. Aunque no se puede hablar de un desabastecimiento, desde Corabastos, en Bogotá, existen dificultades en ese sentido, sobre todo, cuando los productos vienen de más de 100 kilómetros de la capital.
Por ejemplo, ayer llegaron solo 10 camiones con plátano, cuando lo normal es que lleguen entre 80 y 90 y desde Boyacá hay restricción para la llegada de tomate. Asimismo, siguen llegando camiones averiados por ataques en las vías, le contó una fuente de Corabastos a El Espectador.
En contraste, Óliver Medina, coordinador de Mercadeo y Precios de la Corporación de Abastecimientos del Valle, Cavasa, señala que esta semana se reportó el primer mercado mayorista con ingreso de alimentos por encima de lo esperado desde que se inició el paro camionero.
“Se esperaban 3.000 toneladas de alimentos, e ingresaron 3.551, un 19 % por encima”, señala en Medina en un informe presentado. Asimismo sucedió con el ingreso de vehículos de carga, al reportar el ingreso de 564, un 25 % por encima de lo que se venía presentando.
Para Eduardo Galvis, de la Federación Nacional de Comerciantes, explicó con el paso de los días, los empresarios han ganado más confianza, en especial, el sector de transportes que quiere salir a trabajar. “Han sentido de manera efectiva la protección de la Policía Nacional y el Ejército. No hay un desabastecimiento, en los supermercados, al menos de las ciudades principales, están todos los productos aunque un poco más caros”, concluye.
Por el momento, no hay luz al final del largo túnel que recorre el paro camionero y la situación empieza a tomar aristas diferentes, como las investigaciones que realiza la Fiscalía contra Pedro Aguilar, uno de los principales promotores.