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Un semestre discreto

Su posible salida de la bolsa y el ascenso de dispositivos móviles afectaron su balance.

April Dembosky / Financial Times
16 de agosto de 2013 - 10:18 p. m.

Dell sorprendió el jueves a los inversionistas con la decisión de publicar sus resultados para el segundo trimestre casi una semana antes de lo planeado, y tan sólo un día antes de que una corte escuche los argumentos en torno a la oposición a un acuerdo para que la compañía deje de cotizar en bolsa y retome el control privado.

La fabricante de computadores personales reportó ingresos de US$14.500 millones para el trimestre fiscal que termina en julio, un desempeño ligeramente mejor que hace un año y que los US$14.200 millones que los analistas habían pronosticado.

No obstante, los ingresos netos cayeron 72%, es decir, facturó US$204 millones menos en comparación con el año pasado. En una base pro forma, el ingreso neto fue de 25 centavos de dólar por acción, en comparación con los 24 centavos que había pronosticado Wall Street.

“En un ambiente difícil, seguimos comprometidos con nuestra estrategia y con nuestros consumidores”, dijo Brian Gladden, gerente financiero de Dell, por medio de un comunicado.

Los resultados reflejaron la debilidad en las ventas de computadores personales, cuando los consumidores dejan de utilizar los computadores de escritorio y los laptops (portátiles) para emplear tabletas. Los ingresos para la división que incluye estos productos cayeron 5% en el trimestre, para sumar US$9.100 millones.

Esto confirmó el informe de julio, que demostraba que la demanda mundial promedio de los computadores personales estaba desacelerándose todavía más, con una caída de 11% en sus despachos, para llegar a 76 millones de unidades en el segundo trimestre, según las consultoras Gartner e IDC. Esto representa el quinto trimestre consecutivo en el que disminuye el indicador.

Los resultados de Dell debían publicarse originalmente el 20 de agosto, pero la compañía emitió un aviso seis días antes, advirtiendo su publicación el 15 de agosto.

La compañía se negó a ofrecer un pronóstico para el siguiente trimestre a la luz del negocio que se está planeando, en el que Michael Dell, su fundador y director ejecutivo, ha propuesto comprar de nuevo la compañía que fundó y hacerla privada, un negocio que ascendería a US$24.000 millones.

La debilidad en el mercado de los computadores personales fue puesta de relieve por los resultados de ventas e impulsaría la estrategia. La oposición a la idea de Michael Dell está liderada por el inversionista y activista Carl Icahn, que intenta bloquear la operación.

De hecho, ya anunció que presentará el viernes sus argumentos en una corte de Delaware, solicitando una audiencia expedita con respecto a los desacuerdos que existen por los requisitos de votación para decidir el negocio. Hay una votación programada para el 12 de septiembre.

Icahn quiere que la decisión se tome el mismo día que la reunión general anual de Dell, que se realizará el 17 de octubre. En su alegato, le solicitó a la corte que adelantara la reunión, una maniobra que, según Dell, violaría las leyes de la compañía, y es una táctica para aplazar el voto.

En un intento por cerrar el negocio con anterioridad, Dell incrementó su oferta para quedarse con la compañía el pasado 2 de agosto, ofreciendo 10 centavos adicionales por acción. Esto aumentaría el precio de venta a US$13,75 por acción, más un dividendo de 13 centavos.

Después de conocerse sus resultados trimestrales, la acción en el mercado tecnológico de Nasdaq cerró el jueves a un precio de US$13,71, una caída de un centavo de dólar frente a la jornada anterior. La tendencia parecía repetirse el viernes, pues, hacia el mediodía, se cotizaba en US$13,70.

Por April Dembosky / Financial Times

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