Ya sea que las principales economías experimenten una recuperación en forma de W o de U, habrá cicatrices duraderas.
Foto: Getty Images - Spencer Platt
Hacia fines de 2020, los mercados financieros —principalmente en Estados Unidos— alcanzaron nuevos máximos gracias a la esperanza de que una inminente vacuna contra el COVID-19 genere las condiciones para una rápida recuperación en forma de V. Junto con las tasas de interés oficiales extremadamente bajas que mantienen los principales bancos centrales en las economías avanzadas, además de las políticas monetarias y crediticias heterodoxas, las acciones y los bonos recibieron un impulso adicional.
Por Nouriel Roubini - Especial para El Espectador
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