Después de 90 días de suspensión de las obras en el Túnel de Oriente, que conectará a Rionegro con Medellín en tan sólo 13 minutos a lo largo de 16 kilómetros de túnel, y pese a las protestas y a las exigencias triplicadas de las autoridades ambientales, el próximo viernes la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) levantará la restricción para que el proyecto siga avanzando.
En su decisión, la entidad devolverá la competencia a las corporaciones autónomas Cornare y Corantioquia, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos en materia ambiental y tomen las medidas necesarias para hacer las solicitudes de los estudios, expresó Helena Sarmiento, su directora.
La detención del proyecto se originó en los temores expresados por los potenciales daños ambientales en los sistemas hídricos en el área donde se construye el túnel.
Es decir, que ahora la responsabilidad de lo que ocurra con la obra y con los recursos hídricos donde se ejecutará el túnel será de las corporaciones y el Ministerio del Medio Ambiente podría intervenir.
El ministro de Transporte, Miguel Peñaloza, anunciará mañana en Medellín el acto administrativo por el cual se levanta la suspensión de la restricción.
Teniendo en cuenta que las dos corporaciones mencionadas decidirán si le dan continuidad a la obra, Helena Sarmiento explicó que hay dos posibilidades. Una es que el concesionario Túnel de Aburrá pueda retomar las obras y que los estudios se hagan paralelamente con el avance de los trabajos, y cada cien metros se haga un análisis y se tome una decisión al respecto. Y la otra es que se exija el estudio total, decisión que estará en manos de las corporaciones.
Quien no tiene duda sobre la continuidad del proyecto es el gerente de la concesión, Jaime Ramírez, quien señaló que sólo espera que llegue la resolución, ya que ellos ya habían iniciado la ejecución de actividades que estaban previstas dentro de los planes de manejo ambiental y el seguimiento que se tiene dentro de la licencia ambiental.
“Hay que dar continuidad a las obras para no causar daños ambientales, ya que nosotros tenemos que controlar permanentemente los caudales de la zona”, explicó.
Al ser cuestionada sobre la expedición de licencias ambientales a unos tramos y a otros no, de un mismo proyecto, como ocurre con la Ruta del Sol, la directora de la ANLA señaló que esto es cierto, ya que recibieron una herencia que hay que corregir.
Por ahora hay que se expida la resolución y ver cuál es la medida que toman las corporaciones una vez estén notificadas de que les devuelven la autonomía.